tag:blogger.com,1999:blog-66879285132671014552024-03-14T08:57:39.922-07:00La Constitución en manos del puebloRealizar un balance sobre 20 años de vigencia de la Constitución Nacional desde una perspectiva de la participación de la ciudadanía con enfoque de diversidad étnico cultural, medio ambiente, derechos humanos, paz y reconciliación.Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.comBlogger45125tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-57087596733191911012012-06-17T18:15:00.002-07:002012-06-17T18:25:34.364-07:00La arrogancia plasmada en la Constitución Por: Mauricio García Villegas<br />
<br />
Hace ya casi tres semanas que Eduardo Merlano se negó a practicar una prueba de alcoholemia en un puesto de control policial, con el procaz argumento de que era un senador de la República.<br />
La opinión pública no tardó en mostrar su indignación. Sin embargo, esa misma opinión parece no inmutarse ante un acto similar de engreimiento, pero con consecuencias mucho más graves, esta vez consagrado en el proyecto de reforma a la justicia que cursa hoy en el Congreso.<br />
Me refiero al artículo 16 de ese proyecto, en el que se establece una excepción a la norma universal de la detención preventiva y que favorece a los congresistas. La detención preventiva se justifica en tres casos, cuando se teme que la persona puede: 1) obstruir el ejercicio de la justicia, 2) ser un peligro para la sociedad, o 3) evadir la justicia.<br />
El artículo 16 establece que un congresista sólo podrá ser detenido preventivamente cuando se haya expedido la resolución de acusación o haya sido capturado en flagrancia. Así pues, si un congresista es investigado por, digamos, parapolítica (mera especulación) y existen sospechas fundadas de que durante la investigación se puede escapar, no se lo podrá detener sino hasta que se lo acuse formalmente. Mientras que a cualquier mortal lo pueden detener en esas circunstancias, a los congresistas no. ¿Qué justificación puede tener este privilegio? ¿Acaso hay algo en la condición de congresista que elimine la gravedad de las tres causales antes anotadas? No hay nada en esa condición que impida una medida tan excepcional, grave y judicialmente controlada como la detención preventiva.<br />
La detención preventiva es una medida delicada que afecta gravemente la libertad y restringe el principio de presunción de inocencia. En el pasado, la Fiscalía ha cometido abusos al decretar la detención de personas (incluso de congresistas) que no caían en las tres causales de detención antes mencionadas. Pero la gravedad de esa medida y los abusos cometidos no afectan para nada la norma misma. A nadie se le ha ocurrido decir que, debido a esos abusos, la detención preventiva no debe existir. El proyecto de reforma a la justicia tampoco dice eso. Acepta la norma universal, pero consagra un privilegio en el caso de que los sospechosos sean congresistas.<br />
El proyecto parece suponer que la presunción de inocencia tiene grados y que los congresistas gozan de un grado más alto. Pero eso no es cierto: ni en el derecho (la presunción de inocencia también es un principio universal que no admite distinciones), ni en los hechos (hasta la fecha hay 189 congresistas investigados por relaciones con grupos al margen de la ley, de los cuales 42 ya han sido condenados).<br />
Como si todo esto fuera poco, hay dos temas adicionales que agravan el asunto: 1) todos esos legisladores investigados están legislando en causa propia, pues es a ellos a quienes beneficia directamente la reforma, y 2) todo indica que, como lo muestra Rodrigo Uprimny en su último blog de La Silla Vacía (http://bit.ly/K5O75P), el diseño que establece la reforma para el juzgamiento de los congresistas puede acabar con los juicios de la parapolítica.<br />
Lo que hace este artículo 16 es lo mismo que hizo Merlano, pero peor: ya no es un senador ocasional que aparece en un video, sino una norma constitucional que beneficia a toda una colectividad. Es algo tan absurdo e indigno como si en la Constitución se estableciera que los congresistas que hayan cometido un homicidio tienen derecho a una rebaja de la pena por el hecho de ser honorables representantes del pueblo.<br />
Aquí estamos ante el célebre “¿sabe usted quién soy yo?”, pero elevado a la categoría de norma constitucional.<br />
<div>
<br /></div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-61621713518771361682012-05-25T08:36:00.002-07:002012-05-25T08:36:56.526-07:00CONSTITUCIONALISMO Y DERECHOS HUMANOS, Por Álvaro Sepúlveda Franco (1)<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh21cxtaBYDQsOQGn0xNvy2Kw0Ssg_FUt2tSBlbIVDsGAIdBFkIqBSHeFWd0RsJC2dyE__QGeG-sQj3SY4dFqvEv8Y1IJAJFVkFhJv27_ZND254xKA1Y271Zqy1JwNJFqv4gYvCSSHX8jZa/s1600/asf.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh21cxtaBYDQsOQGn0xNvy2Kw0Ssg_FUt2tSBlbIVDsGAIdBFkIqBSHeFWd0RsJC2dyE__QGeG-sQj3SY4dFqvEv8Y1IJAJFVkFhJv27_ZND254xKA1Y271Zqy1JwNJFqv4gYvCSSHX8jZa/s200/asf.jpg" width="150" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Alvaro Sepúlveda Franco<br />Docente Univalle</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Resumen<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Las reformas constitucionales de los
90 en los países del continente obedecieron a la metrópoli y no a las agendas nacionales;
tuvieron designios económicos como crear ambientes favorables a las inversiones
de capital que subordinaron el tema de los derechos humanos. Así lo prueba el
derrotero constitucional americano durante el periodo, que a pesar de las
diferencias de cada país mostró en la mayoría de ellos practicas similares. La
fuerza unificadora de dichos procesos estuvo en las imposiciones de los organismos
multilaterales representadas en el gobierno y otras agencias de los Estados
Unidos, y en el caso particular de Colombia produjo la contradicción hasta
ahora insalvable entre el Estado Social de Derecho que preconiza <st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la Constitución</st1:personname> del 91,
garantista de los Derechos Humanos, y la ortodoxia económica trazada, de corte
neoliberal, como tendencia opuesta. Sin embargo, el carácter exógeno de las
fuerzas reformadoras se matiza destacando las persistentes y variadas
resistencias populares que en nuestro país exigían cambios profundos y fueron
también incidentes en el hecho constituyente del 91. <o:p></o:p></span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Palabras claves: Estado Social de derecho, Democracia, Reforma Constitucional,
Derechos Humanos.<o:p></o:p></span></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"> Abstract<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">The
constitutional reforms of the countries of the continent in the decade of 90
resulted from metropolis and not national agendas; They had economical plans as
create favorable environments to the capital investments that subordinated the
main Human Rights issue. This is evidenced by the Constitutional American
course during the period that despite the differences between each country, it
showed in most of them similar practices. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="EN-US" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: EN-US;">The
unifying force of such processes was in the impositions of multilateral
organizations represented in the government and other agencies of the United
States. In the particular case of Colombia it produced the contradiction, so
far insurmountable between the “<span style="color: #333333;">social democratic
state governed by the rule of law”</span> that advocates the 1991 Colombian
constitution -guarantor of human rights- and the economical orthodoxy traced,
Neo-liberally oriented, as an opposite trend. Nevertheless, the exogenous
nature of these reformer forces is nuanced hihgligthing the persistent and
diverse popular resistances that demanded in our country deep changes and those
were important too onto the constituent fact of 1991. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="EN-US"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;">Key
words: </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;">Rule of law, Constitution,
Democracy, Constitutional Reform,</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 150%;">Human
Rights.</span></div>
<span lang="EN-US" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br clear="all" style="page-break-before: always;" />
</span>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">INTRODUCCIÓN.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La fórmula que da título a este ejercicio
temático no está exenta de sospecha, como ustedes seguramente estarán de
acuerdo: en el campo de quienes defienden y promocionan los derechos humanos
siempre se cuestiona, con sobrada razón, que estos se soporten sobre los
andamiajes institucionales, habida cuenta de las abismales diferencias que
suelen presentarse entre unos y otros, tan protuberantes y marcadas que casi
podríamos postular la osada tesis según la cual el mayor reconocimiento
normativo de los derechos va en dirección diametralmente opuesta a la plena
vigencia de ellos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Ante todo, y como quiera que las
categorías de análisis, hoy más que ayer, se ubican generalmente en el campo de
las teorías liberales, es decir la exégesis que riñe permanentemente con la
maestra vida, es notorio el hecho de que no suelen adoptarse como objeto de
estudio las contradicciones antagónicas entre las formalidades del derecho y la
realidad social o material de los pueblos, lo que conduce a despojar de
contenido crítico circunstanciado toda aproximación al tema, reduciendo estas a
meros escarceos sobre el inciso, el parágrafo y el artículo; en el mejor de los
casos se adelantan estudios comparados entre la norma en cuestión y <st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la Constitución</st1:personname>
respectiva, y contra ese definitivo límite doctrinal chocará todo intento de
hacer coincidir el articulado con la vida, y no a la inversa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pero, ¿qué secreto mecanismo es el
responsable de esa disyuntiva leyes/vida, latente en la médula de casi todos los
conflictos sociales contemporáneos? <st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">La Constitución</st1:personname> colombiana de 1991, pródiga en
recetas para el bienestar común cuya futilidad ha quedado de presente en estas
décadas, sin ser la única en su estilo muestra sin embargo suficientes
elementos para comprenderlo. Trataremos entonces, a lo largo de estas páginas,
de mostrar cómo nuestra Carta Fundamental, también llamada Constitución de <st1:personname productid="la Paz" w:st="on">la Paz</st1:personname>, contiene en sí misma las
ambivalencias que, en punto a la vigencia y garantía de los derechos humanos,
la tornan esclerótica e inane, subyugada por prioridades internas superiores,
como el modelo económico existente, del cual aquella se convierte en mera
celestina; de paso, trataremos de mostrar también cómo no es esta una tendencia
original de la legislación colombiana, sino el resultado de acomodamientos y
reajustes ocurridos en el mundo real -la producción, distribución y consumo de
bienes y servicios- en casi toda América Latina, para no abandonar el
patio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">METODOLOGÍA.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Las hipótesis principales de este
trabajo presumen que, a) la ola de
reformas estructurales en los países del continente obedeció a designios e
intereses ubicados en la metrópoli dominante y no siempre, ni siquiera
principalmente, a sus propias agendas e intereses nacionales, y, b) por
pertenecer esos designios al ámbito de las prioridades económicas los derechos
humanos aparecen subordinados a estas; nos apoyamos ello en una rápida
observación de los aconteceres constitucionales de la región en el periodo dicho,
demostrando que no obstante las obvias diferencias situacionales de cada país
hubo un elemento unificador, o cordón umbilical, que uniformó los destinos
continentales en punto a sus ejercicios reformistas. Por este camino podremos
sustentar lo mencionado arriba, es decir que los programas y estrategias
nacionales se supeditan siempre a imposiciones abiertas o veladas de las
transnacionales, representadas en el gobierno y otras agencias de los Estados
Unidos, para arribar luego a la conclusión según la cual, en el caso particular
de Colombia, existe una contradicción hasta ahora insalvable entre la vigencia
del Estado Social de Derecho previsto en <st1:personname productid="la Constitucin" w:st="on">la Constitución</st1:personname> del 91,
con su carga garantista de los Derechos Humanos, y el contenido neoliberal de
la misma en cuanto al modelo económico impuesto, con su carga de
privatizaciones, desregulación y todo lo que ello implica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">LA CUESTIÓN.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Los
años noventa: crisis de los modelos institucionales imperantes<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La introducción del capitalismo en la
otrora poderosa y disuasiva Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, -Urss-
su posterior desmembramiento y el secuencial derrumbamiento del campo
socialista, bloque de poder opuesto al imperio norteamericano, todo ello
ocurrido con pena y sin gloria -si se le compara con las sangrientas, dolorosas
y prolongadas luchas adelantadas para
derribar a los regímenes clasistas contemporáneos o arcaicos-, constituyó el
penúltimo obstáculo para la reconquista del poder político/militar mundial por
parte de las fuerzas reaccionarias pro capitalistas -el último, la tenaz
resistencia organizada del movimiento obrero internacional, habría de ser
removido a sangre y fuego, principalmente, pero también por sustracción de
materia a causa de la des-regulación laboral y la des-industrialización
simultánea-; se inició así la feroz revancha social contra las principales
conquistas sociales y económicas del mundo del trabajo obtenidas en los últimos
cien años, se introdujeron cambios en el papel del Estado para que este
interviniera sólo en función del gran capital y, en estas circunstancias, el
sector considerado más débil en la cadena productiva, los trabajadores y
trabajadoras del campo, la ciudad, la academia, la ciencia, el arte y la
cultura, fue puesto a merced de la voracidad propia del eslabón más fuerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Era obvio, en esta dinámica, que las
constituciones, heredadas casi todas del siglo xix y en alguna medida sensibles
a esas conquistas sociales acogiendo en su seno criterios como los derechos
laborales, la independencia nacional, el crecimiento económico hacia adentro y
otros numerosos conceptos propios del Estado de Bienestar -conjunto de
instituciones y esquemas que en este Continente podrían denominarse como el
modelo de <st1:personname productid="la Cepal-," w:st="on">la Cepal-,</st1:personname>
resultaban ya estrechas para adaptarse a las nuevas necesidades -y
posibilidades, sobre todo- del gran capital, que incorporaba a sus esquemas de
trabajo todo un vademécum de contra-reformas regresivas expresadas como
apertura de mercados, flexibilización laboral, reducción del Estado,
desregulación económica, privatización de activos públicos productivos como la energía
eléctrica y las telecomunicaciones, y finalmente la mercantilización de
funciones/derechos como la seguridad social y la educación superior, para
mencionar las áreas más sensibles, cuya esencia es facilitar los negocios de
capitalistas tradicionales y emergentes, mejorar la competitividad, aumentar
los márgenes de utilidad por el camino reducir los costos laborales, todo ello presuntamente
dirigido a estimular las inversiones y atraer el capital extranjero. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Sin embargo, al tiempo actuaban en el
escenario otras fuerzas, los movimientos sociales y políticos de oposición o
alternativos, que por diversos medios disputaban al establecimiento la
conducción del país y formulaban sus propias propuestas de desarrollo,
resistían las contrarreformas regresivas y en más de una ocasión amenazaron
seriamente la estabilidad del régimen, bien por la vía electoral -opción más fácil
de capear mediante el simple expediente del fraude- o por las otras; estas
fuerzas, que sin ser mayoritarias mantenían no obstante un alto nivel de lucha
y gozaban de reconocimiento ciudadano, también reclamaban cambios sustanciales
en el statu quo, y si bien no era su prioridad la modificación de <st1:personname productid="la Carta" w:st="on">la Carta</st1:personname> -comprensivas como
eran de la dicotomía planteada al principio- sí exigían en cambio reformas
profundas y no solo maquillajes, aunque desde luego el sentido de sus reclamos
era totalmente distinto y casi siempre contrapuesto al rumbo que al país
querían imprimirle las fuerzas de la alianza hegemónica gobernante. De esta manera,
entonces, se configuró una situación semejante a la descrita en su momento y
circunstancias por el teórico revolucionario Lenin, cuya síntesis es que ni los
de arriba pueden, ni los y las de abajo quieren, mantener la misma estructura
de dominación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Es este el marco general de la época
-últimos 20 años del siglo xx- en que, como afirma Valadés, se produjeron
reformas constitucionales significativas en por lo menos 79 países, algo así
como la mitad de los Estados miembro de las Naciones Unidas. Que este periodo
de modificaciones coincida con el hundimiento del denominado campo socialista, el
advenimiento en el mundo de la actual unipolaridad nuclear (Alfredo
Jaife-Rahme,) dominante y la imposición por bombarderos de la globalización
económico/financiera de estirpe neoclásica, no es una mera coincidencia sino
más bien el resultado -con muy pocas excepciones en las que los procesos
estuvieron determinados por movimientos populares o tendencias progresistas- de
una nueva correlación de fuerzas a nivel planetario, que por supuesto exigía los
ajustes estructurales necesarios para mejor usufructuar, desde el bloque de
poder supranacional, las nuevas
realidades; en esta hecatombe involutiva de la historia se vienen presentando, claro
está, calificadas víctimas, en sentido institucional,
como la noción de soberanía nacional -fundamento de toda arquitectura
republicana-; la soberanía popular -base para las modernas construcciones
democráticas-; el Estado de Bienestar -condición para el progreso sostenible- y
muchas otras, emblemáticas figuras del arduo camino seguido por la humanidad
para instaurar y consolidar Estados, países, naciones, legislaciones,
jurisprudencias y otros conceptos, desde
la herencia greco/romana hasta nuestros días pasando por el renacimiento, la
ilustración y la modernidad, estadios todos ellos decisorios en la
configuración de los perfiles estatales, constitucionales y legales que, en
términos generales, para bien o para mal, en mayor o menor medida, permitieron
el progreso de las sociedades durante siglos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Ahora bien: hasta 1989, cuando comenzó
a horadarse en gran escala el que se aparentaba sólido edificio del socialismo
real con la poderosa Urss a la cabeza, el constitucionalismo era percibido como
una ocupación propia de personas expertas sin que se viera clara, al menos para
las grandes mayorías desposeídas, su relación con la vida cotidiana; al fin y
al cabo, los años 60, 70 y comienzos de los 80 del siglo pasado habían asistido
a multitudinarias, ruidosas y permanentes revoluciones sociales y políticas que
arrasaban con lo establecido y, claro, la primera víctima -si así puede
llamarse a quien de alguna manera victimaba- eran los ordenamientos jurídicos,
las constituciones, que en el mejor de los casos pasaban a ser piezas de museo,
habida cuenta de que, ahora sí, comenzaba la era del predominio de la realidad
sobre la formalidad, es decir que en adelante se legislaría de facto, sobre la
marcha, atendiendo a las circunstancias de apremio que la vida misma iba colocando
sobre el tapete. En los países del bloque socialista, que junto al movimiento
obrero internacional y los movimientos de liberación nacional -eran los
estertores finales del vergonzoso sistema colonial mundial- lideraban sin duda
alguna la marcha de los sucesos, poca actividad en los terrenos de la teoría
constitucional o de la filosofía del derecho era observable, por cuanto la premisa
central de su doctrina concebía al Estado y su andamiaje jurídico/institucional
como sucesos históricos, es decir que no habían existido ni existirían por
siempre, siendo en tal medida transitorios,
que habrían de ceder su predominio a favor de un derecho natural de estirpe
diferente al juis-naturalismo, en tanto que el nuevo orden estaría basado en el
consenso -instancia superior al Contrato Social, en ese esquema-, posible a la
vez debido a la paulatina extinción de las diferencias de clase social por la
desaparición de la propiedad privada sobre los medios de producción, y con
ellas de su enfrentamiento mutuo, lo que finalmente haría inoficiosa toda
disposición distinta a la auto regulación individual y colectiva. Por supuesto
que semejante fórmula, teóricamente correcta pero incapaz de trazar
prospectivas para escenarios distintos u opuestos al imaginado -que luego revelaría
dramáticamente también su incapacidad para garantizar la estabilidad del
régimen-, no ofrecía suficiente estímulo para una labor intelectual o académica
en el campo del derecho, disciplina que en el rigor de la teoría marxista,
fundamento conceptual de esas democracias populares, no debería hacer cosa
distinta que estampar en normas positivas el decurso de la vida, en este caso
los logros del sistema. Resumiendo, se puede afirmar que jamás se pensó, en el
socialismo, que el camino para el reconocimiento o imperio de un derecho era la
expedición de una norma positiva sino al contrario: todo avance social o
político del Estado se estandarizaba posteriormente mediante su introducción en
el Corpus Jurídico; no tenían ni el derecho ni su manifestación reglada, en
este orden de ideas, el poder regulatorio, inspirador y conductor que se le
suele atribuir en la civilización del libre mercado. También aquí podríamos
decir que el postulado es correcto e ideal, pero en el diario vivir condujo a
que la intelectualidad y la academia marxistas, por decirlo así, no ejecutaran
ese movimiento de la razón y del espíritu que les condujera a pensarse el mundo
en la perspectiva institucional, es decir avizorar el futuro, anticipar las
dinámicas sociales en términos del derecho, del constitucionalismo no ya como
una simple técnica fría y rígida sino como una ciencia social. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Esta circunstancia, por supuesto
desgraciada pero plenamente coherente con la doctrina que le daba origen,
conduciría en los años del post socialismo a una curiosa situación -por
quitarle el hálito de tragedia que la cubre-, consistente en que una formación
económico/social en cuyos marcos llegó a vivir no hace siglos, sino ayer nada
más, la tercera parte de la humanidad, no legó a esta ninguna herencia
constitucional de envergadura, ningún aporte considerable en el mundo del
derecho, digno de análisis y de adopción crítica, razón por la cual todo el
acervo jurídico que hoy nos acompaña ha sido elaborado en condiciones del
capitalismo, producido por hombres y mujeres entre quienes habrá sin duda
personas brillantes, con amor por la humanidad, probablemente, pero
irremediablemente determinados/as por las condiciones materiales, sociales y
espirituales creadas por esta forma de organización social. Al fin y al cabo,
también es de estirpe marxista la premisa según la cual es la existencia la que
crea la conciencia, aunque al interior de ese marco de existencia surjan
también las ideas germinales de una nueva sociedad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Así las cosas, el fenómeno globalizador
a ultranza encontró a la humanidad progresista, sinceramente democrática, casi
que en condiciones de indefensión en materia de teorías y formas
constitucionales de avanzada: si bien el mismo Valadés hace un vistoso repaso
de las altas personalidades que en México animan la discusión y el ejercicio
académicos en el campo del derecho, lista que podría ser nutrida hasta el
infinito con practicantes de otros países del continente, enfrentamos por lo
menos dos problemas, de enorme magnitud en la tarea de poner el derecho
constitucional en sintonía con los dolores de este mundo: a) la debilidad
estructural de los proyectos constitucionales alternativos, progresistas y
democráticos, y, b) la acuciosidad de los verdaderos poderes en las sociedades
contemporáneas, el gran capital nacional o transnacional con sus arsenales
nucleares -único sostén del statu quo a escala planetaria, dice de Sousa Santos-,
poco inclinados a la transacción o el debate y muy dados a la imposición. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Por ello, en tanto los círculos académicos
discuten las reformas necesarias en un país determinado, ya la dinámica
económica global ha trazado rumbos diferentes, que hacen inoficioso el
ejercicio o la propuesta inmediatamente anterior, como señala Boaventura De
Sousa Santos al constatar que el neoliberalismo globalizador hizo del derecho
fácil presa de las multinacionales, implantando un esquema movedizo que pendularmente
va de lo legal a lo ilegal, según los intereses geoestratégicos de la
dominación y con la mirada pasiva e impotente de las legislaciones internas y
sus agentes en los países/objeto. Esto ocurre mientras los pueblos de América
Latina no logran aún establecer plenamente las formas constitucionales más
acordes con sus realidades, y mientras, como en el caso de Colombia, ni siquiera
se ha desplegado todo el contenido garantista de la carta cuando ya el
conservadurismo y la nueva derecha constitucional impusieron contrarreformas
regresivas a su articulado, y están logrando por vía del “Estado de opinión”,
engendro del uribismo “jurisprudencial”, severos retrocesos en su espíritu. Podemos
comprobar este aserto siguiendo a Marsitella Svampa, rigurosa y comprometida
investigadora rioplatense, y trayendo a colación el caso de la explotación
minera en gran escala y a cielo abierto, no solo en nuestro país sino a nivel continental:
cuando esta actividad venía siendo cuestionada duramente por la sociedad y no
solo por el activismo ambientalista; y cuando se creía que estábamos a punto de
lograr reglamentaciones severas, que la hicieran casi imposible debido a la
inmensa amenaza que constituye en todos lo órdenes, resulta que es ahora una
segunda fase en el modelo económico neoliberal, complementaria de la oleada
original de los noventa, que ha traído consigo una “devastación institucional”,
dice ella, ya que requiere de un marco jurídico ampliamente favorable a la
explotación ilimitada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Episodios actuales en nuestro país
confirman, desafortunadamente, las tesis de esta autora: en donde hoy se
construye la pomposa y amenazadora represa del Quimbo, territorio del Huila,
desde hace varias décadas se adelantaban explotaciones mineras, unas
artesanales y otras no tanto, pero en todo caso a cargo de gentes de la región;
el gobierno, con el pretexto de la protección ambiental por encontrarse las minas
y el área en zona de protección boscosa, expidió el año pasado un decreto
prohibiendo estas explotaciones, pero en cambio firmó un contrato con la
multinacional Emgesa, hispano/canadiense, para un megaproyecto cuyas primeras
repercusiones funestas fueron el desalojo de la población originaria, por un
lado, y la desviación nada menos que del río Magdalena; ¿no es este un típico
caso de legislación a favor de los poderosos, en este caso extranjeros, para
más señas? así, ¿adónde va a parar el ejercicio académico institucionalista?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Peor aún: recientemente fue aprobada
en el congreso, “sin quitarle una coma” al proyecto original del gobierno, una
reforma de la justicia cuyo contenido no solo es reaccionario sino francamente
garante de impunidad en los crímenes de lesa humanidad cometidos en ejercicio
de la parapolítica; sobre los alcances de este engendro había advertido en la
revista Semana la columnista María Jimena Duzán, señalando que la misma
cerraría de una vez por todas la posibilidad de castigo para criminales,
terratenientes y multinacionales que habían ejecutado y/o financiado esa
barbarie, y mostrando de paso cómo el establecimiento venía tomando medidas en
esa dirección, como la supresión de la Fiscalía 8 de Medellín que llevaba el
proceso contra Chiquita Brands por hechos relacionados que, incluso, le habían
significado una condena en los Estados Unidos pero que en Colombia fueron
precluidos por la Fiscalía que heredó el proceso. Es este un claro ejemplo de
cómo, en esta histórica puja entre la democracia y el mercado va ganando este
último ya que estas decisiones judiciales pueden interpretarse como la
“confianza inversionista” que tanto se proclama en los últimos años, triunfo
del mercado cuya máxima expresión es la entrada en vigencia del Tratado de
Libre Comercio con los Estados Unidos, de consecuencias no ignoradas contra la
producción nacional. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif";">Pero tal vez la más
grave de todas estas gabelas es la ampliación del periodo de los magistrados de
ocho a 12 años y la ampliación de la edad de retiro forzoso a los 70 años. Con
esta decisión se le da un golpe mortal al sistema de pesos y contrapesos que
estableció la Constitución del 91.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Pero volvamos al comienzo, para acercarnos
a una conclusión: son indudables los avances derivados del acuerdo político
-generosa convergencia de voluntades- que condujo a la expedición y entrada en
vigencia de la Constitución de 1991, así como el significativo impacto de ella
en asuntos como la democratización del Estado, la modernización de sus
instituciones y, lo más importante, el vigoroso impulso a la germinación de una
cultura democrática entre la ciudadanía media del país. Es indudable también,
sin embargo, que algunas de las principales conquistas democráticas alcanzadas
en la Carta (desde su preámbulo hasta cierto articulado específico que remite a
escenarios, procedimientos e instancias progresistas), no han tenido mayor
desarrollo legal ni ganado espacio político/social y que, por el contrario, los
embates contra reformistas agenciados por
influyentes sectores reaccionarios han logrado imponer retrocesos. Por
ello, una mirada retrospectiva sobre el devenir de la Carta en sus primeros 20
años conduce necesariamente al intento de
identificar algunas aspiraciones truncadas, la mayoría de ellas,
curiosamente, en detrimento de los sectores populares, quienes mayores
expectativas y esperanzas habían puesto en la histórica reforma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Las deliberaciones y trasunto de la
Asamblea tuvieron alcances extendidos más allá del recinto que la acogía; el
ambiente de inusitada movilización ciudadana originario del magno
acontecimiento se mantuvo durante sus sesiones y aún se exacerbó, entre otras
razones por iniciativa de sus integrantes quienes consideraban necesario
mantener expectante a la ciudadanía para, en un momento dado, presionar esta o
aquella decisión u oponerse a esta o a aquella tentativa. Tan elevado clima de
civilidad y participación ciudadana, difícilmente logrado en otros momentos de
la vida nacional en asuntos de tal naturaleza, se confirma al observar que
tanto las agrupaciones guerrilleras recién desmovilizadas -y en buena medida
inspiradoras de la Asamblea-, como diversos grupos poblacionales minoritarios
tradicionalmente excluidos (indígenas, mujeres, religiones distintas del
catolicismo, entre muchos otros), presentaron ante la Asamblea, para su
consideración, debate y aprobación, numerosas iniciativas y demandas de
distinta índole, muchas de ellas recogidas en el espíritu o la letra del
ordenamiento jurídico así forjado. El resultado de la espontánea consulta ciudadana,
que en la práctica operó a lo largo del proceso como una suerte de Cabildo
Abierto permanente, no podía ser
distinto: una Constitución moderna y
democrática, inspirada en una nueva concepción ideológica, con abundantes
normativas garantistas y nuevas instituciones jurídicas, conquistas de las que
podemos hacer el siguiente apretado resumen:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">*La soberanía popular, invocada desde
el preámbulo mismo de la Carta y, por ello mismo, ineludible para dirimir
controversias interpretativas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">*La
tajante y clara separación de ámbitos operativos entre la Iglesia y el Estado,
y por tanto la reafirmación del carácter laico, no confesional, de nuestras
instituciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">*La
caracterización del Estado colombiano como Social de Derecho, formulación que
nivela en materia de importancia y prioridad los asuntos exegéticos con los
problemas de la gente, los deberes con los derechos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">*La
consagración expresa, a lo largo de su articulado, de un amplio catálogo de Derechos Humanos, casi la
totalidad de la Declaración Universal de 1948.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">*La
introducción en el corpus jurídico de nuevos mecanismos para hacer efectivos
los derechos, estableciendo así severos límites al poder del Estado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">*La
discriminación positiva a favor de grupos vulnerables, marginados o en
situación de debilidad manifiesta, como garantía de la igualdad real y
efectiva, no solamente formal, de sus derechos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">*El
tránsito desde la democracia representativa hacia la democracia participativa,
para lo cual se introdujeron innumerables mecanismos de autogestión y control
ciudadanos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">*La
definitiva supresión de la figura del Estado de Sitio, vergonzosa herencia del
siglo XIX y marca indeleble del atraso durante el XX. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">*El
reconocimiento, en la letra y el espíritu, del carácter pluriétnico,
multicultural y pluralista de Colombia en lo político/ideológico, valorando la
diversidad y la diferencia como fortalezas nacionales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">*El pluralismo jurídico, coexistencia del derecho
tradicional, privativo del Estado, con nuevos mecanismos alternos como la
Justicia de Paz, la Jurisdicción Indígena, los Consejos Comunitarios de
población afro y la Conciliación en Equidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">*Por
sobre todo, la creación de la Corte Constitucional, llamada a jugar un decisivo
papel, como se ha mostrado a lo largo de estos años, en la defensa de la
institucionalidad democrática y de las garantías ciudadanas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
fin, como puede apreciarse en este incompleto resumen, la Constitución del
1991, resultante como era del puro crisol nacional en un contexto de crisis
generalizada y agobiante, acertó en la búsqueda de caminos para la superación
de ese estado de cosas. Para ello, y como era de esperarse dado el diagnóstico
precedente, amplió las libertades y los derechos ciudadanos, reconoció valores
como el pluralismo y la tolerancia, se pronunció y obró contra las
restricciones arbitrarias y contra la exclusión, estimuló la participación y el
fortalecimiento del tejido social, desestimó el individualismo y fomentó en
cambio la solidaridad; en una palabra, trató de eliminar los atavismos
autoritarios y fortalecer, en cambio, la cultura y la práctica de la
democracia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Ello explica la embriagante euforia que, justificadamente,
invadió a la sociedad colombiana en su conjunto pero, dentro de ella y
principalmente, a los grupos tradicionalmente excluidos, discriminados y/o
perseguidos, así como a los sectores de opinión altamente sensibilizados frente
a los valores de la democracia y la civilidad; no era para menos pues el texto
aprobado, casi se puede afirmar, no dejaba cabo suelto en la ruta hacia el
bienestar y el predominio de los derechos. Se entendía, claro está, que los
problemas no tendrían solución inmediata, y que el camino sería arduo para
aclimatar el nuevo espíritu de concordia nacional, pero existía consenso en
considerar que al menos la normativa adoptada había satisfecho todas las
expectativas creadas. La historia de los países en general, pero con mucho más
rigor la del nuestro, nos enseña que la sociedad, la ciudadanía, la gente del
común, suele confiar en que los problemas se resuelven por medio de Reformas
Constitucionales, o en todo caso con la expedición de leyes y otros
instrumentos legales. Esta tradición, aupada por la clase dominante mediante el
ardid denominado ilusionismo constitucional, tuvo su momento cumbre en el caso
que nos ocupa cuando, tal vez por la profunda crisis que rodeó sus pormenores,
tuvo la virtud -porque así se debe calificar su impacto en la sociedad- de
generar demasiadas expectativas sobre sus posibilidades reales en la vida;
sobre todo, se creó exagerada confianza -del tamaño del anhelo, ciertamente- en
sus alcances y posibilidades para
alcanzar la tan esquiva paz, al menos
entendida como el silenciar de los fusiles, y hasta para lograr el cambio en
las costumbres políticas y frenar la corrupción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pues así habría podido ser, desde luego, pero en los análisis
originaban esa euforia, o en la simple información que la gente recibía
diariamente, faltaba por lo general el
elemento amenaza para completar el cuadro Dofa de la Carta: la labor de zapa
que contra el nuevo orden adelantaban desde siempre quienes también desde
siempre se opusieron a él. Con nombres propios, aunque reducidos casi a la nada
en esos tiempos -ganarían mayor protagonismo después, en pleno imperio de las
mafias y del paramilitarismo, su ahijado-, se encontraban al acecho gentes como
Plinio Apuleyo Mendoza, Fernando Londoño Hoyos, Álvaro Uribe Vélez, José
Obdulio Gaviria y otros nombres hoy casi todos “prontuariados” que aún siguen
alineados en la matrera conspiración. Desde sus púlpitos laicos y con un pie en
los cuarteles condenaban a la criatura sin permitirle dar los primeros pasos,
persuadidos como estaban de que, por reducida que fuese la esfera de los
cambios en vislumbre, era en todo caso superior al destino que estas voces le
reservaban al país: nada más que el mantenimiento y profundización de los
privilegios, con su inevitable corolario de arbitrariedades y abusos del Estado
contra la población civil. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pero la verdadera amenaza era el propio texto que en su entropía
había introducido, junto a las conquistas celebradas, el germen de sus propias
contradicciones y de su autodestrucción, pues al tiempo que prospectaba la
sociedad con su amplio catálogo de garantías había estampado también, en
insoportable ambivalencia, permisividad frente a modelos económicos y medidas administrativas de marcada estirpe
neoclásica, proclives a la privatización de lo público rentable y estratégico y
favorables al capital privado. Se entronizaban así los principios de la que
Uribe y su cohorte darían en llamar, una vez restablecidos del susto, la
confianza inversionista, convertida en el fucú de la nación y de cualquier
proyecto progresista. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sobrevino pues lo inevitable: no bien entrada en vigencia la
prometedora Carta ciudadana, se desató contra ella la más tremenda ofensiva,
orientada inicialmente a impedir su aplicación y enseguida a desmontarla. Los
primeros en acometer la sucia y coordinada tarea fueron las bandas
paramilitares de base mafiosa quienes, al fracasar en su intento de refundar el
Estado, aferrados al espíritu de la Regeneración, decidieron embarcarse en la
aventura de lo que en nuestros días se ha dado en llamar “captura instrumental
del Estado”, en sus espacios local y regional, sobre todo, mediante alianzas
con grupos y personas de la política en esas regiones, y burócratas del
establecimiento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Default" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">CONCLUSIONES<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Son
indudables los avances que significó la Carta política concebida en el seno de
la Asamblea Nacional Constituyente, pero igualmente son muchos los campos de su
geografía que han quedado desiertos ya sea por ausencia de los necesarios
desarrollos legislativos o jurisprudenciales o simplemente por falta de
voluntad política, tesis en cuyo respaldo presentamos el siguiente resumen de
asuntos pendientes: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">*La
tensión más fuerte de la Constitución es la que enfrenta a las promesas
derivadas del texto, contenidas en la formulación Estado Social de Derecho, con
las realidades que impone la vigencia de las políticas económicas neoliberales.
En este sentido, los últimos ajustes como la aprobación de la Regla de
Sostenibilidad Fiscal inclinan mucho más la balanza hacia el predominio del
mercado sobre las personas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">*Aunque
la Carta del 91 fue llamada la Constitución de la Paz, pues tenía origen en
desmovilizaciones y aspiraba a completar la tarea por el camino de la
reconciliación y el diálogo, lo cierto es que durante el gobierno de Uribe el
país retrocedió enormemente en esta materia, pues los dos periodos de este
mandatario fueron de guerra abierta sin posibilidad alguna de alcanzar la paz.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">*En
lugar de que el paramilitarismo, criatura del Estado como queda visto, fuera
castigado según el ordenamiento legal, se le rodeó de impunidad y se le dio
marcado protagonismo sobre todo en los gobiernos de Uribe. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">*La
pobreza y la exclusión de ella derivada han crecido desproporcionadamente, al
lado de una mayor concentración de la riqueza hasta hacernos hoy el país más
desigual del mundo. En este sentido, decisiones con base en las permisividades
de la Carta, como la privatización de la salud, de la educación y de los
servicios públicos esenciales, incidirán gravemente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">*En
cuanto a la participación ciudadana, piedra angular de toda reforma
progresista, se crearon numerosas instancias, hasta el punto de poder hablar de
saturación de ellas, pero los ámbitos decisorios son muy limitados y no pasan
de ser instancias consultivas, lo que ha desestimulado su utilización. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">*Las
comunidades indígenas y afro colombianas, en cuyo respaldo se produjeron
importantes desarrollos normativos y jurisprudenciales, siguen siendo sin
embargo víctimas de desplazamiento, despojos y situaciones insoportables de
hambre y toda clase de carencias. Hoy, cuando se creía que la Ley de víctimas y
restitución de tierras habría de significar una segunda oportunidad para ellas,
vemos con pavor el asesinato de sus líderes y liderezas, en plena impunidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">*Finalmente,
la crisis de la justicia continúa imparable, lo que la aleja de la ciudadanía y
amenaza con hacer colapsar las instituciones, entre otras razones por la
creciente impunidad, la carencia de presupuesto y el estancamiento de los
modelos alternativos de justicia, por falta de apoyo estatal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Hasta
dónde y hasta cuándo resistirá el país estas tensiones es algo que solo el
tiempo lo dirá, pero no deberíamos permitir que este pasara sin nuestra
incidencia directa. Por ejemplo, queremos enunciar tres temas en torno a los
cuales gira buena parte del interés nacional y también el sentido fundamental
de la controversia ideológica y de la acción política; la manera como el
gobierno -y las fuerzas políticas en general- encaren estas cuestiones y las
gestionen en sentido progresista, con marcado sesgo democrático, reformador,
determinará el rumbo inmediato de este país: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="es" style="font-size: 10.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #000A; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-language: ES-CO;">1)<span style="font-size: 7pt; line-height: normal;">
</span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La guerra o la paz.</span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;"> Ha fracasado la política de Seguridad Democrática en
su propósito de liquidar o reducir al
mínimo a la guerrilla, pero en cambio ha
sido exitosa en prohijar la violación sistemática de los Derechos
Humanos y en mantener al país en clima de zozobra, captando de paso,
arbitrariamente, la mayor proporción del presupuesto nacional en detrimento de
las áreas social y productiva. Los hechos sin embargo han puesto de nuevo en la agenda pública no
solo la incuestionable necesidad, pero también la posibilidad, que ahora se
ofrece para retomar los diálogos con la insurgencia sobre bases muy firmes, con
la participación activa de la sociedad civil y con propósitos orientados desde
el comienzo a la desmovilización y el desarme. La actitud de gobiernos vecinos
y hoy amigos, como los de Chávez y Correa, y el reconocimiento de un conflicto
armado en el país, por el lado institucional y el prolongado e indiscriminado
martirio que la guerra representa, son hechos de enorme peso en la decisión de
las partes para reiniciar los diálogos. La guerrilla ha dado buenas señas con las
liberaciones unilaterales de personas retenidas y con las declaraciones de sus
líderes, el congreso ha aprobado la Ley de Víctimas y el marco jurídico para la
paz y el gobierno ha aceptado la existencia del conflicto; ¿qué esperan? </span><span lang="es" style="font-size: 10.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: #000A; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: Arial;">2)<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La
Ley de Víctimas y restitución de tierras. </span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">La aprobación por el Congreso y su posterior
reglamentación constituye un acto de
audacia si se tiene cuenta que el gobierno anterior, cómplice del despojo y de
los crímenes contra el pueblo, hizo todo lo posible por torpedear su gestión y,
en últimas, por despojarla de toda incidencia real progresista. Si el actual
gobierno atiende los reparos que justificadamente vienen planteando las propias
víctimas a través de sus organizaciones, con el apoyo de sectores políticos y
académicos progresistas, será posible contar con una valiosa herramienta para
resarcir al menos en parte el inmenso daño que se ha hecho a más de 4 millones
de personas. Esto debería conducir, entonces, a que el gobierno radicalice su
posición a favor de la restitución de tierras, derrotando a esa extrema derecha
opuesta al proceso, que él mismo ha denunciado. Veríamos aquí confirmada la
percepción, que hasta ahora produce el gobierno, de que ha pasado la hora de
los victimarios y ha llegado la hora de las víctimas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-fareast-font-family: Arial;">3)<span style="font-family: 'Times New Roman'; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span></span><!--[endif]--><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Extranjerización
de la tierra</span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">. La nueva y
nociva herramienta de acumulación capitalista, reñida con toda noción de
progreso y desarrollo sostenible, es nada menos que la adquisición de tierras
por parte de países ricos y compañías transnacionales; no es necesario ahondar
mucho en ello para captar la magnitud de los conflictos que derivarán de esta
nueva y regresiva forma de despojo, semejante a los procesos iniciales de
colonización pos ocupación española. Si el congreso de la república no legisla
drásticamente negando toda posibilidad de que Colombia ingrese a dicho frenesí
neo colonizador, no queremos ni imaginarnos lo que pueda ocurrir, en un país en
donde las luchas por la tierra permean todo el acontecer político de los
últimos dos siglos. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Repetimos: ¿hasta cuándo resistirá el país estas
asfixiantes tensiones, que una y otra vez se manifiestan en el horizonte
nacional como sombras amenazadoras? Mejor aún, ¿qué rumbo seguirá el país para
superarlas? Estos interrogantes constituyen verdaderos desafíos para las
fuerzas democráticas, progresistas y alternativas, tanto las preexistentes como
las de reciente aparición tipo Marcha Patriótica, Mane, y algunos gobiernos
locales o regionales. Estos últimos cuentan, al menos, con el estímulo
representado no solo en su larga tradición de lucha interna sino también en los
acontecimientos continentales, que dan cuenta de cambios significativos, rumbos
diferentes y propuestas triunfales; una de ellas, verdadera
centralización/sistematización de esas expresiones, el Foro Social Mundial, con
su persistencia paralela a las “cumbres” del Gran Capital nos está indicando,
una y otra vez, que otro Mundo es posible, y que debemos luchar por él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle">
<br /></div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><br clear="all" style="page-break-before: always;" />
</span>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">BIBLIOGRAFIA<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Bobbio,
Norberto, (1990), <i>El futuro de la
democracia</i>, Barcelona, Editorial Plaza y Janes. <b><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: 12.0pt; tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Sartori
Giovani, (1994), <i>Que es la democracia</i>,
Bogotá, Ediciones Altamira, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 12.0pt; tab-stops: 35.45pt; text-indent: -1.75pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Sequella
Agustin, (1987), <i>Democracia e igualdad en América latina, </i>Ponencia presentada en el
congreso Europa y América Latina en dialogo” Munster<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 12.0pt; tab-stops: 35.45pt; text-indent: -1.75pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Valadés
Diego, (2002), <i>Constitución y Democracia</i>, México, Universidad Nacional Autónoma de
México<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 12.0pt; tab-stops: 35.45pt; text-indent: -1.75pt;">
<u><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Entrevistas,
artículos<o:p></o:p></span></u></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 12.0pt; tab-stops: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -1.75pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Jaife-Rahme,
Alfredo, 2011, <i>“En la geoestrategia
mundial el orden es bipolar; en geoconomía es multipolar; y en el orden
financiero unipolar”</i> entrevista hecha por Fernando Arellano Ortiz, <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">el Observatorio
Sociopolítico Latinoamericano,</span></span><span class="apple-converted-space"><b><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 6.5pt; line-height: 115%;"> </span></b></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Bogotá<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 12.0pt; tab-stops: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -1.75pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">De
Sousa Santos Boaventura, 2011, <i>“Neoliberalismo
facilitó secuestro del derecho por las transnacionales, hasta el punto que la
legalidad va a la par con la legalidad”</i> entrevista hecha por Fernando
Arellano Ortiz, <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano,<span class="apple-converted-space"><b> </b></span></span>Bogotá<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 12.0pt; tab-stops: 35.45pt; text-align: justify; text-indent: -1.75pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Svampa
Marsitella, 2011, <i>“Modelo Minero a gran
escala además de causar miseria atenta contra la democracia y los derechos
humanos en América Latina” </i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano,<b> </b></span></span><span class="apple-converted-space"><b><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 6.5pt; line-height: 115%;"> </span></b></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Bogotá<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 12.0pt; tab-stops: 35.45pt; text-indent: -1.75pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Revista
semana, artículo: “Jugando con el hambre: los millonarios negocios con la
tierra” abril 7 de 2012<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Revista semana, artículo: “La
descuartizada” María Jimena Duzán, </span><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CO; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-language: ES-CO;">Sábado 12 Mayo 2012, </span><span style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">La Constitución
se nos volvió un papel que se puede reformar en beneficio propio y que puede
ser manipulado por nuestra poderosa clase política.</span><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-CO; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-language: ES-CO;"><o:p></o:p></span></div>
<h1 style="line-height: 115%; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="X-NONE" style="color: #3f3f3f; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12.0pt; font-weight: normal; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial;"> </span></h1>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<div class="MsoNormal">
<a href="file:///C:/Users/ALVARO%20SEPULVEDA/Desktop/CONSTITUCIONALISMO%20Y%20DERECHOS%20HUMANOS%20.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> <span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD;">Abogado,
especialista en Instituciones jurídicas y derecho público, docente de cultura
democrática y formación ciudadana en <st1:personname productid="la Universidad" w:st="on">la Universidad</st1:personname> del Valle, Director de <st1:personname productid="la Escuela Ciudadana" w:st="on">la Escuela Ciudadana</st1:personname><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-81823106268412410522012-02-04T12:29:00.000-08:002012-02-04T12:29:15.842-08:00Los tres rasgos de la justicia democrática Por: Mauricio García Villegas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-_VCfC2r8xNw/Ty2U5WCAPyI/AAAAAAAAAIM/uneHsf2U1hs/s1600/mauricio-garcia-villegas-alta.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://1.bp.blogspot.com/-_VCfC2r8xNw/Ty2U5WCAPyI/AAAAAAAAAIM/uneHsf2U1hs/s200/mauricio-garcia-villegas-alta.gif" width="166" /></a></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 11.8pt; mso-outline-level: 3; text-align: justify;"><i><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></i></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 11.8pt; mso-outline-level: 3; text-align: justify;"><i><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;">El miércoles de esta semana, en la Universidad de los Andes, tuvo lugar un evento académico para celebrar los diez años de la publicación del Caleidoscopio de las justicias en Colombia.<o:p></o:p></span></i></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.15pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 11.8pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La investigación que dio lugar a este libro, en el cual tuve la fortuna de participar, fue dirigida por el profesor portugués Boaventura de Sousa Santos. Son muchos los análisis y las conclusiones interesantes que se plasmaron en esta investigación, iniciada hace quince años y que contó con la participación de unos veinte investigadores, de varias disciplinas, que trabajaron durante casi cinco años. Voy a señalar sólo tres que me parecen particularmente relevantes:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.15pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 11.8pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">1. En Colombia existe una brecha demasiado grande entre la oferta de justicia (lo que los jueces resuelven) y la demanda de justicia (lo que la gente necesita que los jueces resuelvan). Una buena reforma judicial no se puede reducir a los problemas relativos a la oferta y, entre ellos, a la congestión. Este punto de vista (usualmente defendido en los ministerios de Justicia) es insuficiente y debe ser complementado con un punto de vista social, que tenga en cuenta los problemas relativos a la demanda, entre ellos el del acceso a la justicia.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.15pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 11.8pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">2. La oferta de justicia en Colombia no sólo es reducida, lo cual significa que muchos conflictos se quedan por fuera del sistema judicial, sino también selectiva. Es decir que los jueces, sobre todo en algunas jurisdicciones como la civil y la penal, están dedicados a resolver procesos que no necesariamente son los más importantes para la ciudadanía. Así, por ejemplo, mientras en materia penal los jueces se concentran (a falta de recursos para investigar) en los casos más fáciles, en la jurisdicción civil buena parte de lo que hacen es resolver, a través de procesos ejecutivos, los problemas de cartera que tienen las grandes empresas privadas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.15pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 11.8pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">3. Hoy en día los jueces son protagonistas de la vida política nacional, lo cual les ha dado un gran poder para controlar, entre otras cosas, los desafueros de la clase política. Eso está muy bien. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la judicialización de la política entraña la politización de la justicia y que eso tiene riesgos. Para evitarlos es necesario que la politización de la justicia no implique, como ocurre con alguna frecuencia hoy en día, la irresponsabilidad de los jueces; que la justicia resuelva, de manera pronta y eficaz, los conflictos que se originan en la sociedad y que el protagonismo de las altas cortes no conlleve un abandono de la justicia ordinaria.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.15pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 11.8pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En síntesis, una justicia democrática en Colombia debe ser independiente, transparente y eficaz. La independencia es un antídoto contra la concentración del poder (contra el caudillismo presidencial que vimos en el gobierno pasado); la justicia transparente es un antídoto contra el clientelismo y la corrupción, y, por último, la justicia eficaz es un antídoto contra la conflictividad y la violencia social.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.15pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 11.8pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En Colombia la justicia cumple bien con la primera condición, pero no con las otras dos. Tenemos una justicia independiente, pero no lo suficientemente transparente, ni lo suficientemente eficaz. Eso era cierto hace diez años y lo es todavía hoy.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 14.15pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 11.8pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Ahora que las relaciones entre el presidente Santos y la justicia parecen enrumbarse por la vía del desencuentro definitivo (ahora que Santos rompió su promesa de que no criticaría los fallos judiciales) y mientras avanza, lánguidamente, el debate sobre la reforma judicial que cursa en el Congreso, quizás valga la pena volver a leer el Caleidoscopio de las justicias en Colombia.<o:p></o:p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-26601193437708941752012-01-28T12:52:00.000-08:002012-01-28T12:52:11.736-08:00Cinco cosas que podría hacer Santos por las víctimas en vez de marchar, La Silla Vacía<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, sans-serif;">Hoy en Barranquilla, el presidente Juan Manuel Santos se unió a la marcha que planearon varias organizaciones de víctimas en la Costa para rechazar la violencia en contra de los desplazados y para expresar, de forma simbólica, su apoyo al proceso de restitución de tierras. El Gobierno financió el transporte para las víctimas que tuvieran que desplazarse a Barranquilla y también acompañará una marcha más grande en Necoclí, y luego otras en Bogotá y Medellín.</span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Mientras el Gobierno considera que éste es un acto político necesario para apoyar a las víctimas, permanece la pregunta de si al hacerlo se corre el riesgo de que termine cooptando el movimiento de víctimas. O, en el mejor de los casos, si más allá del plano simbólico, y dadas sus responsabilidades como máximo dirigente de la Nación, no habría otros actos políticos quizá más necesarios para avanzar en el proceso de restitución. Por ejemplo:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> </span><b><span style="color: white; font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">. Desenmascarar y enfrentar a la ‘mano negra’<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En junio del año pasado, el presidente Santos <a href="http://wsp.presidencia.gov.co/Prensa/2011/Junio/Paginas/20110614_04.aspx" target="_blank"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">comenzó a hablar</span></a> de una ‘mano negra’ que estaba conspirando en contra de la ley de víctimas y restitución de tierras.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El problema es que Santos se quedó en el discurso. No ha mencionado con nombre propio a una sola persona que esté detrás de esa mano negra y tampoco ha anunciado ninguna estrategia para desenmascarla. Esto, a pesar de que tanto ONG como medios como La Silla Vacía ya han dado pistas sobre las estrategias utilizadas por esta ‘mano negra’ para evitar la restitución de tierras.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Por ejemplo, seis organizaciones de víctimas -entre las que están Codhes, la Fundación Nuevo ArcoIris y Fedepaz- <a href="http://www.eltiempo.com/politica/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-11010622.html" target="_blank"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">enviaron una carta</span></a> a las embajadas de Holanda, Suiza, Francia y Suecia en la que denuncian que hay empresarios que se beneficiaron con el despojo que están detrás de las presiones contra los campesinos que exigen su restitución.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">2. Tomar medidas efectivas para proteger las vidas de los líderes de víctimas<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Desde que se posesionó Santos han sido asesinados 16 líderes de restitución de tierras, el mismo número que fueron muertos durante los primeros seis años del gobierno de Uribe.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Como respuesta a los asesinatos de varios líderes que reclaman sus tierras se puso en marcha el Centro Integrado de Inteligencia para la Restitución de Tierras en marzo de 2011, conformado por el Vicepresidente de la República y los Ministerios de Defensa, Interior y Agricultura, y en el que participan la Procuraduría, la Fiscalía, organismos de inteligencia y contrainteligencia, operadores de justicia y entidades gubernamentales.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Sin embargo, este Centro no ha comenzado a ejecutar las medidas de protección y se ha mantenido sobre todo haciendo análisis de riesgo. Mientras tanto, los líderes siguen siendo asesinados. Los dos últimos murieron en diciembre del año pasado, razón por la cual se convocó la marcha.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">3. Enfrentar a los grandes tenedores de tierras en zonas de despojo.<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La Superintendencia de Notariado y Registro ha estado viajando a distintas regiones del país y ha documentado quiénes son los grandes poseedores de tierras en las zonas de despojo. Lo ha hecho en Montes de María, en la Orinoquía o en el Urabá Antioqueño, zonas donde hubo el mayor desplazamiento. Y aunque en sus informes la Superintendencia ha nombrado quiénes son los grandes tenedores, hasta el momento el Gobierno no ha ordenado su investigación.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Por el contrario, como lo <a href="http://www.lasillavacia.com/historia/la-reforestacion-vs-la-restitucion-de-tierras-que-prevalecera-28079" target="_blank"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">contó</span></a> La Silla Vacía, el Superintendente de Notariado y Registro-sin que haya mediado un proceso de por medio- ya ha dicho que, por ejemplo, Cementos Argos es un tercero de buena fe en Montes de María a pesar de que compró tierras de los campesinos desplazados a muy bajo costo y en el momento más álgido del conflicto en la zona.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Tampoco se ha avanzado en rastrear los bienes de los políticos o funcionarios que ya están condenados por sus vínculos con los paramilitares, algunos de los cuales fueron cómplices del despojo. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">4. Enfrentar el factor Carranza<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Otro de los grandes tenedores de tierras es el empresario de las esmeraldas Víctor Carranza. El Programa Presidencial para los Derechos Humanos así como varios centros de investigación sobre el conflicto han demostrado la expansión territorial de Carranza en Boyacá, Cundinamarca, Meta, Casanare, Guainía, Vichada, Tolima, Caldas, Magdalena, Cesar, Bolívar y Sucre. Y se dice que hace unos años celebró la compra de la hectárea un millón.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Sin embargo, el tema de Carranza ha estado ausente en el discurso del Presidente, quien lo conoce personalmente.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Más que enfrentar estos grandes poderes ligados a las tierras, hasta ahora el Gobierno ha preferido entregar tierras que le pertenecen a la Nación, como lo denunció la Contralora Sandra Morelli. “Mucho de lo que el Gobierno ha hecho hasta hoy no ha sido con las tierras de los victimarios, estamos haciendo esa reparación con terrenos que pertenecen a la Nación, con terreno baldíos”, <a href="http://www.semana.com/nacion/contralora-advierte-inviabilidad-financiera-entrega-tierras/171012-3.aspx" target="_blank"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">dijo</span></a> ayer Morelli.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">5. Reforzar la institucionalidad que empodera a las víctimas<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La restitución de tierras no puede avanzar a menos que se hagan esfuerzos por garantizar que las víctimas tendrán verdaderos aliados a nivel local.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Como <a href="http://www.lasillavacia.com/historia/la-ley-de-victimas-arranca-con-el-pie-izquierdo-en-carmen-de-bolivar-30591" target="_blank"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">explicó</span></a> La Silla Vacía, el personero que fue elegido en Carmen de Bolívar hace tres semanas fue puesto allí por el senador del Pin Antonio Correa, que es cercano a ‘la Gata’, la empresaria del chance condenada por sus nexos con el paramilitarismo. Y el personero es clave para la efectividad de la ley de víctimas y restitución de tierras porque es el encargado de inscribir las organizaciones de víctimas que tendrán voz durante todo el proceso de restitución y de tomar el primer testimonio de la víctima con base en el cual el gobierno central decide si merece indemnización o no.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Si el gobierno no garantiza que a nivel local haya una institucionalidad que genere confianza en las víctimas, será muy difícil avanzar exitosamente en este proceso.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-75800705438857608982012-01-28T12:25:00.001-08:002012-01-28T12:28:28.648-08:00LA AMPLIACIÓN DEL FUERO PENAL MILITAR, UN RETROCESO DEMOCRÁTICO Por: Maureén Maya Sierra, Periodista e investigadora social<div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-O8Ds6xBonPc/TyRaWRQTtGI/AAAAAAAAAIE/pWMcfEHpZow/s1600/Sierra+Nevada+081.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" src="http://2.bp.blogspot.com/-O8Ds6xBonPc/TyRaWRQTtGI/AAAAAAAAAIE/pWMcfEHpZow/s200/Sierra+Nevada+081.jpg" width="200" /></a></div><span style="background-color: white; font-family: Arial, sans-serif;">¿Chantaje o democracia?</span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">La costumbre en que los gobiernos y la sociedad deben temer a las FF MM y hacerles todo tipo de concesiones para evitar su furia, no sólo cuestiona la legitimidad de un Estado democrático sino que además se constituye en grave obstáculo para la plena realización de un Estado Social de Derecho donde la justicia sea, como debe ser, principio fundamental de todas las relaciones sociales y políticas del país.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Mientras la comunidad internacional y los órganos de derechos humanos, como la Corte y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, y los mecanismos especiales de las Naciones Unidas, ha sido reiterativas, desde décadas atrás, al afirmar que someter a los miembros de las FF MM y de policía -incursos en procesos por graves violaciones a los derechos humanos- al Fuero Penal Militar es promover y mantener la impunidad, como lo demuestra la experiencia de varios países, incluido Colombia, el presidente Santos insiste en ampliar el fuero para beneficio de militares investigados por su participación en gran cantidad de crímenes de lesa humanidad.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Una de las propuestas más polémicas que actualmente se debaten en el Congreso sobre el tema, y que llevó al director de Human Rights Watch -HRW-, José Miguel Vivanco, a enviar una carta al presidente Santos el pasado 12 de diciembre, establece que se debe presumir -de acuerdo al artículo 11 propuesto en la Ley de Reforma a la Justicia- que todos los delitos cometidos por la Fuerza Pública están relacionados con el servicio y por tanto deben ser de conocimiento de la Justicia Penal Militar y no de la ordinaria. La iniciativa, que había sido presentada por el Ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, a la que se sumó el proyecto de Defensa Técnica presentado meses atrás por el entonces Ministro de Defensa Rodrigo Rivera, y el llamado ‘Marco para la Paz’ que, según el ponente del proyecto en la Cámara, Eduard Osorio, se trata de un acto legislativo impulsado desde la Alta Consejería de Seguridad Nacional, con el cual también se cobijaría a los militares en el momento en el que se llegara a un proceso de paz, encendieron el debate.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Según afirmó Vivanco en su misiva, con respecto al artículo 11 del proyecto de reforma a la justicia, “Este artículo que permitiría que los casos de violaciones de derechos humanos cometidas por la fuerza pública sean conocidos por el sistema de justicia militar— contraviene directamente la jurisprudencia de los más altos tribunales de justicia de Colombia y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y se opone además a lo establecido por otros organismos internacionales de derechos humanos relevantes. Su aprobación revertiría gravemente los avances recientes logrados por Colombia para asegurar que se juzguen los abusos militares. Igualmente, al prácticamente garantizar impunidad frente a las violaciones de derechos humanos cometidas por la fuerza pública, en última instancia, Colombia podría exponerse a la posibilidad de ser investigada por la Corte Penal Internacional, incluso en relación con los casos conocidos como falsos positivos”.1<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">En ese mismo sentido, el representante a la Cámara, Iván Cepeda Castro, había afirmado meses atrás que “Es inadmisible que el Gobierno, en lugar de perseguir los crímenes y depurar la Justicia Penal Militar, pretenda reimplantar medidas ya abolidas por la jurisprudencia internacional y por la doctrina de la Corte Constitucional como lo es el fuero penal militar2”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">La disculpa que emplea el gobierno y los legisladores que promueven estas iniciativas, es la de asegurar a los militares que no irán a prisión por sus crímenes; que en el momento en el que se llegue un proceso de paz, todos los actores armados tendrán como aliciente una ley que los permee de la acción de la justicia. “Si los militares se quedan por fuera de estos beneficios, es posible que torpedeen un eventual proceso de paz, como ya lo intentaron en el pasado”3.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">El miedo no es infundado por supuesto; el poder de las FF MM, su capacidad para controlar al poder ejecutivo y poner en jaque la institucionalidad del país o llevar al fracaso diversos intentos de diálogos de paz con la insurgencia, ha quedado claramente demostrado en la reciente historia del país. Basta con recordar algunos de los decretos represivos aprobados por el Presidente López Michelsen en 1976, y el texto deliberante que, un año después, le enviara la cúpula militar denunciado estar siendo objeto de una campaña sistemática de deshonra por parte de la oposición política y advirtiendo estar dispuestos a defender su patrimonio moral, institucional y personal. Las temibles demandas de los militares, con tufillo a chantaje, se convirtieron finalmente en política de Estado bajo el Gobierno de Turbay Ayala al aprobar mediante decreto 1923, el llamado ‘Estatuto de seguridad’, que llevó a la militarización del país; a la perpetuación de las violaciones a los derechos humanos y la impunidad; a que miles de civiles fueran enjuiciados por la Justicia Militar, a que los presos políticos fueran sometidos a Consejos Verbales de Guerra, y a que se incrementaran las detenciones arbitrarias, donde miles de colombianos fueran arrestados (sin garantías procesales) y torturados en dependencias militares. Las violaciones a los derechos humanos, pese a los convenios internacionales suscritos por Colombia se convirtieron en una constante, así como las garantías de impunidad para los perpetradores. Luego, bajo el gobierno de Belisario Betancur los militares al mando del general Landazábal Reyes desconocieron públicamente la Ley de Amnistía (ley 35 de 1982)4, la firma de los acuerdos de paz de 1984 y la propuesta de la Comisión de Paz de convocar a una reunión de diálogo entre altos mandos militares con dirigentes de la guerrilla, al considerar que en ello, se lesionaba su dignidad y se le hacia pensar al país, que se trataba de “una rendición del poder militar a las aspiraciones del Partido Comunista y las fuerzas de la subversión”5. Además de estas acciones de desacato, como lo denunció el procurador Carlos Jiménez Gómez, la estrecha alianza entre grupos paramilitares, narcotraficantes y las FF MM habían dado origen al grupo MAS en 1981, a través del cual se cometían graves violaciones a los derechos humanos y se perseguía a la oposición política, sindicada de colaborar con la insurgencia.6 Cuando públicamente el procurador denunció, con nombre propio, a 59 militares vinculados a la acción criminal del MAS, el General Landazabal Reyes, además de señalarlo como de ser parte de la “subversión institucional”, resolvió apoyar, junto a otros militares y sectores empresariales del país, la propuesta de que cada militar donará un día de su sueldo para pagar la defensa de los uniformados. Esta propuesta, sería la antesala a lo que en la actualidad se debate en el congreso como el proyecto de Defensa Técnica. Los militares en esa oportunidad se salieron con la suya y lograron que los procesos que se les seguían, pasaran a la justicia Penal Militar, donde todos fueron absueltos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">La experiencia muestra sin ambages los terribles resultados que deja para un país, la creación de figuras jurídicas para la promoción de la impunidad. Igualmente, esa historia enseña que cuando se tranzan principios en medio de chantajes abiertos o velados, se cede al temor y se actúa sumisamente ante él, se está negando no solamente el poder para desafiar aquello que causa temor sino que se está perpetuando y legitimando la existencia de esas temibles manos negras que, como lo advirtió el mismo presidente Santos, intentan evitar que las víctimas regresen a sus tierras despojadas y, consideran, además, que la justicia se puede manipular y acomodar a intereses particulares. Ya en mayo de 1983, en su carta de renuncia a la presidencia de la Comisión de Diálogo y Paz, Otto Morales Benítez, advertía sobre la existencia de los enemigos de la paz y de la reconciliación, agazapados dentro y fuera del gobierno, que debían ser combatidos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Esta histórica impunidad, así como las estrategias puestas en marcha para doblegar la Constitución y las disposiciones de las altas Cortes y amparar la acción de la criminalidad de Estado, por supuesto no ha sido desconocida por los organismos internacionales, como lo recuerda Vivanco en su carta.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">“El record histórico de la justicia penal militar de Colombia muestra que no ha logrado que quienes cometieron violaciones de derechos humanos rindan cuentas por sus actos. Esto se evidencia, por ejemplo, en la notoria ausencia de resultados por parte de tribunales militares en la obtención de condenas contra los responsables de casos de “falsos positivos”. Las autoridades de la justicia penal militar no sólo no han impartido justicia en estos casos, sino que además habrían cerrado causas sin llevar a cabo una investigación efectiva de los hechos denunciados. El informe de 2010 de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la situación de los derechos humanos en Colombia advierte sobre “casos [de ejecuciones extrajudiciales]... que pudieron haber sido archivados por [la justicia penal militar] sin una adecuada actuación judicial”7. La Comisión Interamericana también señaló en su informe de 2010 que en Colombia “los jueces militares adoptan decisiones de archivo y terminación de procesos en casos de violaciones de Derechos Humanos”8.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Proponer que sean los contribuyentes quienes deban financiar los abogados defensores de los militares incursos en procesos por graves violaciones a los derechos humanos, como lo propone el proyecto de Defensa Técnica, o que se debe ceder a las demandas de las FF MM, otorgándoles garantías que ningún ciudadano posee bajo el argumento de que ellos no confían en la justicia ordinaria podrían llevar a jaque a la institucionalidad del país, y es, además, tan descabellado y peligroso como regresivo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Sin embargo, el Gobierno Nacional cree que puede ignorar las normas internacionales y el mismo bloque de constitucionalidad colombiano e insiste en el tema. El ministro del Interior Germán Vargas Lleras, declaró que el Gobierno no sólo está comprometido en el proceso y evolución de la reforma a la Justicia, sino en que el fuero militar sea una norma completa. “En el caso del fuero militar se ha planteado una reforma integral, que va más allá del artículo incluido en la Reforma a la Justicia, y para eso se está preparando una reforma al código penal militar y a la Justicia Penal Militar"9.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Ahora, cuando se plantea la implementación de una ambiciosa Ley de Víctimas, en la que además de reconocerse la existencia del conflicto armado, de las víctimas, incluso de agentes del Estado, y el deber del Estado de garantizar la plena realización de los derechos a verdad, justicia y reparación integral con garantías de no repetición, todo lo cual se constituye en un avance importante para el país, mal hace el gobierno al pretender impulsar de manera paralela leyes que niegan justamente el derecho a justicia de las víctimas, no sólo en el marco del conflicto, sino también de la violencia sociopolítica en el país.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">La administración de justicia juega un papel de trascendental importancia en la garantía y protección de los derechos humanos. La existencia de tribunales independientes, imparciales y competentes así como la observancia de las normas del debido proceso son condiciones esenciales prescritas por el Derecho internacional de los Derechos Humanos para una recta administración de justicia. La existencia de un Poder Judicial independiente e imparcial, libre de interferencias y presiones por parte de los demás poderes públicos, y garante del debido proceso, es un elemento nuclear para el goce y protección de los derechos humanos y una condición sine qua non para la vigencia del estado de derecho. Este papel ha sido subrayado ampliamente por todos los sistemas intergubernamentales, y en particular sus órganos de protección de los derechos humanos10.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">La jurisdicción castrense y el espíritu de cuerpo que la ha caracterizado históricamente convierten los tribunales militares en verdaderos instrumentos del poder militar frente al poder civil11 y es justamente el desafío que enfrenta el actual Gobierno: definir a qué sector le da más supremacía y bajo qué preceptos espera constituir un genuino Estado Social de Derecho, que sea coherente con las normas internacionales y con sus propios postulados.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">Edición N° 00288 – Semana del 26 de Enero al 2 de Febrero de 2012<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">1 Carta al Presidente Santos. “Colombia debe retirar proyecto que ampliaría el fuero militar”. Diciembre 12 de 2011.<a href="http://www.hrw.org/es/news/2011/12/12/colombia-debe-retirar-proyecto-que-ampliar-el-fuero-militar" target="_blank"><span style="color: #0068cf;">http://www.hrw.org/es/news/2011/12/12/colombia-debe-retirar-proyecto-que-ampliar-el-fuero-militar</span></a><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">2 Noticias RCN; “Iván Cepeda dice que ampliar fuero penal militar sería generar impunidad”. Bogotá, junio 10 de 2011.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><a href="http://www.rcnradio.com/noticias/ivan-cepeda-dice-que-ampliar-fuero-penal-113016#ixzz1khHwCqcI" target="_blank"><span style="color: #0068cf;">http://www.rcnradio.com/noticias/ivan-cepeda-dice-que-ampliar-fuero-penal-113016#ixzz1khHwCqcI</span></a><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">3 En La Silla Vacía; “Santos les está dando a los militares lo que Uribe nunca se atrevió a concederles”; Bogotá, noviembre 16 de 2011. <a href="http://www.lasillavacia.com/historia/santos-le-esta-dando-los-militares-lo-que-uribe-nunca-se-atrevio-concederles-29663" target="_blank"><span style="color: #0068cf;">http://www.lasillavacia.com/historia/santos-le-esta-dando-los-militares-lo-que-uribe-nunca-se-atrevio-concederles-29663</span></a><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">4 La Ley de Amnistía permitió la excarcelación de decenas de presos políticos en el país. Se ofreció perdón y olvido a los responsables de delitos políticos, pero no a quienes hubieren cometidos actos criminales fuera de combate. Tampoco se exigió el desarme ni la desmovilización, pues la medida era un avance para la creación de un escenario de confianza que condujera finalmente a la firma de un acuerdo de paz.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">5 Landazabal Reyes, Fernando; El Precio de la Paz. Editorial Planeta, Bogotá, 1985. Pp 68 y 69. Tomado de José Cuesta; Corinto, un diálogo de sordos. Edición. Colección Tiempos de Paz. Programa para la Reinserción. Fundación para el desarrollo Social, la Democracia y la Paz. Progresar. Bogotá, octubre de 1997. PP 59 y 60.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">6 Este grupo que nació como una estrategia de la mafia para defenderse del secuestro, se convirtió en una organización armada, protegida por sectores de las Fuerzas Militares, y que apoyada por empresarios, ganaderos, terratenientes, políticos, se dedicó a combatir a la insurgencia y a perseguir a las fuerzas de izquierda del país.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">7 Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la situación de los derechos humanos en Colombia, A/HRC/16/22, 3 de febrero de 2011, párr. 26.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">8 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Informe Anual de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, OEA/Ser.L/V/II, 7 de marzo de 2011, Capítulo IV, Colombia, párr. 31.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">9 En EL Espectador; “Gobierno insiste en que no quiere propiciar impunidad en juzgamiento de militares”. Sección Política. Bogotá, enero 13 de 2012.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">10 Comisión Colombiana de Juristas; “Tribunales militares y graves violaciones de derechos humanos”. Serie de monografías. 2011<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;">11 Ídem<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background-attachment: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-image: initial; background-origin: initial; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; margin-bottom: 1.9pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-26787896977833209312012-01-25T16:06:00.000-08:002012-01-25T16:06:25.597-08:00La reforma política de la justicia, Jorge Ivan Cuervo<div class="MsoNormal"><span style="color: #291770; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="font-size: 19px; line-height: 21px;"><b><br />
</b></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En vez de mejorar la calidad del servicio que recibe el ciudadano, este proyecto es una cuenta de cobro de los políticos a los magistrados y un cóctel de ideas malas o mal empaquetadas. Explicación autorizada y clara de qué propone la reforma y de qué debería proponer para que mejore de veras la justicia.</span></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Otra reforma a ciegas</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-0HZmhcdFM58/TyCY6ITyrCI/AAAAAAAAAH4/s2D51U46O30/s1600/jorgeivancuervo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://2.bp.blogspot.com/-0HZmhcdFM58/TyCY6ITyrCI/AAAAAAAAAH4/s2D51U46O30/s200/jorgeivancuervo.jpg" width="165" /></a></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
</span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Históricamente, todo gobierno que se respete en Colombia ha querido dejar su sello con una reforma “estructural” de la justicia. Pero el afán de reforma se ha hecho más apremiante en los últimos tiempos, a medida que los gobiernos y los congresos sucesivos se han sentido más incómodos con el poder que la Constitución de 1991 le atribuyó a la administración de justicia.<b><i> </i></b></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Siempre sobran justificaciones para pedir la reforma de la justicia, comenzando por el malestar de la opinión pública y de algunos sectores sobre la calidad del servicio: problemas en el acceso, congestión, morosidad en los procesos y falta de efectividad de las decisiones judiciales, son las quejas más comunes. Pero sus causas y sus remedios reales no han sido objeto de investigación o elaboración suficiente y convincente por parte del gobierno, de la academia o de la rama judicial.<b><i> </i></b></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El gobierno aduce que mejorar el acceso a la administración de justicia es uno de los objetivos básicos de la reforma que propone, pero nadie sabe a ciencia cierta cuál es la demanda <i>potencial</i> de justicia en Colombia, de manera que no hay bases objetivas para poder adecuar la oferta. El Consejo Superior de la Judicatura opera sobre cifras históricas, pero no ha indagado acerca de la demanda de justicia que efectivamente se queda sin atención. Lo cierto es que nadie sabe con precisión cuántos y quienes se quedan por fuera del servicio de justicia.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Distinciones esenciales</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El gobierno anterior creó una Comisión de Reforma a la Justicia que señaló los temas esenciales que debería cubrir una reforma y distinguió entre aquellos que necesitan de reformas constitucionales, los que suponen una reforma a la Ley Estatutaria de Justicia, y aquellos otros que corresponden a simples decisiones del Consejo Superior de la Judicatura.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Por otra parte, la experiencia indica que es necesario distinguir entre las reformas <i>institucionales</i>, las reformas de los <i>códigos</i> sustantivos y de procedimiento, y las reformas administrativas o de <i>gestión</i>. Cada una de estas necesita de medidas diferentes y de esfuerzos político-institucionales y financieros distintos.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">También se necesita tener en cuenta los efectos de encadenamiento. Por ejemplo, no es posible reducir los tiempos procesales sin reformar los códigos de procedimiento, y estos no operarán sin cambios en los modelos de gestión en los despachos judiciales, lo cual a su vez supone un mejor de desempeño de los jueces y funcionarios judiciales.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La reforma que no era, y sus errores</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El gobierno Santos ha optado por un modelo cuya apuesta fuerte es una reforma <i>constitucional</i> sobre temas que son importantes y que tal vez ameritan ajustes, pero que no atañen o atañen poco a mejorar la <i>administración</i> de justicia. En efecto:</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><ul type="disc"><li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El tema del <i>fuero militar</i> en un contexto de conflicto armado es de tal magnitud y sensibilidad política que debió ser materia de un paquete legislativo separado, para que no condicionara la discusión sobre los demás temas.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
</ul><ul type="disc"><li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Las medidas de <i>política criminal </i>también deberían haber sido objeto de un proyecto distinto, que incluya cambios en las funciones y competencias de la Fiscalía, en el sistema de juzgamiento de congresistas y altos funcionarios, la supresión de los agentes del ministerio público en los procesos penales y otra serie de medidas relacionadas con la seguridad ciudadana y las violaciones a los derechos humanos. Restablecer la facultad de la Fiscalía para realizar capturas y allanamientos sin orden judicial es un retroceso innecesario.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
</ul><ul type="disc"><li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Las <i>facultades nominadoras</i> de las Altas Cortes para los cargos de Procurador y Contralor hacen parte del corazón del diseño institucional por el que optó el constituyente de 1990, bajo la lógica de los llamados frenos y contra pesos. Una reforma de este sistema podría ser considerada una sustitución de la Constitución y no pasar el test de la Corte Constitucional bajo la doctrina de las competencias como vicio de forma. Pero más allá de esa discusión, el gobierno no ha demostrado que exista una relación entre estas capacidades nominadoras y los problemas de acceso, congestión y morosidad del servicio de justicia, temas que deberían ser el eje de cualquier reforma.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
</ul><ul type="disc"><li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En materia de <i>congestión</i>, antes de sugerir medidas inciertas como la de habilitar abogados y notarios para adelantar procesos judiciales, debería efectuarse un balance cuidadoso sobre las medidas de descongestión adoptadas por el Consejo Superior de la Judicatura en el marco de la ley 1395 de 2010.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
</ul><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La Cuarta Encuesta de Justicia indica que las medidas adoptadas en el marco de esa ley, tales como la perención y el desistimiento tácito, han sido efectivas, y bastaría con reforzarlas con mayor presupuesto y más recursos humanos. Ahora bien, sin cifras confiables es difícil realizar diagnósticos apropiados. La congestión no es la misma en todas las jurisdicciones, ni en todas las ciudades ni en todas las instancias. En cada caso deben aplicarse medidas diferentes. Planteamientos como los contenidos en el documento <u>Garantizar una Justicia Eficiente, </u>preparado por el Departamento Nacional de Planeación en el marco de </span><a href="http://www.dnp.gov.co/Pol%C3%ADticasdeEstado/Visi%C3%B3nColombia2019.aspx" target="_blank"><span style="color: blue; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Colombia Visión 2019</span></a><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> deben ser el punto de partida para una reflexión sobre lo que debe hacerse para descongestionar la justicia.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><ul type="disc"><li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En materia <i>civil</i>, los procesos ejecutivos singulares e hipotecarios constituyen buena parte de la carga de los despachos, lo cual sugiere crear una jurisdicción ejecutiva especializada. Este es el tipo de medidas que deberían discutirse en el marco de la reforma, en lugar de decidir si los magistrados, procuradores y contralores pueden ser elegidos a cargos de elección popular en los cinco años siguientes a su retiro. Son temas sin duda taquilleros, pero que poco o nada afectan al ciudadano que sufre un sistema judicial incapaz de resolver los conflictos y proteger los derechos con eficacia y oportunidad.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La reforma de la <i>tutela</i> contra sentencias judiciales, introduciendo la necesaria intervención de un abogado y un período de caducidad de un mes, desnaturaliza esta figura y no apunta a mejorar la protección jurídica del ciudadano frente al Estado.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Restablecer las funciones disciplinarias de los jueces frente a sus subalternos es un paso en la dirección equivocada que va a enredar aún más la función jurisdiccional. La creación del Colegio Nacional de Abogados como instancia disciplinaria, dado el bajo grado de capital social entre los abogados colombianos, es una medida destinada al fracaso. En la reforma debería estar discutiéndose temas como la regulación de los honorarios de los abogados o de los árbitros en los tribunales de arbitramento, cuyo alto costo se está convirtiendo en una barrera de acceso infranqueable para los más vulnerables.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
</ul><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La reforma que no fue pero podría ser</span></i></b><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Lo cierto es que un gobierno con amplio margen para tramitar reformas constitucionales y legislativas ha pretendido darles gusto a todos los involucrados. Lo que pudo haber sido una oportunidad para abordar -por fin- los temas que afectan de veras al ciudadano, se está convirtiendo en pretexto para que un sector de la clase política pase su cuenta de cobro a la administración de justicia.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En una reforma de la justicia se hubieran esperado, por ejemplo,</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><ul type="disc"><li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">cambios en la justicia de paz;</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">regulación de los tribunales de arbitramento;</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">lineamientos de política para consolidar la jurisdicción indígena;</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">pensar en figuras que han servido en otros países, tales como los jueces itinerantes o reestructurar el programa de Casas de Justicia para que no atiendan solamente funcionarios administrativos, sino también judiciales;</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">reformas en los horarios de atención de los jueces, o</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">un régimen disciplinario más exigente frente al cumplimiento de los términos procesales.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></li>
</ul><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Pero todo indica que el gobierno optó por la superficie de lo que debe ser una reforma judicial, desaprovechando el gran capital político que ha demostrado tener en la legislatura.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Sería deseable que el gobierno no hiciera un punto de honor de algunos de los temas hasta ahora aprobados en el Congreso y tuviera la sensatez de discutir en profundidad los asuntos que de verdad afectan el servicio de administración de justicia, pensando primero en las necesidades jurídicas de los ciudadanos.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Ojalá pues que el proyecto se hunda, y que esta sea la ocasión para pasar a una reforma que equilibre las cargas del ciudadano con el Estado y no las de la clase política con la justicia.</span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 9pt; line-height: 115%;">* Profesor e investigador de la Universidad Externado de Colombia. Columnista y autor de numerosas publicaciones.</span></i></b></div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-59419734612441355642012-01-25T15:53:00.000-08:002012-01-25T15:53:36.060-08:00La izquierda se la juega Por: Cristina de la Torre<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-UDN0lit3tx8/TyCV3V6jiJI/AAAAAAAAAHw/aoEEJEyxZ9s/s1600/cristina-de-la-torre-baja.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://3.bp.blogspot.com/-UDN0lit3tx8/TyCV3V6jiJI/AAAAAAAAAHw/aoEEJEyxZ9s/s200/cristina-de-la-torre-baja.gif" width="200" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: large;"><b><br />
</b></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 10.35pt; margin-bottom: 8.65pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;"><i><span style="color: grey; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En esta Colombia conservadora y violenta, la elección popular de un exguerrillero como alcalde de la capital conmueve los cimientos de su tradición política.</span></i><span style="color: #444446; font-family: "MavenProRegular","serif"; font-size: 7.5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 10.35pt; margin-bottom: 8.65pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt;">La Mano Negra y la Mano Roja parecen cerrarse en puño de hierro para golpear, una, al intruso; la otra, al hereje. Y es que Gustavo Petro encarna una fuerza que por vez primera gobernará a Bogotá con demócratas de izquierda decididos a operar el tránsito hacia otra idea de ciudad. No con Anapo ni con la U. Ni con carteles de ladrones que pasan por contratistas. Dos trazos gruesos empiezan a dibujar el perfil de su movimiento Progresistas. Primero, una vocación de paz que sepulta para siempre toda veleidad con la táctica comunista de la combinación de formas de lucha. Segundo, el rescate de la Constitución del 91 que Petro ha erigido en plataforma ideológica suya. En particular, de mecanismos de participación e inclusión social como el cabildo abierto para decidir porción sustancial del presupuesto de la ciudad de consuno con la gente. Sería ésta, según Navarro Wolf, una genuina marca de fábrica de la izquierda. Mas no será fácil diferenciar estas audiencias populares de los consejos comunales que Álvaro Uribe convirtió en punta de lanza de su "gobierno de opinión", tributario de la democracia plebiscitaria que llevó a Colombia al borde la dictadura.</span><span style="color: #444446; font-family: "MavenProRegular","serif"; font-size: 7.5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 10.35pt; margin-bottom: 8.65pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt;">Ni fácil será suplantar con tales mecanismos de democracia directa la democracia representativa, donde el pueblo refrenda con su voto el programa que su candidato ofreció en campaña y lo autoriza a ejecutarlo. Si no, ¿para qué elegir, para qué la competencia de ideas y programas que se ventilan en campaña electoral? Papel distinto (y crucial) desempeñarían estos cabildos como escenario de rendición de cuentas del gobierno y medio de control político de partidos y organizaciones civiles. Pero empeñar la iniciativa y el poder decisorio del gobierno a la volubilidad de una ciudadanía sacralizada y sin norte puede ser camino expedito hacia la demagogia y el desmadre de las políticas públicas. Salvo que la experiencia demuestre lo contrario.</span><span style="color: #444446; font-family: "MavenProRegular","serif"; font-size: 7.5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 10.35pt; margin-bottom: 8.65pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt;">Un flanco que sí resulta decisivo para desahogar a la izquierda es la ruptura sin atenuantes con la combinación de formas de lucha. La glorificación excluyente de la lucha armada le había hurtado a la izquierda por décadas el derecho de hacer política, y cercenado el ya reducido espacio de la tolerancia. La táctica de marras contribuyó a su manera al exterminio de la Unión Patriótica en los años 80 y 90: muchos militantes de ese partido legal cayeron inermes como carne de cañón en una guerra ajena, mientras el grupo armado se refugiaba heroicamente con sus fierros monte adentro. Diablillo que se insinuaba de tanto en tanto en el seno del Polo, las "sieteluchas" pusieron su grano de arena en las disensiones que terminaron por polarizarlo en polos irreconciliables hasta la ruptura final.</span><span style="color: #444446; font-family: "MavenProRegular","serif"; font-size: 7.5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 10.35pt; margin-bottom: 8.65pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt;">Capítulo aparte merecerá la capacidad de Progresistas para retomar la disposición constitucional de trazar planes indicativos de desarrollo que armonicen crecimiento con política social y ambiental. Ya Petro lo sugiere con su apelación reiterada a las alianzas público-privadas. Perspectiva de verdadera intervención del Estado que le devolvería al primer mandatario la orientación del ahorro nacional y podría moderar los poderes ilimitados que se le han otorgado a la Junta del Banco de la República. Cabrían entonces, otra vez, una estrategia de industrialización y mecanismos eficaces de inserción en la economía mundial sin caer en la miseria.</span><span style="color: #444446; font-family: "MavenProRegular","serif"; font-size: 7.5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 10.35pt; margin-bottom: 8.65pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10pt;">De la madurez y el coraje con que Petro y su equipo aborden asuntos de tanta enjundia dependerá que Bogotá salga del pantano. Y que Progresistas florezca como alternativa de izquierda democrática capaz de romper las cadenas con que los extremistas de todos los colores han querido siempre estrangularla.</span><span style="color: #444446; font-family: "MavenProRegular","serif"; font-size: 7.5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 10.35pt; margin-bottom: 8.65pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 8.65pt; text-align: justify;"><i><span style="color: red; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Tomado de elespectador.com - lunes 16 Ene 2012 - </span></i><span style="color: #444446; font-family: "MavenProRegular","serif"; font-size: 7.5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-20719378348145118052011-12-02T16:29:00.000-08:002011-12-02T16:29:31.767-08:00El origen de los derechos humanos Por: Rodolfo Arango<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-c01tYe0NLcc/TtltQPfcvZI/AAAAAAAAAGg/PsxOsRI_9mY/s1600/rodolfo-arango-alta.gif" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="http://2.bp.blogspot.com/-c01tYe0NLcc/TtltQPfcvZI/AAAAAAAAAGg/PsxOsRI_9mY/s200/rodolfo-arango-alta.gif" width="166" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Rodolfo Arango</td></tr>
</tbody></table><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 3.75pt; mso-outline-level: 6; text-align: justify;"><br />
</div><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15pt; margin: 0cm 0cm 10pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; mso-outline-level: 4; text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La historiadora Florence Gauthier sostiene que los derechos humanos aparecen en la historia más temprano de lo pensado. No sería en el siglo dieciséis, en los inicios de la modernidad, sino en los siglos once y doce, con las revoluciones campesinas, cuando la humanidad habría ganado la conciencia de los derechos humanos. <o:p></o:p></span></i></b></div><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18pt; margin: 15pt 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Los campesinos se habrían resistido a la arbitrariedad de los poderosos ya en la Edad Media. Las revoluciones inglesa, francesa y americana habrían sido sólo desarrollos posteriores de la idea de los “derechos naturales”. No pararon ahí los hallazgos presentados por la profesora de la Universidad París Diderot. Un segundo aporte lo relacionó con la defensa que Bartolomé de las Casas hiciera de la población indígena, explotada y sometida por el desenfreno de los señores coloniales. Recordó Gauthier que Las Casas arribó a América en calidad de colono esclavista que, con la evidencia del sufrimiento de los naturales del nuevo reino, se convirtió en el mayor luchador de la causa indígena ante la corona española y la iglesia de Roma.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18pt; margin: 15pt 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Las tesis de la historiadora Gauthier no dejan de ser inquietantes. El origen de los derechos humanos no reposa tanto en la razón humana sino en la sensibilidad frente al sufrimiento. La posterior apropiación del discurso de los derechos por parte de iusnaturalistas defensores de las libertades individuales habría sido ideológica, negadora del origen colectivo de los derechos. Las Casas, ya convertido en fraile dominico, mostró gran sensibilidad que le permitió apostatar del oficio de encomendero, para tornarse vocero de los oprimidos. Su revolución más que armada fue humanística. Se permitió poner en duda las fronteras cognitivas de la época, que situaban a los indígenas como especie inferior destinada a servir y pagar tributo a los señores de turno.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18pt; margin: 15pt 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La reivindicación del derecho “natural” no parece necesaria para oponerse al reduccionismo del pensamiento positivista contemporáneo. Valioso en los análisis de la historiadora francesa es el binomio sufrimiento/resistencia colectiva que aflora en la base de la tradición de los derechos humanos. La inconmensurabilidad del dolor no permite una cuantificación por “expertos” ni la administración por el Estado. Tras los derechos humanos late la indignación de todos los inconformes con la injusticia social existente.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18pt; margin: 15pt 0cm 10pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Hoy en día la tensión entre acumulación de riqueza a expensas de otros y respeto a los derechos humanos se mantiene, aunque bajo otras formas. Las constituciones, con sus pletóricas declaraciones de derechos, no pueden contener la voracidad del capital financiero, dispuesto a engullirse todo lo que esté a su alcance. La década de 1990 en Latinoamérica ha sido un buen escenario del fenómeno: ambiciosas cartas de derechos se incorporan a las constituciones nacionales al tiempo que se privatiza la prestación de los servicios públicos necesarios para satisfacer dichos derechos. La ideología neoliberal desvertebra las funciones del Estado social. Lo desfigura hasta hacerlo irreconocible. La movilización colectiva en pos de una vida más satisfactoria puede no obstante llevar a grandes trasformaciones, incluso contra la voluntad de los defensores del orden establecido. Sensibilizarse, organizarse y desafiar creativamente las fronteras cognitivas y políticas parece ser lo que aconseja la experiencia histórica de los derechos humanos.<o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-47009628742628700612011-11-23T12:03:00.000-08:002011-11-23T12:03:04.423-08:00La llave de la paz la tiene 'Timochenko' Por Vicenç Fisas*<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><b><span style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El país necesita el silencio de las armas y encarar un proceso de paz serio y definitivo. Las FARC tienen la oportunidad de iniciarlo ya, sin más demora.</span></b><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-zLJgxGGr-MQ/Ts1RCvAdFoI/AAAAAAAAAGQ/DHRb32GES44/s1600/vfisas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="http://2.bp.blogspot.com/-zLJgxGGr-MQ/Ts1RCvAdFoI/AAAAAAAAAGQ/DHRb32GES44/s200/vfisas.jpg" width="200" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">VICENÇ FISAS</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="line-height: 15.6pt; margin-bottom: 18.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 15.6pt; margin-bottom: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Se ha hablado mucho, desde que Santos es presidente, de que él tiene la llave de la paz. Pero me permito recordar que, días antes de la muerte de Cano, en una carta dirigida a Cristina Fernández de Kirchner, las FARC manifestaron que “estamos dispuestos a sentarnos en una mesa de diálogo con el gobierno de Juan Manuel Santos, con participación de los sectores políticos y sociales, para buscar entre todos una salida política, sobre la base de justicia social y soberanía del pueblo, al prolongado conflicto social y armado que desangra al país".<br />
<br />
El presidente Juan Manuel Santos, por su parte, acaba de asegurar que está listo para abrir la puerta del diálogo con la guerrilla de las Farc, al manifestar que estaba convencido de que el fin del conflicto en Colombia debía ser a través de una salida política. “La llave está en mi bolsillo y estoy dispuesto a abrir las puertas porque creo que el fin debe ser a través de una solución política, pero necesito claras indicaciones de que esta gente no van a traicionar la confianza del pueblo colombiano”, ha manifestado Santos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 15.6pt; margin-bottom: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El mandatario, desde Londres, donde adelantó una visita oficial, agregó que “necesito claras indicaciones de que ellos se van a sentar a negociar de buena fe y no he recibido estas indicaciones; si las recibo sería el más entusiasta en sentarme para tratar de encontrar un acuerdo. Cualquier presidente colombiano sueña con dejar este país en paz tras 50 años de guerra, yo espero que esto me suceda a mí pero no estoy afanado”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 15.6pt; margin-bottom: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Son dos señales bien claras. Resta saber si ‘Timochenko’ mantiene aún la oferta de diálogo de hace unas semanas. Si fuera así, sólo tiene que hacer el gesto de liberar las personas privadas de libertad, para que empiece un proceso de negociación, esperado y necesario. El país necesita el silencio de las armas y encarar un proceso de paz serio y definitivo. Las FARC tienen la oportunidad de iniciarlo ya, sin más demora. Tendrían todo el respaldo nacional e internacional, de UNASUR a la Unión Europea y Naciones Unidas.<br />
<br />
El proceso podría ser novedoso, adaptado a la realidad actual, pero pretencioso al mismo tiempo. No valen ya más manifestaciones a favor de una salida política. Hay que ponerla en marcha, sin más demora, y ya se sabe el camino. El primer paso es obligatorio, la libertad de las personas privadas de libertad; el segundo es encontrarse en un país vecino para cuadrar los detalles de la negociación formal. Y el tercer paso es empezar el diálogo entre las partes, con voluntad para que sea la antesala del proceso de paz definitivo. El país lo necesita, y Timochenko tiene la llave.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 15.6pt; margin-bottom: 18.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #3f3f3f; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
*Director de la Escuela de Cultura de Paz, UAB <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-33018506704055558842011-11-19T12:59:00.000-08:002011-11-19T13:16:13.833-08:00De las besatones estudiantiles a la nueva política. Por: César Rodríguez Garavito<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-jatsjxs5Iic/TsgbXNh2TTI/AAAAAAAAAFw/KJZLlmL0RJc/s1600/cesar-rodriguez-garavito-alta.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="120" src="http://1.bp.blogspot.com/-jatsjxs5Iic/TsgbXNh2TTI/AAAAAAAAAFw/KJZLlmL0RJc/s320/cesar-rodriguez-garavito-alta.gif" width="100" /></a></div><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.0pt; mso-outline-level: 3;"><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10.5pt;">Se equivocan quienes piensan que las protestas estudiantiles son una improvisación juvenil, o que no tienen que ver con la ola de inconformismo que se extiende desde Santiago hasta Nueva York, El Cairo o Madrid.<o:p></o:p></span></i></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Me tocó en suerte pasar, en pocos días, de asistir a las marchas del movimiento Occupy en Wall Street, San Francisco y Oakland, a presenciar las protestas del jueves pasado en Bogotá. Lo llamativo son las similitudes entre las formas de hacer política de los indignados de aquí y de allá. Y el profundo desconcierto que han provocado en los políticos, que no saben qué hacer con ellos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Sus formas de protestar son el fruto de la revolución de las tecnologías de la información: las redes sociales que propagaron como virus las abrazatones y besatones de los estudiantes chilenos y que, importadas por los colombianos, le dieron al movimiento estudiantil criollo una credibilidad pacifista y una proyección política sin precedentes recientes. En el mundo de Facebook y Twitter, las técnicas del descontento —lo que los sociólogos llaman “el repertorio de protesta”— se globalizan en escasos días, como lo confirma la invitación de los estudiantes chilenos a los colombianos a marchar simultáneamente en los próximos días.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Pero el movimiento estudiantil es más que besos y abrazos. Como otras movilizaciones de la era de las redes sociales, encarna una forma distinta de hacer política en cuanto tiene una lógica más horizontal y descentralizada que movimientos de otras épocas, como el sindical. Al igual que en las ocupaciones de la Plaza Tahrir en Cairo o del Parque Zuccotti en Wall Street, no hay un líder visible y las decisiones tienden a tomarse por consenso, tras deliberaciones como las de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil de este fin de semana. Más allá del tema específico de sus reclamos, comparten también la reivindicación fundamental de la participación ciudadana directa en las decisiones públicas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Esta lógica organizativa tiene desventajas: es más difícil fijar una posición, armar una agenda y llegar a una determinación. Pero tiene también ventajas que descolocan a los políticos: no hay líderes para cooptar, ni estrategias de desinformación que no puedan ser contrarrestadas por videos creativos que circulen rápidamente por la red, como el que hicieron los estudiantes para poner en ridículo la propaganda del Ministerio de Educación a favor del deficiente proyecto de reforma a la ley 30.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Como quedó claro en la Primavera Árabe, los gobernantes autoritarios son los primeros descompuestos por estas movilizaciones. Ahí está el video de Francisco Santos recomendando “meterles voltios a los muchachos” para apaciguarlos, pero olvidando que las redes sociales son buenas conductoras de electricidad y que su imagen desencajada ha sido reproducida cientos de miles de veces y quedará para siempre en YouTube.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Los gobernantes demócratas están igualmente desconcertados. Como lo recordó La Silla Vacía, entre los pocos pulsos que ha perdido Juan Manuel Santos están los que ha tenido con ciudadanos movilizados contra iniciativas de su gobierno, como la reforma a la educación, el infortunado proyecto de ‘Ley Lleras’ sobre piratería en internet y la explotación comercial del Parque Tayrona. Aunque el mandatario ha hecho lo correcto al retirar estas iniciativas, se demoró mucho en hacerlo en los dos primeros casos, y en todos subestimó la reacción ciudadana.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Hay que agradecer a los estudiantes por resucitar la movilización pacífica y la democracia participativa. Lo que pase ahora dependerá no sólo de ellos, sino de la participación y el aporte de las organizaciones sociales, los profesores y los ciudadanos interesados en el futuro de la educación. Y de que el Gobierno haya aprendido la lección y garantice que la discusión sea genuina y tenga poder de decisión.<o:p></o:p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-819389504595856762011-11-19T12:56:00.000-08:002011-11-19T13:24:22.195-08:00Rebeldes con causa, Por: Cristina de la Torre<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.0pt; mso-outline-level: 3; text-align: justify;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-ywzPZMlQVP8/TsgeVjEfBYI/AAAAAAAAAGI/jtQC1cvmeJk/s1600/cristina-de-la-torre-baja.gif" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-ywzPZMlQVP8/TsgeVjEfBYI/AAAAAAAAAGI/jtQC1cvmeJk/s1600/cristina-de-la-torre-baja.gif" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cristina De la Torre </td></tr>
</tbody></table><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 10.5pt;">No es cualquier victoria. reivindicar el derecho a educación gratuita, buena y para todos, desentraña el grotesco de una sociedad petrificada en las jerarquías y privilegios de </span></i><b><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 7.5pt;"><o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Pone en evidencia el apartheid social que reina aún entre nosotros, donde los ricos acaparan la mejor educación y a los pobres que logran acceder a ella se los estafa con la peor. Tampoco es ya Colombia la autocracia que no hace mucho se ensayó. En gesto que lo engrandece, el presidente se allana a la fuerza de un movimiento pacífico que se revuelve contra la mezquindad del Estado con la universidad pública, contra la marcha inexorable hacia su privatización.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">La protesta de 600 mil estudiantes el pasado jueves, salpicada de canciones y colores y besos a miembros de la policía antimotines, epílogo de las 1.573 movilizaciones que tuvieron lugar en el país entre enero y septiembre, indica que Colombia despierta: se repone del letargo catatónico que la mantuvo levitando durante ocho años en arrebato místico frente al mesías que gobernó, rosario en mano, mientras parecía no ver entre su fanaticada a los políticos en manguala con los de la motosierra. Tremendo contraste con un gobierno capaz de archivar su propuesta e invitar a debate “amplio, democrático y de cara al país”. Aunque Pacho Santos, exvicepresidente del expresidente, vocifere descompuesto contra el primer mandatario: “el presidente tiembla” frente a los estudiantes, dice, y convida a neutralizarlos con choques eléctricos. Intolerables le resultan porque reclaman educación como derecho ciudadano, no como negocio. Porque la organización que representa a estudiantes de casi 80 universidades públicas y privadas prepara propuesta alternativa a la ley 30 que propusiera el Gobierno. Pero, sobre todo, porque sus líderes declaran maravillados: “Volvimos a tomar conciencia de que otro mundo no sólo es posible sino necesario”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Después de 40 años, renace el movimiento estudiantil. Corría el año de 1971. En los siete meses que duró el paro nacional universitario, no hubo flores ni abrazos a la fuerza pública y sí, en cambio, 20 muertos y cientos de heridos y encarcelados. Entonces los estudiantes pensaban también que democratizar la educación, elevar su calidad científica y humanística, preservar la autonomía de las instituciones de educación superior, financiarlas con partidas suficientes del presupuesto nacional y recomponer sus organismos de dirección con participación de estudiantes y profesores era empezar a convertir en realidad el sueño de un mundo nuevo. La divisa de los estudiantes desbordó las fronteras de su Programa Mínimo, para proyectarse a los problemas grandes del país. Nunca se discutió tanto ni con tantas cifras como en aquel entonces. Nunca se acercaron tanto los estudiantes al movimiento campesino que protagonizaba ardua lucha por la tierra, ni a otros sectores populares que desarrollaban la suya propia. Pero fue flor de un día. El ascenso de una izquierda empeñada en incrustarle a Colombia el modelo de la revolución soviética o de la china o la cubana, sin contemplar los pormenores de lo propio, desnaturalizó el movimiento. Lo convirtió en presa de sectas políticas y aquél, con buen sentido, las abandonó a su suerte. De los cientos de miles de muchachos manifestando en las calles no quedaron sino los exiguos promotores del tropel.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 18.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 15.0pt; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Pero las banderas de los jóvenes siguen ondeando y cobran vida nueva: lejos de abrirse una educación de calidad para todos, en estos 40 años la universidad pública se ha empobrecido día a día. La discriminación en las aulas apenas expresa cuánto han crecido en este país los abismos entre clases sociales. “En el tercer país más desigual del mundo —recuerda María Antonia García— tenemos el ejército más temible de Latinoamérica y la educación más inequitativa”.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Publicado en el El Espectador, noviembre 15 de 2011</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-21111396900721700042011-11-19T12:52:00.000-08:002011-11-19T13:18:50.017-08:00La ambigüedad de la Constitución: mucho más que expresión del conflicto social. Freddy Cante* Verónica Ramírez Montenegro**<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><b><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Una lectura en diagonal del texto constitucional y de sus modificaciones, que pone en evidencia la profunda ambigüedad de la norma, también revela su tosquedad conceptual: se presta maravillosamente al juego sucio de políticos y de gobiernos oportunistas. <i><o:p></o:p></i></span></b></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"> </span></i></b><br />
<hr align="center" size="2" width="100%" /></div><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-Gv2W74frbSY/TsgdDz4zdeI/AAAAAAAAAGA/D-fyw5RmfSw/s1600/Veronica-Ramirez.gif" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-Gv2W74frbSY/TsgdDz4zdeI/AAAAAAAAAGA/D-fyw5RmfSw/s1600/Veronica-Ramirez.gif" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Verónica Ramirez</td></tr>
</tbody></table><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-ZSsY5V3MQ7Q/Tsgc2xr_u-I/AAAAAAAAAF4/HP3Bkqw3p98/s1600/fredy%252520cante.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-ZSsY5V3MQ7Q/Tsgc2xr_u-I/AAAAAAAAAF4/HP3Bkqw3p98/s1600/fredy%252520cante.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Freddy Cante</td></tr>
</tbody></table><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><br />
</span></i></b><br />
<b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Dos posiciones opuestas</span></i></b><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">La ambivalencia o imprecisión ocurre porque las constituciones modernas son producto de acuerdos imperfectos, incompletos e indeterminados, entre sectores muchas veces rivales de sociedades atravesadas por el denominado "conflicto social moderno" -término acuñado por el sociólogo Ralph Dahrendorf </span><a href="http://razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/2082-la-ambigueedad-de-la-constitucion-mucho-mas-que-expresion-del-conflicto-social.html" title="Dahrendorf, R. 1994. El conflicto social moderno. Barcelona: Mondadori. "><span style="color: blue; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">[1]</span></a><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Este conflicto consiste en la tensión entre dos posiciones extremas: capitalismo versus socialismo. La revolución capitalista le apuesta al crecimiento económico: la expansión insomne de la riqueza legada por una revolución industrial permanente y por la liberalización de los mercados. La pretendida revolución socialista promueve la expansión o democratización de titularidades: la promoción de la justicia social y de la redistribución de la riqueza, heredada de las revoluciones francesa y socialistas. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Dice Dahrendorf que los extremos suelen ser viciosos. No obstante, la gran pregunta es si se puede convivir con una combinación de tendencias políticas tan disímiles, de manera coherente. Lo recomendable para la existencia pacífica de las sociedades modernas es la aplicación de "dosis no tan extremas", sugiere el propio Dahrendorf. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Intentos de conciliación <o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">La teoría de la justicia de John Rawls </span><a href="http://razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/2082-la-ambigueedad-de-la-constitucion-mucho-mas-que-expresion-del-conflicto-social.html" title="Rawls, J. 1999 [1970]. A Theory of Justice, Belkhap Press of Harvard University Press, Cambridge (Mass.). "><span style="color: blue; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">[2]</span></a><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"> también sufre de la ambigüedad mencionada, aunque intenta conciliar los dos extremos. Esta teoría busca asegurar objetivos minimalistas de corte socialdemócrata: las garantías generales de bienestar y libertad para los peor situados, sin perjudicar el statu quo de los capitalistas, lo cual denota un respeto reverencial por el criterio de Pareto y su afán por preservar la desigualdad para estimular la competencia y permitir la acumulación. Es pertinente recordar que el óptimo de Pareto es un estado de equilibrio donde no es posible mejorar la situación de algunos sin empeorar la situación de otros, lo cual implica un estado de sospechosa armonía social. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Un marxista empedernido le reclamaría al moderado John Rawls que éste jamás habla de clases sociales (burgueses versus proletarios), ni de explotación, ni de condiciones objetivas y que prefiere evadir tales conflictos utilizando trucos de ficción (posición original neutra, velo de ignorancia) y acuñando conceptos asépticos, como aquel término de "los peor situados". <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Al otro extremo del espectro, un admirador tenaz del ultraliberal Friedrick Hayek encontraría válida la teoría de Rawls en tanto esta mantiene el énfasis en la competencia económica que no puede dar lugar a una distribución ideal o predeterminada del ingreso puesto que está sujeta a la incertidumbre y al despiadado conflicto mercantil: unos ganan, otros pierden. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Derivada también de la Teoría de la Justicia de John Rawls ha sido la propuesta revolucionaria de crear un "ingreso ciudadano": un ingreso básico, universal e incondicional, al que se tenga derecho por el simple hecho de ser ciudadano, una tentativa del marxista analítico Philippe Van Parijs </span><a href="http://razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/2082-la-ambigueedad-de-la-constitucion-mucho-mas-que-expresion-del-conflicto-social.html" title="Van Parijs, P. 1995. Real freedom for all: What (if anything) can justify capitalism? Oxford University Press, Oxford. "><span style="color: blue; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">[3]</span></a><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">. Este autor argumenta que tal propuesta constituye "una vía capitalista al socialismo": la condición para hacerla posible sería por supuesto una elevada carga impositiva a quienes compiten y acumulan en un mercado despiadadamente capitalista. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">En la perspectiva de Jon Elster </span><a href="http://razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/2082-la-ambigueedad-de-la-constitucion-mucho-mas-que-expresion-del-conflicto-social.html" title="Elster, J. 2007. "El impacto de las constituciones en el desempeño económico". Revista Economía y Desarrollo. Volumen 6, No 2. Bogotá: Universidad Autónoma de Colombia. "><span style="color: blue; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">[4]</span></a><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">, en las constituciones existe una tensión o conflicto entre tendencias en favor del crecimiento (aumento de la riqueza o de la utilidad que reciben los consumidores) versus aquellas que buscan garantizar el nivel más alto de bienestar para los peor situados, como propone Rawls. Elster sostiene que algunas veces puede existir alguna complementariedad entre las dos tendencias: avances sociales podrían resultar en mejoras en materia de crecimiento; y un mayor crecimiento puede mejorar el bienestar de los más pobres. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Este filósofo ofrece reflexiones interesantes, como las siguientes: <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">i) Para que la ciudadanía ejerza sus derechos políticos a la seguridad económica, requieren de antemano alguna seguridad económica: ¡emprender acciones colectivas y políticas es costoso!, ¡ofrecer derechos sin recursos económicos son patéticos saludos a la bandera!<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">ii) Puesto que una excesiva libertad de contrato puede socavar el bienestar y hasta causar hambre para una parte de la población, podrían existir cláusulas constitucionales que obliguen a los dueños de la tierra cultivable a producir alimentos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">iii) Derechos sociales como la educación y la salud no pueden verse como un gasto inútil, sino más bien como un insumo para generar más capital humano y mayor crecimiento económico. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">La ambigüedad de la Constitución del 91 <o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">La dificultad para identificar un modelo económico específico en la Constitución del 91 se debe principalmente a la ausencia de una fuerza hegemónica en la Asamblea Constituyente que, como fuerza mayoritaria, impusiera su visión sobre los otros sectores </span><a href="http://razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/2082-la-ambigueedad-de-la-constitucion-mucho-mas-que-expresion-del-conflicto-social.html" title="Esta afirmación es un consenso entre quienes hicieron parte del proceso constituyente. Comparar también García y Almonacid, 1998; y Sánchez, 1991. "><span style="color: blue; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">[5]</span></a><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Terminaron recogiéndose, al mismo tiempo, visiones del liberalismo clásico, en defensa de la propiedad, la iniciativa privada y el libre comercio como motor de la economía, con otras visiones intervencionistas y socialdemócratas, preocupadas por la justicia social y por decretar derechos económicos, sociales y culturales para toda la gente. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Para estudiosos optimistas como García y Almonacid, la convergencia de ambos aspectos fue un acierto de la Constituyente. De acuerdo con ellos, esto permite avanzar hacia los objetivos de cualquier Estado contemporáneo: de una parte, insertarse en el nuevo orden mundial y abrirse a la economía de mercado para crecer, y de otra parte, corregir los costos sociales de las iniciativas privadas. Sostienen estos autores que la Constitución del 91 inaugura una "economía social de mercado" </span><a href="http://razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/2082-la-ambigueedad-de-la-constitucion-mucho-mas-que-expresion-del-conflicto-social.html" title="García, N. y Almonacid, JJ. 1998. "La constitución económica de 1991: Instrumento jurídico". Revista Pensamiento Jurídico. No 10. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, UNIJUS. "><span style="color: blue; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">[6]</span></a><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">, comprometida con la regulación estatal de las iniciativas privadas, en función de reducir las desigualdades sociales. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Esta lectura sin embargo, no carece de contradicciones. Los mismos autores, retomando a Rodrigo Uprimny, advierten que en la constitución se asumen tres concepciones del Estado, en conflicto entre sí: La del Estado liberal de derecho; la del Estado democrático y la del Estado social. Esa tensión se decanta en los dos perfiles antagónicos de la constitución económica colombiana: el perfil garantista y el perfil correctivo: <o:p></o:p></span></div><ul type="disc"><li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">El perfil garantista vela por la defensa de los derechos y libertades típicos del capitalismo: la propiedad privada, la iniciativa privada y la libre empresa.<o:p></o:p></span></li>
</ul><ul type="disc"><li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">El perfil corrector intenta articular tales libertades económicas, necesarias para el crecimiento, con los objetivos de justicia social mediante la disminución de la desigualdad </span><a href="http://razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/2082-la-ambigueedad-de-la-constitucion-mucho-mas-que-expresion-del-conflicto-social.html" title="Ídem. "><span style="color: blue; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">[7]</span></a><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">.<o:p></o:p></span></li>
</ul><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Revoltijo y ganadores <o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Mediante la acción política, entendida como el ejercicio del poder, un sector de la sociedad ata las manos de sus adversarios, en el sentido de limitar sus libertades: Pedro sobrio ata a Pedro ebrio, al decir de los constitucionalistas </span><a href="http://razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/2082-la-ambigueedad-de-la-constitucion-mucho-mas-que-expresion-del-conflicto-social.html" title="Elster, J. 2000, Ulises Unbound, Cambridge University Press, Cambridge. "><span style="color: blue; font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">[8]</span></a><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">En la Asamblea Constituyente del 91 no existió un claro predominio de algún sector social: <o:p></o:p></span></div><ul type="disc"><li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">unos estaban sobrios por el realismo cínico de la economía: las prioridades del crecimiento, la rentabilidad de los negocios, la descarnada competencia mercantil nacional e internacional,<o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">otros estaban ebrios por sueños de igualdad y fraternidad, propendiendo por el acceso a derechos fundamentales.<o:p></o:p></span></li>
</ul><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">En tal festín no existió una tendencia dominante que pudiese atar completamente a su rival. Como en el despelote de un caótico sancocho fiestero, cada parte buscó arrojar a la olla lo mejor de sus propios ingredientes: un sector político quiso otorgar a la ciudadanía herramientas para la exigencia de sus derechos fundamentales en consonancia con el proclamado Estado Social de Derecho; otro sector, dominante en los gobiernos de los últimos años, ha persistido en políticas y estrategias que terminan amenazando, precisamente, los derechos económicos y sociales de ciudadanas y ciudadanos. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Con el paso de los años, la balanza de la ley, burdamente equilibrada en el texto constitucional original, se ha ido inclinando de manera inequívoca hacia cierta tendencia, gracias al activismo decidido de los gobernantes de turno y al enorme poder de habilidosos grupos de presión. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">¡Veinte años después, saboreamos con cierto hastío la "bienvenida al futuro" que prometió desde su campaña el presidente César Gaviria, exponente emblemático de la nueva derecha! <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">La puerta al oportunismo <o:p></o:p></span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Aunque la ambigüedad resulta inevitable por la complejidad y la contradicción inherentes al ser humano, al menos debería ser afrontada con algún grado de refinamiento. Este logra reducir el grado de indeterminación y pone algún orden -al menos un compás de espera- en medio de lo caótico y de lo contradictorio. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Pero cuando hay tosquedad, todo se amalgama simultáneamente, como nuestra mazamorra abarrotada en exceso por recetas contradictorias. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">En una de las Confesiones de San Agustín se lee una refinada plegaria: <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">"Concédeme, Señor, castidad y continencia, pero no ahora mismo". <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Una oración burda podría ser: <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">"Concédeme, Señor, castidad y continencia, pero también dame lujuria y desenfreno". <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Los hacedores de la Constitución del 91 sufrieron un intenso acceso de tosquedad. La tosca ambigüedad constitucional conduce inevitablemente a que las leyes se presten a más de un doble sentido en los diversos momentos de diseño, interpretación e implementación de los mandatos constitucionales. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Si una constitución resulta toscamente ambigua, entonces se presta a manejos oportunistas. El sello de ambivalencia de las leyes puede ser funcional para el descarado pragmatismo de nuestros políticos, caracterizados por cambios dramáticamente veloces en sus principios, opiniones y valores. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Por ejemplo: ¡Hasta hace pocos meses, notables políticos, militares y formadores de opinión afirmaban enfáticamente que en Colombia no existe conflicto interno armado, ahora opinan que sí existe! y semejante oportunismo camaleónico se aplica a cambios de militancia partidista, virajes en materia de política pública y fluctuaciones en lealtades a ciertos "principios". <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">* Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia. Profesor asociado de la Facultad de Ciencia Política de la Universidad del Rosario. Investigador del Centro de Estudios Políticos e Internacionales de la misma universidad. <o:p></o:p></span></i></b></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"><br />
</span></i></b></div><b></b><br />
<div style="text-align: left;"><b><b><i><span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">** Politóloga. Profesora del área de metodología de la investigación de las Facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario. Integrante del Observatorio de Redes y Acción Colectiva, ORAC. Joven investigadora, avalada por Colciencias, del Centro de Estudios Políticos e Internacionales, CEPI, dentro de la línea de investigación Movimientos sociales y acción colectiva. </span></i></b></b></div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-7078382946596174652011-09-03T21:58:00.000-07:002011-09-03T21:58:04.063-07:00MITOS Y REALIDADES DE LA CONSTITUCION DE 1991, Por PABLO A. BORRERO V, LUZ BETTY JIMENEZ DE BORRERO<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;"><b><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">1.-<span> </span>REFORMISMO CONSTITUCIONAL.</span></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La práctica inveterada del Constitucionalismo Colombiano de reformar el orden político y jurídico, no parece agotarse con la aprobación de la Constitución en 1991 modificada a su vez por un número de veces mayor a la de su vigencia institucional durante los últimos<span> </span>veinte años. Esta circunstancia está determinada por la necesidad de adecuar el régimen jurídico-estatal a las nuevas condiciones de existencia y desarrollo de la sociedad, en interés de la clase gobernante empeñada en afianzar su dominación al frente del poder del Estado. Y de ahí que la iniciativa de la reforma estuviera a cargo del gobierno de la época aliado con algunos sectores sociales y políticos, representados estos últimos en el Congreso de la República, los cuales aprobaron la reforma en la Asamblea Nacional Constituyente, conservando obviamente las bases fundamentales del sistema con algunas modificaciones en su estructura económica-material, política-social y cultural-espiritual.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Dicha reforma transcurre en medio de la crisis social e institucional de la Nación mediatizada por el ascenso de la lucha social y política que hace que la clase gobernante se vea forzada a llegar a ciertos acuerdos con las fuerzas políticas, sociales y regionales que exigían un cambio social que a la postre se tradujo en una variada gama de reformas dirigidas esencialmente a modernizar el aparato estatal en el marco de las políticas neo-liberales, a re-estructurar el funcionamiento de las ramas del poder, de control y de fiscalización de los asuntos públicos y ampliar la participación política de los ciudadanos en la vida de la sociedad y garantizando el ejercicio de sus derechos y libertades constitucionales fundamentales. De esta manera se legitima y legaliza el nuevo orden social y estatal consagrado en la Constitución de 1991 mediante el cual se sustituyó el viejo y obsoleto Estado liberal de derecho por el actual Estado Social de Derecho o del bienestar general, creándose con ello la ilusión de que dicha forma de Estado expresaría por igual los intereses de todos los grupos y clases sociales, mientras que en los hechos daba un tratamiento diferenciado a los ciudadanos de las clases privilegiadas frente a aquellos provenientes de estratos medios y bajos de la sociedad.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La inclusión en la Constitución de 1991 de un conjunto de normas en materia económica, política, social, administrativa, cultural, ambiental, no ha sido óbice para que la clase dirigente lograra por el camino del Reformismo Constitucional asegurar la continuidad del régimen y perpetuarse en el poder del Estado. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En las condiciones de la sociedad capitalista las reformas constituyen un medio para atenuar o amortiguar temporalmente las contradicciones sociales, en tanto persisten las causas y motivos que las generan, aplazando de esta manera su solución en la práctica social. Ahora bien, el hecho de que las reformas sean utilizadas por la clase gobernante para afianzar el régimen, no significa en modo alguno que estas deben ser desechadas<span> </span>sin entrar a considerar aquellos casos en que dicha clase se ve obligada a hacer concesiones en favor de los trabajadores y ciudadanos en general, facilitando con ello el avance de las fuerzas sociales y políticas en su lucha por la democracia, la paz y el bienestar social. En este sentido el camino de las reformas constituye un subproducto de la lucha social y política que sirve para ampliar las conquistas económicas, políticas, sociales, etc. Sin embargo no debe pretenderse convertir las reformas en un fin en sí mismo, tratando de apartar a las fuerzas sociales del cumplimiento de sus tareas cardinales en su lucha por un cambio de la vida social.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">2.-<span> </span>DERECHOS HUMANOS.<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El tema de los derechos y libertades de los ciudadanos es quizás uno de los aspectos más sobresalientes y trascendentales de cuantos aparecen consagrados en la Constitución toda vez que el grado de libertad de las personas debe medirse en función de las posibilidades reales de poder valerse de los bienes sociales para satisfacer sus necesidades e intereses individuales y sociales. La inclusión de un verdadero catálogo de derechos constituyó un avance significativo en comparación con lo que antes existía en la Constitución de 1886, en la cual no se reconocían los derechos económicos, sociales y culturales como derechos Constitucionales y fundamentales y mucho menos se establecía en favor de los ciudadanos los mecanismos judiciales para defenderlos de eventuales amenazas o violación de los mismos. Sin embargo dicho amparo judicial o acción de tutela no se extendió a los derechos económicos, sociales y culturales en virtud de que estos no fueron considerados por los constituyentes como derechos fundamentales además de que su promoción y garantía quedaron sujetos a las políticas de los gobernantes en materia de crecimiento y desarrollo de la economía, aplazándose en forma indeterminada e indefinida su cumplimiento, casi siempre mediatizado por los compromisos adquiridos cuanto no era que con sus políticas antipopulares terminaban acabando de un tajo con las conquistas y reivindicaciones políticas y sociales de los trabajadores y ciudadanos en general tal como viene sucediendo en la actualidad con la aprobación de un conjunto de reformas y contrarreformas que atentan contra el Estado Social de Derecho.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En estas condiciones la aplicación de los derechos económicos, sociales y culturales no deja de ser más que simples declaraciones formales contenidas en la Constitución, pactos y convencionales internacionales de derechos en lo que se denomina el bloque de constitucionalidad empleado como instrumento jurídico para efecto de su interpretación jurídico-política.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Partiendo de la base de que los derechos humanos tienen carácter universal y que estas interrelacionados unos con otros no es posible aceptar la teoría de separar los derechos económicos, sociales y culturales de los derechos civiles y políticos, ya que el ejercicio y la defensa de estos últimos resulta imposible de realizarlos sin el goce y satisfacción de los primeros. De ahí la necesidad de introducir una modificación constitucional que permita unificar el ejercicio y la garantía de estos derechos como fundamentales. Por otra parte es menester exigir del Estado la creación de las condiciones económico-materiales, sociales, culturales y ambientales indispensables para la realización práctica de estos derechos considerados como básicos y esenciales para el desarrollo de la sociedad y de los ciudadanos. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">3.- DEMOCRACIA PARTICIPATIVA<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Uno de los ejes temáticos<span> </span>de la reforma constitucional lo constituye la denominada “democracia participativa” que en palabras de sus ideólogos y reformadores implica “una mayor transferencia del poder al ciudadano frente al Estado y a sus mandatarios”. Con esto se busca acercar al ciudadano al Estado erosionado por la pérdida de legitimidad y desconfianza de los ciudadanos en las instituciones del Estado. Ahora se dice que el ciudadano no solo escogerá a sus gobernantes sino que participará en todas aquellas actividades de la propia administración pública, partidos políticos, gremios, sindicatos, iglesias, universidades y demás organizaciones sociales. Sin embargo esta nueva forma de democracia no logra afianzarse en función de los intereses comunes de los ciudadanos que no pueden vencer las barreras impuestas por las leyes y reglamentos que hacen prácticamente imposible su ejercicio cuando se trata de utilizar los mecanismos de participación ciudadana como la revocatoria del mandato, iniciativa popular, etc. Por otra parte la denominada democracia participativa se ha traducido en una simple instancia de comunicación y socialización de las decisiones que toman los gobernantes, lo cual nada tiene que ver con la verdadera <b>democracia participativa y decisoria</b> derivada de la soberanía popular que le permite a los ciudadanos ejercer sus derechos y libertades en igualdad de condiciones.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Es de anotar que la nueva constitución al ampliar el espacio político-electoral facilitó el ejercicio de la libertad política autorizando la fundación y organización de nuevos partidos y movimientos políticos. Esta posibilidad condujo en la práctica a la creación de un sinnúmero de organizaciones políticas que se constituyeron como <b>empresas electorales</b>, sin ideología ni estrategias definidas y en general al servicio de las viejas estructuras políticas, interesadas en participar en la burocracia y en los contratos del Estado. En la actualidad subsisten diez a doce partidos con asiento y representación en las instituciones del Estado cuyos miembros más connotados salen a ocupar posiciones directivas en las grandes corporaciones privadas y viceversa conformándose en la práctica una verdadera alianza de carácter personal entre el sector privado y el Estado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El derecho de todo ciudadano a participar en la escogencia de sus gobernantes y en el ejercicio y control de la actividad política ha sido sustituido por la lucha competitiva de las fuerzas políticas que caracterizan la democracia pluralista, en la cual se refleja en términos generales la lucha que se libra en el mercado capitalista. A todo lo anterior se suman las restricciones de la libertad política a los ciudadanos en cuanto se oponen a la política del régimen o por el contrario el estímulo y las garantías para su ejercicio para quienes se dejan utilizar como masa electoral disponible.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">4.-<span> </span>ESTRUCTURA DEL PODER<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La Constitución de 1991 retomó de la Constitución de 1886 la vieja y prosaica división del poder en tres ramas: legislativa, ejecutiva y judicial, dirigidas a cumplir funciones separadas pero colaborándose armónicamente en la realización de sus Fines. En el fondo de lo que se trata no es tanto de simplificar y compatibilizar el ejercicio de las funciones con los fines del Estado, como de afianzar el poder de la clase dominante que dirige el Estado a través del cual se expresa la correlación de fuerzas políticas surgidas <span> </span>en el proceso de la lucha competitiva por el poder.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La aplicación de este principio característico del Estado liberal de derecho generó durante la vigencia de la Constitución de 1886 una especie de confusión de poderes estimulada por su concentración y centralización en cabeza del ejecutivo que legislaba y ejercía funciones judiciales a través de sus agentes en el gobierno en detrimento de las otras ramas del poder público bajo el amparo de las facultades constitucionales del Estado de sitio y de otras normas de igual rango que le permitían por ejemplo aprehender y retener sin orden judicial a los opositores del régimen y extraditar vía administrativa a los ciudadanos Colombianos sindicados de cometer delitos en el extranjero aún en el caso de que su conducta no fuera considerada delito en el país.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Con el fin de detener el desbordamiento del poder presidencial y garantizar cierto equilibrio y colaboración entre las distintas ramas del poder público, los constituyentes de 1991 aprobaron varias normas encaminadas a limitar el poder del ejecutivo que ya no podía suspender el ejercicio de los derechos humanos y disminuir los derechos económicos y sociales de los trabajadores con base en la declaración de los Estados de excepción en su versión modernizada del antiguo Estado de sitio.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Por lo demás la nueva Constitución reprodujo en lo esencial las funciones del ejecutivo como jefe de Estado, jefe de gobierno y suprema autoridad administrativa, con las cuales se identificó el Estado Social de Derecho en nuestro país. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Entre tanto los constituyentes se propusieron recuperar la rama legislativa representada en el Congreso de la república sumido en el desprestigio y la pérdida de peso político dentro de la estructura del aparato estatal, dotándola de nuevas facultades como la de control político de los actos del gobierno en lo que se conoce como la moción de censura, que poco o nada ha servido para ejercer un control eficaz del poder presidencial.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Con todo y la reforma el Congreso continúa como en el pasado sirviendo los intereses de terratenientes, comerciantes, industriales, políticos profesionales, para-políticos, representantes de los medios de comunicación, etc, al tiempo que se limita su ejercicio legislativo en el sentido de que no puede aprobar ciertas leyes sin contar con la iniciativa del gobierno tales como la del plan de desarrollo, el presupuesto nacional, la determinación de la estructura administrativa del Estado, la organización del crédito público, la aprobación del régimen salarial y prestacional de los empleados públicos, etc.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Igualmente se mantiene el poder del Congreso a iniciativa del gobierno de revestir de facultades extraordinarias al presidente de la república para expedir decretos legislativos, facultad ésta que la actual coalición de gobierno representada en el Congreso otorga sin mayores condicionamientos ni limitaciones.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Con la aprobación de la Constitución de 1991 se crearon nuevas organizaciones e instituciones adscritas al gobierno central encargadas de vigilar el sector financiero y de servicios públicos, las cuales han demostrado su incapacidad para ejercer dichas funciones en momentos en que se ha pasado del Estado intervencionista al Estado contratista<span> </span>que delega sus funciones en manos del sector privado nacional y extranjero y entrega el manejo de las empresas estatales y de los recursos públicos a dichos sectores , no obstante que de acuerdo con la constitución la función administrativa y de control debe estar al servicio de los intereses generales.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En relación con la rama Judicial la Constitución de 1991 conserva el viejo régimen de carácter aristocrático de la cooptación a la cual se le introdujo una modificación procedimental mediante la cual los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado son nombrados por las respectivas corporaciones de listas enviadas por el Consejo Superior de la Judicatura que tambien hace parte de la rama judicial y cuyos miembros son a su vez elegidos en lo que corresponde a la sala administrativa por las altas Cortes y cuanto a la Sala Disciplinaria por el Congreso de la República de ternas enviadas por el gobierno.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Algo similar ocurre con la elección de los miembros de la Corte Constitucional y del fiscal general con lo cual se completa la nómina de la rama judicial frente a la cual los ciudadanos no tienen participación directa en la escogencia de sus jueces, magistrados y fiscales.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El papel que han jugado dichas instituciones a lo largo de veinte años de vigencia de la Constitución ha sido muy contradictorio en cuanto al cumplimiento de ciertos principios atinentes a la independencia judicial, el sometimiento a la ley, el acceso a la justicia, la aplicación de la equidad, la jurisprudencia y los principios generales del derecho en la solución de los problemas y conflictos judiciales. No obstante lo anterior y como consecuencia de la lucha social de los trabajadores y ciudadanos en general ha sido posible que tribunales como la Corte Constitucional profirieran un cúmulo de decisiones encaminadas a garantizar los derechos a la salud, el trabajo, la libertad de asociación sindical, pago del salario, la reliquidación de los intereses derivados del UPAC hoy UVR.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">5.-<span> </span>REGIMEN ECONOMICO<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La Constitución del 91 retoma en términos generales de la Constitución de 1886 los presupuestos básicos de la economía capitalista, limitada en parte por la función social y ecológica de la propiedad y la intervención del Estado en los procesos de producción, distribución, utilización y consumo de bienes y servicios públicos y privados para racionalizar y planificar el desarrollo económico y dar empleo a los recursos humanos. Los constituyentes del 91 complementaron dichos conceptos traducidos en normas jurídicas en la Constitución atinentes a la libre competencia considerada como un derecho económico, la empresa privada como base del desarrollo y la función ecológica como una actividad inherente a la propiedad. A renglón seguido se autorizó al gobierno para liquidar y privatizar las empresas estatales y promover con el sector privado la creación de zonas económicas de desarrollo en la fronteras y posteriormente en sectores estratégicos del territorio nacional con el propósito de estimular la actividad económica y la iniciativa privada dirigida a conformar grandes monopolios que investidos de un gran poder económico y político abusan de su posición dominante en el mercado nacional.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Por este camino el Estado interventor va cediendo terreno en la medida en que se implementan toda clase de normas de corte neo-liberal que buscan despojar al Estado de la propiedad, control y manejo de los recursos públicos por cuenta de los monopolios privados nacionales y extranjeros, con el argumento falaz de que la prosperidad general refrendada en la Constitución como un fin esencial, solo es posible alcanzarla sobre la base del crecimiento y desarrollo económico garantizado con la afluencia de la inversión extranjera de las grandes multinacionales que hoy se han apropiado de sectores estratégicos de la economía nacional.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La intervención del Estado en la actividad financiera, bursátil, aseguradora y en el manejo de la inversión de los recursos públicos, no deja de tener un carácter formal y limitado en la medida en que se fortalece el sector financiero y se incrementa la especulación en el mercado accionario con la venta y fusión de grandes empresas, la revaluación de la moneda, la captación ilegal de dineros de los ciudadanos, el lavado de activos, la evasión y elusión de impuestos, el contrabando, la doble facturación, etc.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Con la Constitución del 91 se ponen en práctica los planes de desarrollo plurianuales a cargo del gobierno nacional y territorial, de carácter obligatorio para el sector público, los cuales contienen en su parte general los lineamientos y directivas de la política del gobierno de turno y en su parte especial el Plan de inversiones que se traduce en un conjunto de programas que por lo regular no tienen continuidad en el tiempo y no son evaluados con la objetividad que se requiere para tal efecto. Dichos planes abarcan todas las ramas y sectores de la producción y de servicios y solo tienen un carácter indicativo en relación con la economía del sector privado. Tanto el Consejo Nacional de Planeación como los Consejos Territoriales tienen un carácter consultivo y su tarea consiste en realizar foros para la discusión de los planes elaborados por los gobiernos a nivel nacional, departamental y local.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El Plan Nacional de Inversiones se expide mediante una ley que tendrá prelación sobre las demás leyes, lo cual es utilizado por los órganos ejecutivos del poder para modificar el contenido de las leyes y/o suspender sus efectos durante el período de vigencia de sus mandatos. El presidente de la república está facultado con base en la Constitución para dictar decretos con fuerza de ley para poner en vigencia el Plan de Desarrollo en el caso de que no sea aprobado por el Congreso de la república. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Corresponde al gobierno formular anualmente el presupuesto de rentas y gastos de la Nación el cual deberá corresponder al Plan de Desarrollo para su aprobación en el Congreso. Dicha Corporación no podrá modificar la parte correspondiente al presupuesto de gastos sin contar con la aceptación del ministro del ramo, en razón de que el Congreso cedió en favor del gobierno la facultad soberana de determinar la forma como deben gastarse los dineros públicos provenientes de los impuestos que pagan los ciudadanos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">El presupuesto de gastos debe incluir obligatoriamente un componente denominado gasto público social el cual tiene prioridad sobre cualquier otro gasto excepto en los casos de guerra exterior o de seguridad nacional. En relación con la distribución de los recursos se creó por acto legislativo el sistema general de participaciones de los departamentos, distritos y municipios para atender la salud, educación, agua potable y saneamiento básico con base en diversos criterios dando prioridad a los factores que benefician a la población más pobre a la cual se le hace un seguimiento con el fin de garantizar su cumplimiento en materia de cobertura y calidad. No obstante lo anterior existe una distribución desigual de los recursos entre los distintos entes territoriales, lo cual obedece a que el reparto se hace atendiendo el aspecto cuantitativo y ponderado de los factores indicativos que señalan un mejor desempeño fiscal, incremento en los ingresos con destino a la inversión social, los cuales determinan finalmente la suerte de los entes territoriales que como los departamentos de Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca se llevan la mayor parte de dichos recursos, en tanto que departamentos como el Chocó, Nariño con menor población e ingresos muy bajos pero con mayores necesidades económicas y sociales solo participan de un porcentaje de tales ingresos provenientes de la Nación que no les alcanzan para satisfacer sus necesidades básicas fundamentales. En muchas ocasiones el despilfarro de los recursos, la corrupción administrativa y la construcción de obras mal planificadas para el desarrollo y progreso de la población sirven de pretexto al gobierno central para congelar los recursos destinados a la atención de los servicios en otros frentes de la actividad económica y social.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">De acuerdo con la Constitución es deber de todo ciudadano contribuir con el financiamiento de los gastos a inversiones que realiza el Estado en el marco de los principios de equidad, eficiencia y progresividad. No obstante se advierte la tendencia a reducir los impuestos con que se gravan las rentas del capital, en tanto se extiende la base gravable de aquellos contribuyentes que viven en lo fundamental de su trabajo y que deben pagar altos impuestos por sus pequeños y medianos capitales. Igualmente se incrementan los impuestos indirectos que como el IVA gravan en igual proporción a pobres y ricos que adquieren bienes y servicios en el mercado incluyendo los integrantes de la canasta familiar, vulnerándose de esta forma los principios arriba mencionados. Otra de las tendencias características del sistema se relaciona con el crecimiento desproporcionado de la deuda pública, los gastos militares y el sostenimiento de la burocracia, equivalentes a un porcentaje que sobrepasa más de la mitad del presupuesto de la nación, generándose con ello un gran déficit que afecta directamente la inversión social principalmente en salud, educación, saneamiento Ambiental, agua potable, servicios públicos domiciliarios, etc, en lo que se denomina <b>gasto público social.</b> Esta situación se agrava aún más en cuanto el Estado entrega la prestación de estos servicios a los particulares al tenor de lo dispuesto en el ordenamiento Constitucional y legal.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A partir de la Constitución de 1991 el presidente de la república no puede intervenir directamente en la política monetaria, cambiaria, crediticia, la cual es definida por la junta del Banco de la República integrada por el Ministro de Hacienda, conjuntamente con seis miembros escogidos por el presidente vinculados al sector financiero y uno más elegido como gerente por dicha junta. En tales circunstancias el gobierno no puede ordenar emisiones de moneda tal como lo hacía en el pasado con la Constitución de 1886 y la junta no puede en ningún caso ordenar cupos de crédito en favor del Estado, a menos que se trate de operaciones financieras de mercado abierto que le permiten al gobierno emitir bonos que se colocan en el mercado interno o internacional. Esta Facultad conlleva en la práctica a comprometer los ingresos y la capacidad de endeudamiento de la Nación con graves repercusiones para la economía nacional.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Hasta ahora la junta del Banco Central se ha limitado a mantener el control de la inflación y tomar algunas medidas frente a la revaluación del peso Colombiano en relación con el dólar americano, lo que hace que la economía gire principalmente alrededor de la política monetaria, estimulada con las altas tasas de interés que restringen la expansión del crédito a los pequeños y medianos capitalistas mientras estimula la inversión de capitales especulativos en la economía nacional.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">6.-<span> </span>CONTRARREFORMAS<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En las reformas y contrarreformas a la Constitución de 1991 se reflejan de manera inmediata la lucha competitiva de las clases sociales y de sus partidos y movimientos políticos representados en los órganos del poder adscritos al sistema de dominación impuesto a la sociedad Colombiana.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La mayor parte de estas reformas contradicen el espíritu del Estado Social de Derecho y están encaminadas a profundizar la hegemonía de las clases económica y políticamente dominantes inspiradas en el gobierno por la ideología neo-liberal.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Un ejemplo de esta situación lo constituye lo que sucede en materia laboral con el derecho al trabajo consagrado en la Constitución como uno de los principios y fines del Estado Social de Derecho, el cual es objeto de toda clase de violaciones, restricciones y limitaciones, al igual que los derechos de Asociación Sindical y Negociación Colectiva. No sobra recordar que durante la vigencia de la Constitución no ha sido posible aprobar el estatuto del trabajo ni reglamentar de manera precisa el ejercicio del derecho a la huelga.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A lo anterior se agrega la política neo-liberal de flexibilización y tercerización de las Relaciones laborales y el nuevo régimen pensional que hará casi imposible jubilarse en medio de una creciente inestabilidad laboral en que viven los trabajadores. Todas estas reformas y políticas encuentran su fundamentación jurídica en las contrarreformas constitucionales refrendadas por actos legislativos, leyes, decretos y resoluciones emanados de los órganos del poder público.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Uno de los aspectos más negativos de las reformas es el que se refiere a la reducción de los recursos provenientes de la Nación con destino a los departamentos y municipios para atender la salud y la educación, al igual que la reforma al sistema de regalías dirigido a fortalecer el poder central en detrimento de la autonomía e independencia de los entes territoriales en el manejo de sus propios recursos, los cuales quedarán subordinados en materia económica y financiera a las políticas trazadas por el gobierno nacional en cuestiones atinentes a la construcción de grandes proyectos viales, de transporte, ambientales, turísticos, etc.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Desde el punto de vista político la reelección presidencial inmediata condujo a concentrar y centralizar el poder en manos del ejecutivo nacional, mientras tanto no fue posible hasta el momento aprobar el estatuto de la oposición para garantizar el ejercicio de la actividad política.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">7.-<span> </span>ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE<o:p></o:p></span></b></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">La Constitución de 1991 es producto de una sociedad en crisis que el Estado Social de Derecho no ha podido conjurar pues hasta el momento no ha sido posible aclimatar la paz, asegurar los derechos y libertades de los ciudadanos, garantizar el ejercicio de la democracia participativa y el bienestar general.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">En estas circunstancias aciagas para el pueblo Colombiano el camino a seguir más que defender ultranza y de manera absoluta la Constitución de 1991 desvertebrada con las reformas y contrarreformas antidemocráticas y antipopulares, es deber de los ciudadanos exigir la convocatoria de una nueva <b>ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE</b> encargada de aprobar una Constitución real que pueda ser utilizada como medio eficaz para construir una verdadera democracia en materia económica, política y social, que ponga fin a la explotación económica del hombre por el hombre derivada de la concentración de la riqueza en pocas manos y que garantice realmente a cada uno de los ciudadanos sus derechos y libertades fundamentales ligados a sus intereses y necesidades individuales y sociales al trabajo, la salud, vivienda, educación, recreación, etc, a la par con el logro de los mejores resultados en el desempeño económico como base esencial del constante desarrollo social, político y cultural de la nación, en tanto que en el terreno político la democracia deberá garantizar la incorporación paulatina y sistemática de los ciudadanos en la dirección, administración, control y vigilancia de los asuntos del Estado y la Sociedad, lo cual presupone entre otras cosas la necesidad de perfeccionar los métodos y procedimientos democráticos de escogencia de los gobernantes y su obligación de rendir cuentas a sus electores sobre el manejo eficiente de los recursos del Estado y en general dar solución a los problemas que aquejan a la población concernientes al progreso social, la paz y el fortalecimiento permanente de la democracia. En el campo de la vida cultural y espiritual la democracia debe garantizar la libertad de acción de los ciudadanos y erradicar las causas que generan la discriminación social, racial y de género, para lo cual será indispensable crear las condiciones económicas, políticas, sociales, culturales, etc, tendientes a ser efectivos los derechos y así lograr la conjugación armónica y racional de los intereses individuales y sociales o en su defecto la supremacía de los intereses comunes de la mayoría de los miembros de la sociedad, grupo o clase social, y el respeto de los derechos de la minoría, en la seguridad de que por este camino es factible avanzar en la construcción de una sociedad nueva, cuyo contenido difiera sustancialmente de la vieja y desueta sociedad organizada bajo los parámetros de la democracia liberal<span> </span>con sus diferentes formas y modalidades, mediatizada por las políticas impuestas por el capitalismo globalizado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Partiendo de esta base y teniendo en cuenta las circunstancias concretas por las que atraviesa el pueblo colombiano, consideramos necesario e indispensable reformar la Constitución actual en los siguientes aspectos:<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A.-<span> </span>Tanto los derechos civiles, individuales y colectivos como los económicos y sociales deben ser refrendados como derechos fundamentales.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">B.-<span> </span>El Estado deberá crear los fondos especiales para garantizar materialmente los derechos económicos y sociales de los ciudadanos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">C.-<span> </span>La democracia tendrá un carácter participativo y decisorio a todos los niveles de la administración pública.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">D.-<span> </span>Se deberán limitar las funciones de los órganos ejecutivos en todos los niveles e instancias del poder del Estado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">E.-<span> </span>Los congresistas, diputados, concejales y el presidente de la república podrán ser revocados por el pueblo y tendrán que rendir cuentas de su gestión durante su mandato.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">F.-<span> </span>La educación, la salud y los servicios públicos domiciliarios dejarán de ser un negocio privado y solo podrán prestarse a través del Estado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><span> </span>G.-<span> </span>La inversión extranjera y los acuerdos de comercio deberán destinarse a promover la industrialización, el empleo digno y estable, la cooperación y ayuda mutua.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">H.-<span> </span>Los planes de desarrollo de la nación y los entes territoriales no podrán ser aprobados en las instancias respectivas sin la participación efectiva de los ciudadanos que por mandato de la Constitución tendrán que ser consultados en aquellos asuntos definidos en las leyes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">I.-<span> </span>La descentralización administrativa solo es posible sobre la base de que la mayor parte de los ingresos recaudados se utilicen para cubrir los gastos y la inversión de los departamentos y municipios.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">J.-<span> </span>No se podrá gravar con impuestos indirectos los bienes y servicios de la canasta familiar, la salud, la educación y los servicios públicos domiciliarios.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">K.-<span> </span>La justicia tendrá que ser un servicio público gratuito y el pueblo participará en la elección de los jueces a cierto nivel de la administración.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">L.-<span> </span>El congreso recuperará la iniciativa del gasto público de manos del ejecutivo, quien además no podrá endeudar a la nación sin la aprobación de dicha corporación.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">M.-<span> </span>La junta del Banco de la República deberá ocuparse además de las funciones consagradas en la Constitución en el desarrollo del pleno empleo y el acceso al crédito con tasas bajas de interés para los pequeños y medianos propietarios y empresarios.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">N.-<span> </span>La explotación y el manejo por el Estado de los recursos mineros (oro, carbón, níquel, estaño, petróleo, etc) no podrán realizarse en detrimento de la soberanía económica ni política de la Nación, so pena de incurrir en delitos contra el patrimonio público del Estado y de los colombianos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">O.-<span> </span>En ningún caso y circunstancia se justificará la explotación de los recursos naturales que afecten el medio ambiente y la salud de los colombianos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">P.-<span> </span>La ciencia y la tecnología serán promovidos por el Estado en todos los niveles y en el presupuesto se destinara un porcentaje suficiente para atender las necesidades del desarrollo industrial del país y de la economía del servicio.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Q.-<span> </span>Las campañas políticas serán financiadas en su totalidad por el Estado en cada uno de los niveles e instancias territoriales.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">R.-<span> </span>Deberá hacerse una reestructuración de la fuerza pública acorde con los principios y fines del Estado Social de Derecho y de los procesos de democratización al interior de la misma.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES-CO" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">S.-<span> </span>Los ciudadanos tendrán iniciativa para proponer reformas Constitucionales con el lleno de los requisitos formales.<o:p></o:p></span></div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-70187328234043901482011-07-28T15:14:00.000-07:002011-07-28T15:14:26.895-07:00UN CAMINO TAN INDESEABLE SOCIALMENTE COMO INCORRECTO POLÍTICAMENTE, Escuela Ciudadana<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi75xl_-NQ1AYWK1BuyebpfILkaf9gFN66hLPVSOOiSrkBNViSrnNJgR7c4sdGFAsLtFvIjTovQAWh0VN8Bt5Kr_jIyzkaKU28Z3APx1gTJrmFYJ2SoM9Cy9aa614vOs1FCsm444ZnlOGJk/s1600/logo-1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi75xl_-NQ1AYWK1BuyebpfILkaf9gFN66hLPVSOOiSrkBNViSrnNJgR7c4sdGFAsLtFvIjTovQAWh0VN8Bt5Kr_jIyzkaKU28Z3APx1gTJrmFYJ2SoM9Cy9aa614vOs1FCsm444ZnlOGJk/s200/logo-1.jpg" width="125" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Alvaro Sepúlveda Franco -Manuel Caicedo Paz</td></tr>
</tbody></table><br />
<div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="color: #215868; font-family: 'Times New Roman', serif;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 18px;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #215868; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: accent5; mso-themeshade: 128;">A simple vista pareciera no haber dudas sobre las buenas intensiones que, frente a algunos aspectos de la vida económica, política e institucional del país, tiene el actual gobierno, al que debemos denominar como el de Santos y Angelino. Temas como las relaciones con la oposición política y con la Rama <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Jurisdiccional del poder público, tan menguadas y conflictivas en la cuestionada era de Uribe, muestran indudables cambios positivos que el país celebra. Lo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mismo podemos predicar de la preocupación por ciertas reglamentaciones gruesas, como los estatutos contra la corrupción, para la participación ciudadana, para el derecho a la información y, sobre todo, la ley de reparación de víctimas y restitución de tierras, esta última pensada y diseñada, indudablemente, en defensa de quienes sufrieron la afectación y no de quienes la causaron, a pesar de las numerosas y -algunas de ellas - fundadas críticas que ha recibido la <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>iniciativa.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #215868; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: accent5; mso-themeshade: 128;">En otros temas, sin embargo, también de señalada importancia para el futuro del país, como la educación y principalmente la de nivel superior, la receta oficial no es más que la continuidad agravada de la política uribista, neoliberal, consistente en la simple fórmula de privatizar abiertamente las universidades públicas, aplicando ahora la variable consistente en permitir el ingreso de capital privado a ellas. Y en otro ámbito, circunstancia que realmente motiva el presente escrito, decisiones que parecieran nimias frente a los grandes problemas nacionales, como la venta de celulares, cigarrillos al menudeo y misceláneos en los <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>estadios del país durante el periodo del mundial sub 20 de balompié, no solo tienen un fuerte impacto económico sobre los sectores menos favorecidos -micro comerciantes de estas especies cuyos ingresos, en la mayoría de los casos, no superan el equivalente de un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>salario mínimo mensual legal vigente, por supuesto sin ningún tipo de seguridad social u otras garantías, como el riesgo profesional- sino que parecen marcar un claro derrotero sobre la filosofía que inspirará el desempeño económico del país en el actual gobierno: incentivos, permisividad y favorecimiento al mediano y al gran capital, y a las compañías transnacionales por un lado, y discriminación hostil, soterrada, contra el pequeño, por el otro. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #215868; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: accent5; mso-themeshade: 128;">Digamos, entonces, que es precisamente este modelo de acumulación a ultranza, apelando incluso a las expresiones más insospechadas -por periféricas y residuales- de la actividad económica, el responsable del malestar nacional derivado de las enormes desigualdad y deuda social que hoy por hoy nos convierten en uno de los peores países del mundo, en ese sentido, y que muy justificadamente conmueven a la sociedad colombiana desde hace tantos años. Esa filosofía elitista, desarrollista, es el soporte conceptual de la tendencia monopolizadora de la economía -no solo el monopolio estatal es inconveniente- y tuvo su máximo reflejo, recordemos, en recientes episodios de corrupción descarada como Agro Ingreso Seguro, repugnante ejercicio de poder e inclinación clasistas que hasta hace muy pocos días Uribe y Arias defendían como parte de una gran estrategia contra la pobreza (¡¡¡). <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #215868; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: accent5; mso-themeshade: 128;">No creemos, francamente, que sea este sea el rumbo intencional del actual gobierno, quien es partidario de la libre empresa, sí, pero ajustando su actividad, por medio del control social y político, a procedimientos y actuaciones acordes con la ética y la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>responsabilidad que hagan viable su modelo, permitiendo y fomentado las economías de pequeña escala ya no solo como un derecho sino además como alternativa frente a la carencia estructural de fuentes de empleo. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #215868; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: accent5; mso-themeshade: 128;">Por ello, hacemos un llamado al equipo económico del gobierno para que revisen estas decisiones en favor de los sectores más necesitados, aplicando opciones distintas a las cuestionadas. En el caso del mundial sub 20, por ejemplo, no es justificación alguna decir, como lo hizo alguien, que la decisión de retirar durante el tiempo del mundial a las ventas tradicionales para dar paso al comercio foráneo y fuerte es de la Fifa, porque ésta y el evento son de carácter privado; con semejante argumento podría justificarse cualquier exabrupto, cuando la verdad es que nuestra Carta fundamental –hoy adornada con el bloque de constitucionalidad garantista- y las leyes nacionales son de obligatorio cumplimiento por quienes se encuentren en el territorio nacional de manera permanente o pasajera, en cualquier tiempo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #215868; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-themecolor: accent5; mso-themeshade: 128;">El actual gobierno tiene aquí una excelente oportunidad para demostrarle al país que su prédica, tan apreciada por la sociedad colombiana, de la concertación y el diálogo social como vías para la inclusión y la concordia nacionales, tiene con mayor razón cabida en sus propósitos de desarrollo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #215868; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-themecolor: accent5; mso-themeshade: 128;">Alvaro Sepúlveda Franco, Manuel Caicedo Paz<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #215868; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-themecolor: accent5; mso-themeshade: 128;">Asociación Escuela Ciudadana<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #215868; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-themecolor: accent5; mso-themeshade: 128;">Santiago de Cali, julio 28 de 2011<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-21609618358238759222011-07-18T23:04:00.000-07:002011-07-18T23:04:34.211-07:00La Constitución de 1991 en perspectiva (II) Por: Rodrigo Uprimny<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-MOY0fBaRfEk/TiUeNFzee9I/AAAAAAAAAEs/b6syBSR8Wds/s1600/rodrigo-uprimny-alta.gif" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="200" src="http://2.bp.blogspot.com/-MOY0fBaRfEk/TiUeNFzee9I/AAAAAAAAAEs/b6syBSR8Wds/s200/rodrigo-uprimny-alta.gif" width="166" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Rodrigo Uprimny</td></tr>
</tbody></table><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 14.25pt; margin-bottom: 3.75pt; mso-outline-level: 1;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 7.5pt; mso-line-height-alt: 7.5pt; mso-outline-level: 3;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En su columna del 7 de julio, Eduardo Posada Carbó considera que es "una pobre defensa de la Constitución de 1991" sostener que ésta rompe con la tradición constitucional colombiana y se distingue de las anteriores por no haber sido la imposición de los vencedores.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Esta tesis es para Posada falsa y equivocada, pues desconoce que hubo constituciones de consenso, como la de 1853. Y que incluso constituciones nacidas de victorias bélicas, como la de 1886, no fueron meras imposiciones, pues respetaron la esencia del constitucionalismo liberal y se transformaron con los aportes ulteriores de los vencidos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Esta discusión, que Posada plantea con el rigor que lo caracteriza, es relevante, pues es importante situar en su justa perspectiva la Carta de 1991.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Como en mi anterior columna defendí una tesis semejante a la criticada por Posada, y creo que conviene enriquecer el debate sobre nuestra historia constitucional, intento precisar mi tesis frente a sus objeciones.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Posada tiene razón en que Colombia tiene una rica tradición de adhesión al constitucionalismo. Hemos tenido pocos años de dictadura. Y por ello acierta en señalar, en su columna y en sus libros, como La nación soñada, que incluso quienes ganaron las guerras civiles, como Núñez, no impusieron dictaduras sin reglas, sino que adoptaron constituciones que reconocían derechos y la separación de poderes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Las constituciones de los vencedores fueron “cartas de batalla”, según la expresión de Valencia Villa, pero no dejaron de ser cartas constitucionales, que tuvieron cierta eficacia normativa. Esta adhesión colombiana al constitucionalismo nos ha evitado caudillos dictatoriales que proliferaron en otros países, como Páez o Juan Vicente Gómez en Venezuela, Rosas en Argentina, o Porfirio Díaz en México. Y gracias a él evitamos la autoperpetuación en el poder de Álvaro Uribe.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Igualmente tiene razón Posada en que, fuera de la de 1991, hubo otras constituciones que fueron acuerdos entre bandos enfrentados, como la de 1853 o la de 1832.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Es pues cierto que la Constitución de 1991 no es una ruptura total con el pasado y que conviene recuperar nuestra rica tradición constitucional, que sin embargo ha convivido con autoritarismos y violencias terribles, lo cual Posada a veces minimiza.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Esta conclusión no debe sin embargo llevarnos a minimizar la novedad y originalidad del proceso constituyente de 1991. Con algunos matices, la tesis de mi columna se sostiene: las constituciones que precedieron a la de 1991 durante más o menos siglo y medio tendieron a ser imposiciones de los triunfadores, lo cual generó limitaciones a su capacidad de convertirse en pactos sociales legítimos. La de 1863 fue producto de la victoria del radicalismo liberal y la de 1886 fue expresión del triunfo de Núñez y la “Regeneración”. También ocurrió con la de 1843, que es producto del triunfo del germen del partido conservador, los llamados “Ministeriales”, en la guerra de los supremos. Y si la de 1886 logró cierta aceptación fue por las reformas de 1910 y 1936 que limitaron su autoritarismo confesional.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Frente a esas experiencias previas la Constitución de 1991 adquiere su originalidad pues, en una crisis profunda, el proceso constituyente fue un esfuerzo relativamente exitoso por lograr un pacto político de ampliación democrática, entre fuerzas diversas que habían estado enfrentadas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Obviamente el proceso y la Carta de 1991 distan de ser perfectos y muchas de sus promesas están aún por realizarse. Pero no creo que sea una defensa pobre resaltar ese esfuerzo que hubo por hacer de la Constitución un pacto incluyente y no una imposición de los vencedores.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">*Director del Centro de Estudio “DeJuSticia” (www.dejusticia.org) y profesor de la Universidad Nacional. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><span style="color: #333333; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Publicado en El Espectador el 18 de julio<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 7.5pt; mso-line-height-alt: 9.0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-35502252001047054442011-07-14T21:54:00.000-07:002011-07-14T21:54:02.008-07:00La Constitución de los políticos, Por: Javier E. Revelo Rebolledo<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-N_BaSWfE9eo/Th_HoF-vQpI/AAAAAAAAAEY/rtlZzTpsGQg/s1600/c7768brevelop.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-N_BaSWfE9eo/Th_HoF-vQpI/AAAAAAAAAEY/rtlZzTpsGQg/s1600/c7768brevelop.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Javier E Revelo</td></tr>
</tbody></table><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;"><span class="Apple-style-span" style="color: #2e2e2e; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 17px;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #2e2e2e; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En sus veinte años de historia, la Constitución de 1991 no sólo no ha podido someter a las élites políticas regionales, sino que en cierto sentido las ha fortalecido. Este resultado, difícil de prever, se explica por el idealismo de la Constitución en relación con el campo político.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #2e2e2e; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">De todas las partes que tiene la Constitución, los políticos conocen al detalle una de ellas: la que regula el acceso al poder político. Esta es, por así decirlo, su Constitución. Lograr que los políticos se comporten como dicen las constituciones es algo difícil. En Colombia esta tarea parece particularmente difícil dada la habilidad de los políticos para amañar y evitar cuanta norma se crea.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #2e2e2e; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Con el fin de profundizar la democracia y de superar la exclusión política, los constituyentes decidieron eliminar casi todas las barreras de acceso. La Constitución, por ejemplo, disminuyó al mínimo los requisitos para crear partidos, ser candidato y resultar elegido; estimuló los mecanismos de participación; profundizó la autonomía y democracia locales; y entregó la organización electoral a los partidos políticos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #2e2e2e; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Con estos diseños se esperaba que ríos enteros de ciudadanos excluidos ingresaran a la vida política. En algunas regiones esto en efecto ocurrió. En otras sencillamente fue imposible. Aprovechando la apertura del sistema, las elites locales crearon sus empresas electorales (beneficiándose de las facilidades para crear partidos), los partidos tradicionales se disfrazaron de minorías (amañando las normas que promovían la representación de las minorías), los narcos capturaron buena parte del Estado en las regiones y en el nivel nacional (instrumentalizando la autonomía local), y todos juntos evadieron el control (eligiendo a los magistrados del Consejo Nacional Electoral).<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="color: #2e2e2e; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Como la Constitución no pudo cambiar las costumbres políticas, fue necesario reformarla en dos ocasiones. Mientras que en 2003 se racionalizó el acceso al poder político y se edificaron nuevas barreras, en 2009 se fortaleció la responsabilidad de los partidos políticos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: 7.5pt;"><span style="color: #2e2e2e; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En algunos años –ojalá menos de veinte- se podrá establecer si, a pesar de las recientes reformas, los políticos siguen subordinando a la Constitución o si ésta por fin logró someterlos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.75pt; margin-bottom: 7.5pt;"><span style="color: #2e2e2e; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">por <span style="mso-no-proof: yes;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75"
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alt="Bloguero VoteBien.com" style='width:30pt;height:28.5pt;visibility:visible;
mso-wrap-style:square'> <v:imagedata src="file:///C:\Users\ALVARO~1\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\02\clip_image001.png"
o:title="Bloguero VoteBien"/> </v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><img alt="Bloguero VoteBien.com" height="38" src="file:///C:/Users/ALVARO~1/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/02/clip_image002.gif" v:shapes="display_1" width="40" /><!--[endif]--></span> <a href="http://comunidad.semana.com/t5/user/viewprofilepage/user-id/4833" target="_self"><b><span style="color: #336699; text-decoration: none; text-underline: none;">democraciaalderecho</span></b></a> <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-18052842845054795552011-07-08T14:19:00.000-07:002011-07-08T14:19:43.202-07:00La constitución en re-construcción, Por Ana María Restrepo* CINEP CIEN DIAS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-CXGP65gwGiw/Thd0B26rxlI/AAAAAAAAADU/cAzw4GdOF2E/s1600/banner_cien_dias.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="62" src="http://3.bp.blogspot.com/-CXGP65gwGiw/Thd0B26rxlI/AAAAAAAAADU/cAzw4GdOF2E/s200/banner_cien_dias.jpg" width="200" /></a></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 1; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: #292929; font-size: 13px; line-height: normal;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 12.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 1; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color: #292929; font-size: 13px; line-height: normal;"> A 20 años de la firma de la Constitución de 1991, los balances históricos apuntan a una característica fundamental de la Carta: la reformitis. No en vano, en los últimos días muchos han sido los proyectos de ley que han pasado a sanción presidencial (<a href="http://www.cinep.org.co/node/1225"><span style="color: #0b8bc6;">ver cuadro 1</span></a>) y que no dejan de generar inquietud sobre los alcances de las facultades del presidente sobre la Carta y respecto al control que ejerce el Congreso sobre estos cambios.</span></div><div style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-size: 10.0pt;">Dos décadas de vigencia proporcionan un balance no muy positivo de la estabilidad de la Constitución de los colombianos. Esta característica puede generar dos posturas: o la Carta está poco sustentada en el sistema político del país o el sistema político colombiano sobrepasa todo lo que pueda decir y reglamentar la Constitución. Las intenciones del país que reflexionó sobre la nueva carta (conformado en su mayoría por sectores más distantes de la vida política real como estudiantes y personajes públicos de la cultura, entre otros) tenían que ver con la reflexión sobre las necesidades del momento, pero éstas se quedaron en lo anecdótico de la lucha contra el narcotráfico, el asesinato de cuatro candidatos presidenciales y en que esos fenómenos eran una muestra de la alarmante crisis general del Estado (<a href="http://www.elespectador.com/impreso/politica/articulo-249142-unico-justificaria-otra-constituyente-seria-paz-definitiva" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">García</span></a>, 2011, 6;<span class="apple-converted-space"> </span><a href="http://www.elespectador.com/impreso/politica/articulo-249056-renovar-el-consenso-democratico" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">Novoa</span></a>, 2011, 10-11;<span class="apple-converted-space"> </span><a href="http://www.elespectador.com/impreso/nacional/articulo-247774-memoria-de-una-reforma" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">El Espectador</span></a>, enero 30 2011, 10-11). Sin embargo ¿qué tanto cambiaron esas condiciones con la nueva Carta?<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-size: 10.0pt;">Da la impresión de que el país político no estuvo involucrado muy directamente con la redacción del nuevo libro de las leyes colombianas. En ese sentido, uno de los aspectos positivos consistió en que en su elaboración participaron muchos sectores ajenos y distantes de la política tradicional. Pero independientemente de si la Constitución fue hecha exclusivamente por abogados y otros sectores civiles, la pregunta sobre la efectividad de 20 años de la Carta tendría que pasar por cuestionarse sobre su conexión con el sistema político. La reformitis es un indicio de las condiciones de esta relación.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-size: 10.0pt;">¿Es un problema cultural? ¿De autoridad institucional? ¿De los aparatos institucionales? ¿Qué hacer con la sobreproducción legislativa? ¿Y con el incumplimiento? ¿El número de reformas es igual a la (in)coherencia de las políticas públicas? ¿Por qué creemos tan firmemente en que sólo lo que está en la Constitución tiene rango suficientemente importante? ¿La Constitución debe ser dinámica y/o coyuntural?<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-size: 10.0pt;">Dice<span class="apple-converted-space"> </span><a href="http://www.elpais.com.co/elpais/colombia/noticias/constitucion-colombiana-sufre-%E2%80%98reformitis%E2%80%99" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">Juan Manuel Charry</span></a><span class="apple-converted-space"> </span>(2010, A6), que los colombianos sufrimos de un “fetichismo constitucional” pues consideramos que la norma es la solución para cada problema, o por lo menos eso se creemos, sin preguntarnos por cómo la inestabilidad del país puede ser un reflejo precisamente de los vaivenes legislativos que sobreproducen normas y no soluciones.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-size: 10.0pt;">El problema no es si hay reformitis o simplemente si el Congreso tiene legitimidad para dinamizar una Constitución “viva”, el problema es que este fenómeno plantea un cuestionamiento sobre la eficiencia de la Carta del 91: si era necesaria y si estuvo bien determinada o si no ha sido más que un saludo a la bandera porque no se pensó en los instrumentos para llevar a cabo los grandes proyectos de reforma.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 6.7pt; margin-bottom: 6.0pt;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 6.7pt; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-align: center;"><span style="color: #292929; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 6.5pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> <span style="mso-no-proof: yes;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype id="_x0000_t75"
coordsize="21600,21600" o:spt="75" o:preferrelative="t" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe"
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style='width:375.75pt;height:279pt;visibility:visible;mso-wrap-style:square'> <v:imagedata src="file:///C:\Users\ALVARO~1\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image001.gif"
o:title="recuadro_constitucion_web_0"/> </v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><img alt="http://www.cinep.org.co/sites/cinep.cinep.org.co/files/images/recuadro_constitucion_web_0.gif" border="0" height="372" src="file:///C:\Users\ALVARO~1\AppData\Local\Temp\msohtmlclip1\01\clip_image001.gif" v:shapes="Imagen_x0020_6" width="501" /><!--[endif]--></span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La reelección de Álvaro Uribe, es un ejemplo de la reformitis que responde a las maquinarias: el ex presidente tuvo el poder para cambiar la norma precisamente porque en nuestra historia política la constitución se arregla según la fuerza del momento. Todas las constituciones cambian cuando es necesario, pero es el país político el que ha determinado cuando ha ocurrido, así, en términos históricos y políticos, reelección o 20 proyectos de reforma actuales no son más que síntomas de la reformitis.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">De este sistema político “tan abierto a los cambios”, surgen también asuntos positivos reflejados en la carta constitucional: la visibilización de los derechos económicos, sociales y culturales, la representatividad ganada por las minorías y la creación de instituciones que legitiman a los ciudadanos son elementos destacables de la Carta del 91. Entre estos factores, la tutela ha cobrado vital importancia porque se concibió como símbolo de la inclusión. Sin embargo, lo positivo tiene un lado oscuro: el sistema político sobrepasa el ideal de la norma. La tutela es en este momento una de las cuestiones más críticas, por el nivel de responsabilidad que ha tenido que asumir el Estado, incluidos los prejuicios fiscales, y la congestión en los despachos jurídicos que desestabiliza el orden judicial (<a href="http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/L/la_tutela_20_anos_de_derechos_visibles/la_tutela_20_anos_de_derechos_visibles.asp" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">El Colombiano</span></a>, 2011, 3A).<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Una de las causas de este desorden administrativo judicial es que la Constitución proporciona la solución pero no las herramientas para llevar a cabo el proceso: nunca se tuvo en cuenta la disponibilidad fiscal y tampoco la poca institucionalidad a nivel local y regional, de modo que la tutela se ha convertido en un arma de doble filo pues tanto como defiende los derechos, puede legitimar los abusos si el aparato es corrupto. El problema es que no hay institucionalidad que funcione homogéneamente de lo regional a lo nacional, dicha institucionalidad está sujeta al juego político; entonces, si la normatividad depende de la vida política no podrá producir efectos inmediatos y mucho menos directos en ella. Por ejemplo, sabemos que en salud prácticamente nada funciona sin la tutela, hecho que se relaciona con el problema institucional más que con la cultura de la sociedad civil que ha hecho uso de este recurso. Asimismo, la tutela ha sido el instrumento por excelencia para que los gobernantes locales y regionales puedan bloquear las intervenciones de las altas cortes cuando se trata de pronunciamientos o investigaciones sobre sus funciones<sup>1</sup>. En últimas, el problema no es de la ciudadanía, pues la tutela es un mecanismo excepcional: si los ciudadanos no vieran vulnerados sus derechos, si el estado los garantizara, realmente no tendrían que usarla. La herramienta no se habría convertido en la norma.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La pregunta finalmente tiene que ver con la reformitis de la Carta Constitucional de 1991, con cómo esta refleja nuestro sistema político y si es posible un cambio constitucional radical cuando no se transforma la cultura política. De hecho, el historiador Fernán González plantea que muchos de los cambios positivos de la Constitución se habrían podido llevar a cabo por medio de reformas puntuales a la Carta de 1886, como había sucedido en 1910 y 1936, por lo que no era necesario un nuevo proceso de Constituyente. No importaba si ya éramos una sociedad diferente a la del siglo XIX porque, tal como sucedió con la Constitución norteamericana, una enmienda que diera cuenta de la pluralidad habría sido suficiente para cumplir con los cambios que se pedían. Así es que en estos 20 años se ha legitimado el papel de la Carta pero no se desconoce que funciona dentro de la larga tradición jurista colombiana, que tiene que ver con la creencia en las normas y en cómo funcionan por sí mismas<sup>2</sup>.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Larga o corta, la discusión por estos días no es por la extensión de la Carta, ni siquiera por su eficacia porque ésta depende de una pregunta que tal vez no se hizo y era la de los aparatos que la hicieran real. A 20 años, las cifras hablan de poco avance social (<a href="http://www.elespectador.com/opinion/editorial/articulo-249074-los-20-anos-de-constituyente" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">El Espectador</span></a>, febrero 5 de 2011, 22), pero a 20 años podemos reconocer también que, además de la tutela, uno de los grandes aportes a la cultura política real de los colombianos es la comprensión de que el país es mucho más que una lengua, una raza y una religión, idea que dominaba el siglo de las anteriores cartas políticas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La conclusión es que tenemos un sistema político que no tiene mucho que ver con el constitucional. Sin embargo, no hay que cambiar la Carta para cambiar la realidad colombiana, hay que aplicarla eficientemente. Pero como es un círculo vicioso, sin los medios para su aplicación habría que ser más optimistas y pensar con <a href="http://www.elespectador.com/impreso/columna-262088-defender-al-estado" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">Álvaro Forero Tascón</span></a> que “la debilidad del estado colombiano es una constante histórica pero con ciclos de mayor debilitamiento y periodos de fortalecimiento. Estos últimos generalmente han coincidido con gobiernos que reformaron la Constitución, pues el criterio tradicional ha sostenido que el fortalecimiento estatal se hace por el camino de la modernización institucional, por oposición a las políticas coyunturales o personalistas que tienden a no perdurar en el tiempo” (2011, 29). En este punto habría que preguntarse por Santos, por Uribe y por los deslindes que en asuntos como la fusión ministerial separan los aportes de los dos al sistema y régimen político. Así mismo, los recientes destapes de corrupción permiten (positivamente) pensar en que las reformas pueden modernizar no sólo el sistema sino también la cultura de los colombianos y la exigencia de sus derechos. ◙ <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">________<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><b><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">* Ana María Restrepo es investigadora y hace parte del Equipo del Sistema de Información Georreferenciado- Archivo de Prensa del CINEP/PPP</span></b><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> 1. El ejemplo más cercano es el del gobernador de Magdalena, Omar Díazgranados, quién a través de una tutela, recuperó el cargo del que había sido suspendido por el presidente de la República, tras una investigación por corrupción.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">2. Esta condición resulta una ventaja también en la medida en que el sector judicial en Colombia es independiente del ejecutivo, lo que afirma el equilibrio de los poderes.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"> <b>Referencias:</b><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Charry, Juan Manuel, 2010, “<a href="http://www.elpais.com.co/elpais/colombia/noticias/constitucion-colombiana-sufre-%E2%80%98reformitis%E2%80%99" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">Constitución sufre de reformitis</span></a>” en <i>El País</i>, Cali, noviembre 22 de 2010. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El Colombiano, 2011, “<a href="http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/L/la_tutela_20_anos_de_derechos_visibles/la_tutela_20_anos_de_derechos_visibles.asp" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">La tutela, 20 años</span></a>” en <i>El Colombiano</i>, Medellín, febrero 22. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El Espectador, 2011, “<a href="http://www.elespectador.com/opinion/editorial/articulo-249074-los-20-anos-de-constituyente" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">Los 20 años de la Constituyente</span></a>” en <i>El Espectador</i>, Bogotá, febrero 5. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">El Espectador, 2011, “<a href="http://www.elespectador.com/impreso/nacional/articulo-247774-memoria-de-una-reforma" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">Memoria de una reforma</span></a>” en <i>El Espectador</i>, Bogotá, enero 30. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Forero, Álvaro, 2011, “<a href="http://www.elespectador.com/impreso/columna-262088-defender-al-estado" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">¿Cómo defender al Estado?</span></a>”, en <i>El Espectador</i>, Bogotá, abril 11. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">García, Hugo, 2011, “<a href="http://www.elespectador.com/impreso/politica/articulo-249142-unico-justificaria-otra-constituyente-seria-paz-definitiva" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">Lo único que justificaría otra constituyente sería la paz definitiva</span></a>” Entrevista a Horacio Serpa en <i>El Espectado</i>r, Bogotá, febrero 6. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Novoa, Armando, 2011, “<a href="http://www.elespectador.com/impreso/politica/articulo-249056-renovar-el-consenso-democratico" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">Hace 20 años se instaló la Asamblea Nacional Constituyente</span></a>” en <i>El Espectador</i>, Bogotá, febrero 5. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La República, 2010, “<a href="http://www.larepublica.com.co/archivos/ASUNTOSLEGALES/2010-11-24/mas-de-20-reformas-constitucionales-pretenden-cambiar-la-carta-magna_115863.php" target="_blank"><span style="color: #0b8bc6;">Más de 20 reformas constitucionales pretenden cambiar la Carta Magna</span></a>” en <i>La República</i>, Bogotá, noviembre 24. <o:p></o:p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-CXGP65gwGiw/Thd0B26rxlI/AAAAAAAAADU/cAzw4GdOF2E/s1600/banner_cien_dias.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-CXGP65gwGiw/Thd0B26rxlI/AAAAAAAAADU/cAzw4GdOF2E/s1600/banner_cien_dias.jpg" /></a></div><div style="margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; mso-line-height-alt: 6.7pt; text-align: justify;"><span style="color: #292929; font-size: 10.0pt;"><o:p> </o:p></span><span class="Apple-style-span" style="color: #292929; font-size: 13px;"> </span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-47617190545923059462011-07-06T15:23:00.000-07:002011-07-06T15:36:13.656-07:00ESTADO SOCIAL DE DERECHO, Jorge Humberto Botero, La sillavacia.com<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-f-G3nfU5QwQ/ThTgP6YzfAI/AAAAAAAAADI/51kFHTgzCVE/s1600/jorge+humberto+botero.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://3.bp.blogspot.com/-f-G3nfU5QwQ/ThTgP6YzfAI/AAAAAAAAADI/51kFHTgzCVE/s200/jorge+humberto+botero.jpg" width="200" /></a></div><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 13px;">La Constitución Política de 1991 define a Colombia como un <i>"Estado Social de Derecho" </i>para enfatizar que no pretende únicamente ordenar y limitar el ejercicio del poder, y proteger vida, honra y bienes de quienes en su territorio viven, sino, también, lograr el bienestar material de los integrantes de la Polis; ese es el sentido del adjetivo <i>"social"</i> que coloca en medio de los pilares del concepto tradicional.</span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Por eso establece dos tipos de derechos: los <i>"fundamentales"</i> o de primera generación que son derechos plenos. Se consagran en normas; en enunciados de lo que debe ser, y versan sobre lo que está ordenado, permitido o prohibido. Decimos que esas normas son jurídicas para diferenciarlas de otras, como las de la moral y la cortesía; y para indicar que atribuyen la potestad de pedir la protección del Estado, o, incluso, usar la propia fuerza para defender los bienes amparados en caso de necesidad. Si alguien pretende entrar a mi domicilio sin autorización tengo derecho a convocar la protección policial y a rechazar, por medios violentos si fuere menester, al intruso.<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">La otra categoría de <i>"derechos" </i>son los <i>"económicos, sociales y culturales"</i>, que versan sobre las legítimas aspiraciones de bienestar: trabajo, salud, vivienda, recreación, medio ambiente de calidad, ingresos suficientes para afrontar la vejez etc. Estos derechos de segunda generación, ¿son derechos en sentido propio? Por ejemplo, ¿es factible acudir ante un juez o funcionario gubernamental para, luego de demostrar que se carece de vivienda, o que esta no es, como lo postula la Constitución, "<i>digna</i>", se nos adjudique un lugar para vivir?<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">La respuesta es objeto de amplia disputa. Hay quienes sostienen que esos derechos son exigibles de inmediato; la Justicia Social -¿cómo podría ser de otro modo?- tiene que cumplirse ya, sean cuales fueren las dificultades y costos que hacerlo implique. Que ellos se hallen plasmados en la Constitución es titulo suficiente para que puedan ser demandados, en última instancia ante un juez.<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Otros, por el contrario, consideran que, al lado de las normas en sentido estricto, la Carta recoge principios que sirven para interpretarlas, y, lo que es crucial en esta discusión, anhelos de prosperidad que han de cumplirse con el paso del tiempo, en la medida que existan los recursos fiscales que son indispensables. De lo contrario, el bienestar social no sería el resultado del arduo esfuerzo que requiere incrementar la riqueza colectiva para que el mercado y, cuando corresponda, el Estado, lo distribuyan; bastaría que, como consecuencia de una operación mágica, se escribieran en la Constitución. Infortunadamente, la felicidad por decreto no es factible.<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Giovanni Sartori, que no es propiamente un pintado en la pared, diferencia entre "normas "programáticas" e "imperativas: <i>"...Las primeras son...por decirlo así, normas de tendencia, reglas que se deben aplicar sólo cuando, y en la medida en que, son aplicables. Únicamente las últimas,...son las que tienen la fuerza de obligaciones constitucionales. Así, se entiende que cuando la Constitución italiana afirma que, por ejemplo: "La República protege el paisaje", esta es una norma programática que no autoriza a millones de italianos a demandar al Estado por millones de liras cuando descuida el paisaje".</i><o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">La Constitución nuestra se inscribe en esta línea de pensamiento. Consagra, en capítulos o secciones diferentes, ambas categorías de derechos, reservando para los fundamentales el atributo de inmediata aplicación, lo cual, sin duda, implica que los económicos, sociales y culturales son de realización paulatina, posición que reitera al reservar para los fundamentales la acción judicial de tutela.<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">La nitidez de esta distinción se ha obscurecido como consecuencia de las decisiones de la Corte Constitucional que han ignorado las restricciones sobre los derechos que pueden reclamarse por esa vía.<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Concebida como esta en un texto clarísimo de la Constitución para proteger los derechos fundamentales de personas individualmente identificadas, la ha expandido a los derechos económicos, sociales y culturales; y ha dictado sentencias de tutela de aplicación general sin tener competencia para hacerlo.<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Igualmente, ha establecido, con fundamentos jurídicos debatibles, la figura de "<i>los estados de cosas inconstitucionales", </i>para afrontar causas tan nobles como las de quienes han sufrido desplazamiento.<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Este activismo judicial, cuyas consecuencias fiscales han sido elevadas, ha erosionado la capacidad del gobierno para manejar las finanzas públicas. La profunda crisis que padecen países como Grecia, Portugal e Irlanda pone de presente las graves consecuencias de que el gasto estatal crezca sin guardar una proporción adecuada con los ingresos corrientes, fundamentalmente tributarios. Desempleo, pérdidas de ingresos y de beneficios que eran sacrosantos "<i>derechos adquiridos", </i>han sido trastornos que los gobiernos de esos países no han podido evitar. La razón es simple: al jefe de hogar o gobernante que gasta más de lo que puede, le llega un momento en que sus acreedores no le prestan más. Sean ellos el tendero de la esquina o el inversionista en bonos soberanos.<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Estos son los antecedentes de la reforma constitucional que erige la "sostenibilidad fiscal" como un criterio obligatorio para todas las autoridades del Estado con capacidad de decretar gasto. El texto aprobado por el Congreso no tiene la contundencia y fuerza del que fuera presentado por el gobierno pasado. Pero ha sido fruto de un amplio consenso entre todas las fuerzas políticas que tienen representación parlamentaria, incluida lo oposición.<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><br />
</div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Este resultado es encomiable. Sea cual fuere el contenido de sus estipulaciones, gran parte del mérito de las constituciones está asociado al grado de respaldo popular con que cuentan. La Carta que nos rige fue resultado de una amplia convergencia, la cual incluyó a sectores que operaban al margen de la ley. La adopción de la sostenibilidad fiscal preserva -y fortalece- ese valor. Qué bueno registrarlo.<o:p></o:p></span></div></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;"><span style="color: #e36c0a; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 14px;">Publicado en la silla vacia.com</span></div></div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-80933590515756602952011-07-06T15:18:00.000-07:002011-07-06T15:25:34.363-07:00Respecto del Estado Social de Derecho, me hago la pregunta: ¿alguna vez hemos disfrutado del Estado de Derecho? Por: Jorge Enrique Guerrero Montoya - Profesional en Estudios Políticos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-BApuQUd-8gM/ThTfZEFcTLI/AAAAAAAAADE/vHUTfQErTQM/s1600/JEG%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://3.bp.blogspot.com/-BApuQUd-8gM/ThTfZEFcTLI/AAAAAAAAADE/vHUTfQErTQM/s200/JEG%255B1%255D.jpg" width="200" /></a></div><span class="apple-style-span"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">En el 91 el famoso Estado de Derecho quedo escrito en el papel, pero paralelamente se abrieron las fronteras a la economía de mercado, se comenzaba intensa y rápidamente la materialización del modelo económico político neoliberal, que ya años atrás había dado sus pinitos en el país. Como bien se conoce este modelo, por lo menos en nuestro país, ha traído pauperización de los ciudadanos comunes, la clase media casi que brilla por su ausencia, dejando en el tapete solo privilegiados y desposeídos.</span></span><span class="apple-converted-space"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: black;"> <span class="apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"> </span><br />
<span class="apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Para poder establecer la economía de mercado, y dejarle la potestad de realizar la distribución de la riqueza (en pocas manos), el modelo ha debido erosionar los derechos que establece el Estado Social de Derecho, siendo así que la salud se mueve entre los laxos límites de lo que fuere un derecho y ahora es un negocio super rentable y conocemos todos los que nos toca acudir a una EPS que este negocio es en detrimento del bien estar de la mayoría de colombianos, de su vida (derecho por encima de todos) y de su integridad en la salud. En esta misma dirección encontramos la minimización de los derechos laborales, hoy día y gracias a la reforma laboral de Uribe, el horario de trabajo se extendió y además ratifico una práctica que en Colombia es normal la de obligar a los empleados a trabajar más horas, sin remuneración ni compensatorios, con el cuento aquel de que "hay que ponerse la camiseta de la empresa" y "trabajar, trabajar y trabajar", desconociendo el empleado que su contrato no es entre iguales (como le hacen creer) y que el propietarios cuenta con algo que se llama PLUSVALIA (lo que produzca mas allá del pago de su salario le corresponde al dueño), entonces además de la plusvalía el gobierno les permite a los empresarios abusar y robar legalmente a los empleados obligándolos a laborar gratis un tiempo extra, negándoles el derecho al ocio, en el sentido estricto filosófico de la palabra ocio que no tiene nada que ver con vagancia (muchas familias se han destruido por no gozar de este derecho, hay enfermedades mentales gracias a esto).<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">Miremos el derecho a la educación, cada día se aproxima a la privatización. El gobierno anterior dijo "educación técnica para todos", que maravilla, imagínense ustedes, un pueblo totalmente técnico y la universidad privada, imagínese un empleado en el sistema neoliberal ganándose un poquito más del mínimo, este empleado si paga los servicios come mal y sin come bien paga los servicios incompletos, ¿cómo creen ustedes que hará para pagarse un semestre en una universidad privada, que no baja de $3.000.000 y alcanza hasta los $10.000.000?, pues no podrá, y quedara el estudio profesional como un privilegio de los que son beneficiados con la economía de mercado, los llamados a dirigir a los esclavos nuevos, porque este modelo propicia nuevas formas de esclavitud, ya no se le tiene al esclavo en casa y se le alimenta, ahora se le da un salario que solo le alcance para reponer su fuerza de trabajo y ya, cuando no sirva o se rebele lo reponemos por el stop que existe en el amplio espectro del desempleo.</span></span><span class="apple-converted-space"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">No tenemos que ser expertos en economía, solo observando nuestras propias vidas nos damos cuenta de que el modelo que se estableció en la realidad en el 91 no tiene nada que ver con el Estado Social de Derecho, y además día a día sentimos que en vez de ser mas prósperos nos alcanza menos, pero eso si el país crece el 5% y el 6%, sobre todo el sistema financiero, pero a los colombianos no nos llega ese beneficio de crecimiento, por el contrario, el desempleo aumenta porque es la única manera de mantener el modelo neoliberal que exige alta rentabilidad a bajo costo, si usted se aburre de ser profesional y trabajar las 12 horas del día por $700.000, pues de malas porque allá afuera hay millones de colombianos que aceptaran su empleo, es así que funciona. Bueno nombrando al sistema financiero, el trabajador asalariado de que recibe un salario que no es acorde con el gasto básico que le genera el mercado, nunca le alcanza para cubrir las necesidades básicas, además de esto se le obliga a que su sueldo se le consigne en una cuenta, y ya sabemos los que tenemos cuenta como comienza una vez más el sueldo a reducirse porque el sistema financiero que debiera cumplir un servicio social termina sin hacer nada por usted, a apropiarse de su dinero, pero eso si ese dinero suyo le genera unas rentabilidades tan altas pero a ellos, o porque creen ustedes ¿qué deslegitimaron a DMG?. Bueno podríamos seguir citando muchos más ejemplos de la no instauración del Estado de Derecho en temas como el medio ambiente, la seguridad alimentaria, los recursos naturales nuestros, etc. Pero con estos pocos podríamos concluir que pasamos del utópico Estado de Bienestar al Estado Neoliberal. Lógico, cabe agregar que, este tipo de sistema se puede establecer en las democracias, en este caso la democracia liberal hegemónica que </span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;">tenemos en este país. Ver el blog arriba, es interesante la posición de quien lo escribió: Jorge Humberto Botero, El Estado Social de Derecho</span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span class="apple-style-span"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; line-height: 115%;"><br />
</span></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-37696763633863995972011-07-06T15:06:00.000-07:002011-07-06T22:18:39.269-07:00Noticia sobre los 20 años de la Constitución<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dzotE84psygoCb8qNMiMGwyjl_R6GYWEzAprMUbdvfQFRO-e7XQpj-JGrgLDYwrqKL_HMt6syA9ZTBgnKeiEQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-60566359101481502982011-07-05T20:47:00.000-07:002011-07-06T15:35:46.327-07:00Las principales transformaciones que introdujo la Constitución del 91 Por: Equipo jurídico de Escuela Ciudadana<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjZ5g8sp2ldZAP84cxQS_JDbNbJFJX-nzdzGPeo9YhIKhWZ8aBhviKdFyEXYsA55FOBZFK_VJBv5RPJ92TU-IgIzXQwW9g9f5jG_PaDxj2DloIgaVfieBfALaIgHAPsjnTX-Rs7Pm42RL3/s1600/blacberry+018.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjZ5g8sp2ldZAP84cxQS_JDbNbJFJX-nzdzGPeo9YhIKhWZ8aBhviKdFyEXYsA55FOBZFK_VJBv5RPJ92TU-IgIzXQwW9g9f5jG_PaDxj2DloIgaVfieBfALaIgHAPsjnTX-Rs7Pm42RL3/s200/blacberry+018.jpg" width="125" /></a></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="font-size: 10pt;">Las deliberaciones de la Asamblea Nacional Constituyente fueron acompañadas de movilizaciones ciudadanas de los grupos poblacionales tradicionalmente excluidos (indígenas, afrodecendientes, mujeres, ambientalistas, religiones distintas del catolicismo, entre otros), quienes presentaron ante la Asamblea, para su consideración, y debate, numerosas iniciativas y demandas de distinta índole, muchas de las cuales hoy están recogidas tanto en el espíritu como en la letra de la nueva Constitución moderna y democrática, inspirada en una nueva concepción ideológica. A continuación relacionamos las que a nuestro juicio consideramos las principales instituciones o transformaciones </span><span style="font-size: 10pt;">de nuestra carta política: </span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;"><br />
</span></span></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">SOBERANÍA</span></span><span style="color: windowtext; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; font-style: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> POPULAR </span></span></div><h4 style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 13px; font-weight: normal;">El cambio de soberanía nacional</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 13px; font-weight: normal;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 13px; font-weight: normal;">por el de soberanía popular que reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el Poder político; es la autodeterminación de la voluntad colectiva de un pueblo, la cual la ejerce directamente, como constituyente primario o a través de la llamada Democracia Participativa o es delegada a los órganos del Estado, la Democracia Representativa.</span></h4><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 13px;">ESTADO LAICO</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">La tajante y clara separación de ámbitos operativos entre la Iglesia y el Estado, y por tanto la reafirmación del carácter laico, no confesional, de nuestras instituciones. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">ESTADO SOCIAL DE DERECHO</span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">En un Estado Social de Derecho, se convierte en un imperativo la satisfacción de necesidades económicas, sociales y culturales de la población, así como los derechos colectivos y del medio ambiente. La prioridad es garantizar la dignidad humana y cumplir los ideales de bienestar y seguridad social de sus asociados.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt;">CONSAGRACIÓN DE UN AMPLIO CATÁLOGO DE DERECHOS</span><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;"> <o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">Si los fines esenciales del Estado se fundan en valores esenciales como el bien común y el respeto a la dignidad humana, que implica el respeto a la libertad, a la igualdad y a la justicia, como valores necesarios para el logro del bienestar y el desarrollo pleno de las personas, deben, entonces, constituirse como imperativos del gobierno, la protección y garantía institucional de los derechos y libertades ciudadanas, así como la implantación de mecanismos rápidos y eficaces de protección de los Derechos Humanos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">LA ACCION DE TUTELA<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">El mayor logro, sin lugar a dudas, lo constituyó la Acción de Tutela, poderoso instrumento que en este tiempo ha mostrado sus extraordinarios alcances; esta herramienta, en manos de la Corte, ha significado la posibilidad real de que la gente de a pie, la gran mayoría nacional, defienda sus derechos hasta el punto de decir que, por ejemplo, en el caso de la salud, ha salvado numerosas vidas. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;"><o:p> </o:p></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"> </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">MECANISMOS DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">La introducción en el corpus jurídico de nuevos mecanismos para hacer efectivos los derechos, como la acción popular, la acción de grupo, la acción de cumplimiento, el habeas data, estableciendo así severos límites al poder del Estado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">ACCIONES AFIRMATIVAS<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">La discriminación positiva a favor de grupos vulnerables, marginados o en situación de debilidad manifiesta, como garantía de la igualdad real y efectiva, no solamente formal. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">DEMOCRACIA PARTICIPATIVA<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">El tránsito desde la democracia representativa hacia la democracia participativa, para lo cual se introdujeron innumerables mecanismos de autogestión y control ciudadanos, como la iniciativa popular normativa, El cabildo abierto, la consulta popular, el referendo y la revocatoria del mandato.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">ESTADO PLURIETNICO Y MULTICULTURAL<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">El reconocimiento, tanto en la letra como en el espíritu, del nuestro como un país pluriétnico, multicultural y pluralista en lo político/ideológico, que valora la diversidad y la diferencia como grandes fortalezas nacionales.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b></span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Indígenas, afrocolombianos, diversos cultos y minorías sexuales, entre otros, son reconocidos como parte integral de la sociedad.<span style="color: #3c3b3b;"><o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">PLURALISMO JURÍDICO<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">El pluralismo jurídico, coexistencia del derecho tradicional, privativo del Estado, con nuevos mecanismos alternos populares como la Justicia de Paz, la Jurisdicción Indígena, los Consejos Comunitarios de población afro y la Conciliación en Equidad.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">LA CORTE CONSTITUCIONAL<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">Lo más positivamente novedoso fue la creación de instancias como la Corte Constitucional, llamada a jugar un decisivo papel, como se ha mostrado a lo largo de estos años, en la defensa de la institucionalidad democrática y de las garantías ciudadanas. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN</span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Es el más poderoso organismo de investigación criminal del Estado. Nació para reforzar la justicia, entonces bajo amenaza. Y la posterior adopción del sistema penal acusatorio.<o:p></o:p></span></div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><br />
</div><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt;">DEFENSORIA DEL PUEBLO<o:p></o:p></span></div><div style="margin-top: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #292526; font-size: 10pt;">Este organismo fue creado como parte del ministerio público, en cabeza del Defensor del Pueblo, pero bajo la dirección del Procurador General de la Nación; tiene bajo su cuidado la promoción, el ejercicio y la divulgación de los derechos humanos</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #292526; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #292526; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">AUTONOMÍA DE LA JUSTICIA<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #292526; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Se le otorga independencia económica y administrativa a la justicia. Garantizó que la Rama Judicial trabajara sin interferencia, para su administración se creó el Consejo Superior de la Judicatura<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #292526; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">LÍMITE A REGÍMENES DE EXCEPCIÓN<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #292526; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Se restringió el otorgamiento de poderes extraordinarios al Ejecutivo a través del el estado de sitio, que permitía al Presidente dictar decretos legislativos, se introdujo el concepto de estados de excepción.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #292526; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">PÉRDIDA DE INVESTIDURA Y MOCIÓN DE CENSURA<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 4.15pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #292526; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">La Constitución acabó la inmunidad parlamentaria y permitió que, si se incurre en unas causales como el conflicto de intereses, el Consejo de Estado le quite la curul a un congresista. La moción de censura es una figura importada del sistema parlamentario que hasta la fecha no ha tenido los resultados esperados.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoBodyText" style="tab-stops: 35.4pt 70.8pt 106.2pt 141.6pt 177.0pt 212.4pt 247.8pt 283.2pt 318.6pt 354.0pt 389.4pt 424.8pt 460.2pt 495.6pt 531.0pt 566.4pt 601.8pt 637.2pt 672.6pt 708.0pt 743.4pt 778.8pt 814.2pt 849.6pt 885.0pt 920.4pt 955.8pt 991.2pt 1026.6pt 1062.0pt 1097.4pt 1132.8pt 1168.2pt 1203.6pt 1239.0pt 1274.4pt 1309.8pt 1345.2pt 1380.6pt 1416.0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 4.15pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-10225378056023765782011-07-05T20:40:00.000-07:002011-07-06T15:37:13.986-07:00La constitución en perspectiva (I), Por: Rodrigo Uprimny<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-y2yg-ygVif0/ThPY36xNrzI/AAAAAAAAACw/61r9uF_Ojdg/s1600/rodrigo-uprimny-alta.gif" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-y2yg-ygVif0/ThPY36xNrzI/AAAAAAAAACw/61r9uF_Ojdg/s1600/rodrigo-uprimny-alta.gif" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Rodrigo Uprimny</td></tr>
</tbody></table><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 4.15pt; text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 13px;">A sus 20 años, la constitución de 1991 ha demostrado ser el más importante pacto social y político de ampliación democrática y modernización institucional de las últimas décadas<i>.</i></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Obviamente tuvo errores y muchas de sus promesas no han sido cumplidas, pero logró avances democráticos indudables, tanto por la forma como fue adoptada como por su contenido y sus desarrollos. <br style="mso-special-character: line-break;" /> <br style="mso-special-character: line-break;" /> <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Nuestras otras constituciones fueron “cartas de batalla”, como las llama Hernando Valencia Villa, pues resultaron de la victoria hegemónica de una de las fuerzas en contienda. Por ejemplo, la de 1863 fue expresión del dominio del radicalismo liberal, mientras que la “Regeneración” conservadora triunfante adoptó la autoritaria constitución de 1886.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><br />
Estas constituciones, impuestas por el bando vencedor, difícilmente podían ser pactos de convivencia. Si la de 1886 logró ser longeva, esto se debió a que las claves reformas de 1910 y 1936 moderaron su autoritarismo intolerante y le dieron un sentido más incluyente y nacional.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><br />
El proceso constituyente de 1990 y 1991 fue muy distinto. Colombia vivía un momento de violencia y crisis institucional muy graves, debido al asesinato de cuatro candidatos presidenciales, las masacres de los paramilitares, la persistencia de los ataques guerrilleros, los miles de asesinados y desaparecidos y las bombas de los extraditables. La tasa de homicidio llegó a 70 por 100 mil habitantes, su nivel más alto en los últimos 50 años.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><br />
Hubiera sido fácil ceder a la tentación autoritaria: restringir aún más la ya limitada democracia colombiana y persistir en el uso permanente del estado de sitio. Algunos líderes tradicionales recomendaron esa vía y propusieron incluso una especie de dictadura civil.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><br />
Pero afortunadamente el desarrollo fue distinto, pues progresivamente se logró un consenso sobre una asamblea constituyente como pacto político de ampliación democrática, entre fuerzas políticas y sociales muy diversas y que en décadas anteriores habían estado enfrentadas. <o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><br />
Así lo entendieron los sectores más lúcidos y modernos de las élites económicas y de los partidos tradicionales, que vieron que era necesaria una renovación profunda, pues la crisis de legitimidad era muy seria. Las guerrillas desmovilizadas vieron en el proceso constituyente la oportunidad de lograr la ampliación democrática por la cual habían luchado. Otras fuerzas sociales, que en el pasado habían tenido una participación política débil en el sistema político, como los indígenas, las mujeres, entre otras, también apoyaron la opción constituyente, como un escenario importante para hacer avanzar sus reivindicaciones.<br />
<br />
El camino a la constituyente no fue fácil. Había que materializar ese consenso social, que era amplio pero difuso. El movimiento estudiantil y los gobiernos Barco y Gaviria jugaron un papel catalizador y articulador indudables. Además, había obstáculos jurídicos importantes, pero la Corte Suprema, que realizaba el control constitucional, estuvo a la altura y dio piso a la Constituyente. Finalmente, las elecciones de diciembre de 1990, aunque no masivas, fueron esenciales, ya que eligieron un cuerpo pluralista y diverso, en donde ninguna fuerza era hegemónica y por ello actuaron privilegiando el consenso. Este fue posible pues en el fondo, debido al proceso mismo de la constituyente, todas las fuerzas tendieron a coincidir tácitamente en el mismo diagnóstico: la crisis de la precaria democracia colombiana debía enfrentarse con más democracia y no con menos.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><br />
La Asamblea Constituyente de 1991 fue entonces expresión de ese consenso pluralista de ampliación democrática. Era pues natural que su producto, la Constitución de 1991, también tuviera ese sello, como lo analizaré en otras columnas.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 10.0pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><br />
* Director del Centro de Estudio “DeJuSticia” (www.dejusticia.org) y profesor de la Universidad Nacional.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-40282746097866046832011-07-05T20:37:00.000-07:002011-07-06T22:19:37.209-07:00Constitución conservadora (II), Por: Cristina de la Torre<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 4.15pt; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-2KlxilUjjtc/ThTiV09IpGI/AAAAAAAAADM/5cysxoFk7o0/s1600/cristina-de-la-torre-alta.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://3.bp.blogspot.com/-2KlxilUjjtc/ThTiV09IpGI/AAAAAAAAADM/5cysxoFk7o0/s200/cristina-de-la-torre-alta.gif" width="166" /></a></div><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Difícil cantar hoy el aleluya que hace 20 años bautizó entre lágrimas la Constitución que auguraba paz y patria para todos. </span><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Si agridulce el balance en política, amargo resulta en economía: la Carta del 91 fue instrumento del revolcón neoliberal que no cesa. El hálito socialdemocrático le vendría de su porción intervencionista, que entresacó de la Constitución de 1968. Mas en esta equívoca amalgama de disposiciones y valores opuestos, la exaltación de la libre competencia a rango de derecho fundamental obró con eficacia ejemplar: extremó hasta el escándalo la concentración de la riqueza. El principio igualitario fue más arabesco que mandato, y el Estado social, letra débil. Tampoco lo que había era la panacea, claro. Pero allí donde sobrevivió el núcleo del modelo industrializador, nació una estrella: Brasil.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 8.3pt; mso-line-height-alt: 8.3pt; mso-outline-level: 3; text-align: justify;"><span style="color: #333333;"> <br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"> El jurista Luis Carlos Sáchica dibuja el espinazo de aquel modelo de Estado, entonces responsable de la dirección general de la economía, con vistas al desarrollo edificado sobre la justicia social (Economía Colombiana No. 208). El Estado puede monopolizar sectores económicos de interés general: política fiscal, seguridad nacional, servicios públicos, promoción del desarrollo económico. Por razones de utilidad pública, para impedir el enriquecimiento sin causa y la concentración de la propiedad, podrá expropiar a particulares, sin indemnización. También podrá manejar empresas de interés social. O asociarse con particulares en fórmula de economía mixta. Formas de intervención del Estado que respetan, no obstante, la libertad de empresa y de mercado, si ésta no riñe con el bien común.</span><br />
<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"> La intervención sobre el Banco de la República y las instituciones financieras era potestativa del presidente. Con la nueva Carta desaparece la facultad de intervención del gobierno en el ahorro. Y las de inspección y vigilancia sobre este sector crucial de la economía, se ven obstaculizadas por la ley. Toda norma de control sobre la economía obra hoy como camisa de fuerza que rompe en la práctica con la tradición intervencionista practicada desde 1936. El Estado perdió, pues, la facultad de intervenir la banca y vio menguada su capacidad para vigilarla. Pero, sobre todo, se le arrebataron los fondos de fomento del desarrollo. Por su parte, la planificación, método excelso de intervención, quedó reducida a agregado mecánico de partidas presupuestales sin divisa estratégica. No se interviene ahora para propiciar el desarrollo industrial y agropecuario sino para garantizar el libre mercado, así éste se resuelva en monopolios privados.<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 8.3pt; mso-line-height-alt: 8.3pt; mso-outline-level: 3; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Dificultades y errores de aplicación debilitaron este modelo que los Lleras prohijaron en la década de los 60, hay que decirlo. La concertación con los gremios para planificar la economía no logró sacudirse del todo el fardo oligárquico que venía de muy atrás. A los empresarios beneficiados con protección y subsidios no se les exigió contraprestación en productividad y calidad de sus productos. Pero hubo talanqueras formidables que frustraron la opción del desarrollo: se abandonó el Grupo Andino como mercado ampliado para producir en grande, ensanchar la gama de las exportaciones y construir una trinchera de países hermanos desde donde pudiera negociarse una inserción decorosa en la economía mundial. La siempre beligerante extrema derecha sepultó, otra vez, la reforma agraria. Los partidos empeñaron su vocación de lucha en el amancebamiento del poder. Luego vendría la estocada letal, el modelo neoliberal, incrustado en la entraña misma de la Constitución que hoy celebramos. Ni epifanía, ni coro de júbilo. Lejos de mejorar la condición de vida de las mayorías, esta Carta contribuyó más bien a degradarla. Acaso sea hora de corregir el rumbo; de mirar con distancia tanta floritura igualitaria devorada por el torbellino del mercado.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 8.3pt; mso-line-height-alt: 8.3pt; mso-outline-level: 3; text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">Publicado en el Espectador.com<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-51813549539573277962011-07-05T20:35:00.000-07:002011-07-06T22:23:27.972-07:00La Constitución de los derechos fundamentales, Por: Redacción Política | El Tiempo.com<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-KWwFkv-dSOo/ThVCtBoeTiI/AAAAAAAAADQ/vswye-wbaLY/s1600/presidentesANC.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="133" src="http://1.bp.blogspot.com/-KWwFkv-dSOo/ThVCtBoeTiI/AAAAAAAAADQ/vswye-wbaLY/s200/presidentesANC.jpg" width="200" /></a></div><span class="Apple-style-span" style="color: #393939; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 8.3pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #777777; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">La carta de 1991 propugna una vida digna del ser humano y ordena al Estado garantizarla.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">Esto gracias a que el Estado Social de Derecho es consagrado como columna vertebral en actual Constitución.</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">La Constitución Política de 1991 sentó las bases de un nuevo país en muchos aspectos. El principal: la defensa de los derechos del ciudadano.</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">La Carta ha significado para la defensa de los derechos fundamentales un salto gigantesco. De décadas. De hecho, se la reconoce como "la Constitución de los derechos".</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">Se trata de una de las constituciones más vanguardistas del mundo en ese sentido. No solo se consagraron a nivel constitucional, sino que se crearon herramientas para garantizar su efectividad.</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">La tutela es hoy el mandato constitucional más expedito utilizado por los colombianos para defender sus derechos. Está al alcance de cualquier ciudadano.</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">La Constitución de 1991 es también la norma que más ha propugnado la igualdad entre los colombianos: ordena al Estado "promover las condiciones" para que esta sea "real y efectiva". Igualmente, establece que el Estado debe "adoptar medidas en favor de grupos marginados o discriminados".</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">Es este el significado del Estado Social de Derecho, del que habla el primer artículo de la Carta. Un Estado cuyo compromiso fundamental es garantizar los derechos esenciales de los gobernados para lograr una vida digna y participar como miembro pleno de la sociedad.</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">La Constitución de 1991 se ocupó de manera expresa de garantizar esa igualdad a grupos sociales tradicionalmente marginados, como los indígenas y los afrodescendientes. Reconoció la igualdad de cultos y la diversidad sexual y reforzó el papel de la mujer en la sociedad. En desarrollo de este mandato, los constituyentes le asignaron al Estado la obligación de intervenir para "dar pleno empleo a los recursos humanos y asegurar que todas las personas, en particular las de menores ingresos, tengan acceso efectivo a los bienes y servicios básicos".</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">También se introdujeron mejoras sustanciales en el sistema democrático, imperfecto todavía en el mundo entero. Se profundizó la separación entre los poderes públicos, con énfasis, eso sí, en su armonía, y se crearon instituciones como la Fiscalía General de la Nación, la junta directiva del Banco de la República (con su independencia en el manejo monetario), lo mismo que las acciones populares, otra llave poderosa en poder de los ciudadanos.</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">Por primera vez, tal vez en razón del consenso político que la dio a luz, o por su juventud, la Constitución Política del 91 es vista por los colombianos como una entidad viva, capaz de determinar asuntos vitales de los ciudadanos.</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">No es un texto frío, un libro empolvado y olvidado en los anaqueles, sino una que es entendida por la sociedad toda como un punto de encuentro, un recurso garantista, un árbitro entre los diversos.</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">La conmemoración de los 20 años de su existencia ha llevado a diversos sectores políticos y sociales a salir en su defensa.</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border-bottom-color: windowtext; border-bottom-style: none; border-bottom-width: 1pt; border-left-color: windowtext; border-left-style: none; border-left-width: 1pt; border-right-color: windowtext; border-right-style: none; border-right-width: 1pt; border-top-color: windowtext; border-top-style: none; border-top-width: 1pt; color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt; padding-bottom: 0cm; padding-left: 0cm; padding-right: 0cm; padding-top: 0cm;">Pocas voces se han levantado para cuestionar la conveniencia de algunos de sus mandatos, pero la mayoría se ha volcado a pedir respeto por ella.</span><span style="color: #3c3b3b; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6687928513267101455.post-6591700978413368222011-07-05T20:34:00.000-07:002011-07-05T20:34:00.301-07:00Cómo se beneficiaron las minorías en el país con la nueva Constitución, Por: El Tiempo.com<h1 style="margin-top: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 13px; font-weight: normal;">Uno de sus principales logros es el reconocimiento de la pluralidad étnica y religiosa.</span></h1><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; tab-stops: 272.6pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #0862a0; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; padding: 0cm;">'Ahora hay libertad de cultos'<span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #3c3b3b; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Darío Silva es un pastor cristiano que dirige la iglesia Casa sobre la Roca, desde la cual asesora espiritualmente a personajes de la vida nacional, como la fiscal General, Viviane Morales. Para él, la Constitución del 91 "fue un salto en garrocha que dio el país en materia de libertades de conciencia y de culto".<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #3c3b3b; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">"A partir de la Constitución del 91 se consagraron las libertades de conciencia y de culto, que fue un avance tremendo en la vida nacional. Por ejemplo, las congregaciones de carácter protestante y evangélico pudieron salir a la luz, porque prácticamente se encontraban en las catacumbas, como en la época del Imperio Romano", dijo. Sin embargo, Silva considera que al Ejecutivo le hace falta garantizar los derechos de libertad de culto que consagra la Constitución. "Nosotros necesitamos un interlocutor con el Gobierno. Podría ser una alta consejería presidencial o, si no, dentro del Ministerio del Interior una división o dirección de asuntos religiosos, que entienda el fenómeno de la pluralidad", aseguró Silva, quien dice que se debe celebrar que "ahora Colombia es plural".<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #0862a0; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; padding: 0cm;">'Reconocen nuestra autoridad'<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #3c3b3b; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Marcos Avirama ostenta una de las dos curules que tienen las comunidades indígenas en el Senado. Desde allí señaló que uno de los grandes triunfos de la Constitución es el reconocimiento de sus territorios y sus autoridades. "El derecho a la participación electoral también ha sido importante, porque en los departamentos los cabildos pueden conformar listas a concejos, asambleas y tener candidaturas a las alcaldías", dijo.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #0862a0; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; padding: 0cm;">'Ganamos en dignidad e igualdad'<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #3c3b3b; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">La comunidad LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) se declaró favorecida por los derechos que le reconoce la Constitución. Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa, aseguró que se ganó "en dignidad, igualdad y libertad. Se inició el reconocimiento de nuestra ciudadanía, porque antes no éramos aptos ni siquiera para desempeñar un oficio, incluso legalmente. Se ganó legitimidad socialmente, empezamos a ser bienvenidos a un concepto de ciudadanía más amplia".<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #0862a0; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; padding: 0cm;">'Tenemos derechos sobre nuestro cuerpo'<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #3c3b3b; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Las mujeres también salieron victoriosas con el reconocimiento de varios de sus derechos en la Constitución Política que se promulgó hace 20 años. Por lo menos así lo aseguró Mónica Roa, directora para Colombia de Woman's Worldwide, quien señaló que gracias a la Constitución se reconoció que "tenemos derechos sobre nuestro cuerpo". Roa explicó que la Corte Constitucional se ha abanderado de los derechos de las mujeres, y así lo evidencia en varios de sus fallos. "El derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en tres circunstancias; el derecho de las trabajadoras sexuales a tener seguridad social; el derecho a una atención especial a las mujeres en situación de desplazamiento, y la protección de la maternidad", dice Roa, son tan solo algunos de los reconocimientos que les ha hecho el alto tribunal a las mujeres.<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 3.75pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 3.75pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #0862a0; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; padding: 0cm;">'Nos incluyeron en Colombia'<o:p></o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="color: #3c3b3b; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Tal vez uno de los mayores logros de la Constitución, en términos de pluralidad, fue el reconocimiento de que en Colombia existen etnias y grupos sociales que merecen protección por parte del Estado. Daniel Mera, director de la Fundación Color de Colombia, aseguró que gracias a la Carta Política se logró el reconocimiento de que en Colombia sí hay una población negra. "El cambio más importante fue la inclusión simbólica de la población negra en la nación colombiana, al reconocer en la Constitución la diversidad ética y cultural del país", dijo el líder afro. Mera destacó que "a las comunidades rurales, especialmente de las riberas de los ríos de la cuenca del Pacífico, se les reconocieron sus derechos territoriales y culturales".<o:p></o:p></span></div><h2 style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;"><span style="border: none windowtext 1.0pt; color: #777777; font-size: 10.0pt; font-weight: normal; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;"><o:p> </o:p></span></h2>Escuela Ciudadanahttp://www.blogger.com/profile/00898010708847389505noreply@blogger.com0